China: las paradojas

lunes, 13 de octubre de 2008 · 01:00
BEIJNG, 13 de octubre (apro) - Cuando Zhai Zhigang se convirtió, el pasado 27 de septiembre, en el primer astronauta chino en salir al espacio, el imperio chino se sumaba al selecto club de superpotencias capaces de realizar "paseos espaciales" --hasta la fecha integrado por Estados Unidos y la extinta Unión Soviética--, una operación calificada por los expertos de extremadamente difícil y peligrosa El éxito fue aún mayor porque el traje que lucía Zhai --un piloto de las Fuerzas Armadas, de 42 años de edad-- estaba concebido y confeccionado exclusivamente por chinos Con un costo de 4 millones 400 mil de dólares y un peso de 120 kilos, el traje espacial del primer astronauta chino en salir al espacio era "el más avanzado jamás creado", según palabras de Chen Shanguang, comandante en jefe del equipo de astronautas, dada a conocer el 24 de septiembre por la agencia oficial china Xinhua Pero mientras en el espacio el dragón asiático se enorgullecía del Made in China, en la Tierra esta etiqueta era repudiada por buena parte de la comunidad internacional debido al escándalo de la leche contaminada con melamina Más de 53 mil bebés afectados --13 mil de ellos todavía bajo tratamiento clínico-- y cuatro muertos es el balance oficial de lo que ha sido considerado como el "peor escándalo alimenticio en la historia de China", según el semanario Asia Weekly del pasado 29 de septiembre La crisis de la leche contaminada con melamina --un componente químico utilizado para fabricar resinas-- traspasó además las fronteras de la principal potencia exportadora del planeta: más de 25 países o regiones (entre ellas México y buena parte de América Latina, así como la Unión Europea en bloque, prohibieron la importación de cualquier producto que contuviera lácteos chinos o derivados El escándalo ha puesto de manifiesto la "ausencia de control de calidad en los productos chinos", explicó, el pasado 30 de septiembre, a la AFP una experta europea que pidió el anonimato Pero lo más grave --además del deceso de los niños-- es el ocultamiento de los hechos por parte de las autoridades, como ya ocurrió en crisis anteriores, para no manchar la imagen del gobierno durante los Juegos Olímpicos Censura, negligencia y corrupción Las primeras quejas de consumidores acerca de los problemas relacionados con el consumo de la leche contaminada, se produjeron en diciembre de 2007, según una investigación del diario The New York Times publicada el 24 de septiembre, aunque no fue hasta julio de este año cuando la prensa china se hizo eco del caso "Desde finales de julio nuestros periodistas sabían que más de 20 niños habían sido hospitalizados por problemas renales en el hospital Tongji de la ciudad de Whuhan", capital de la provincia norteña de Hebei, explica en su blog el periodista Fu Jiangfeng, del prestigioso semanario Nangfang Zhoumo "Como redactor en jefe estaba muy inquieto Sospechaba que esto iba a ser consecuencia de un enorme problema de salud pública", agrega, El sitio http://blogsinacomcn/s/blog_477654540100atxchtml) fue censurado en China, pero su contenido fue reproducido por otras páginas extranjeras "Por razones que todo el mundo conoce, no pudimos investigar el caso a tiempo", añade el periodista, en referencia a la censura preolímpica que Beijing impuso a los medios de comunicación De hecho, el Ministerio de Propaganda difundió una directiva destinada a la prensa china meses antes de las Olimpiadas, en la que se especificaba qué temas se podían tratar y cuáles quedaban prohibidos antes de la celebración del evento "Todas las cuestiones relacionadas con la seguridad alimenticia como, por ejemplo, el agua mineral cancerígena, quedan excluidas", dictaba el punto ocho del texto, citado por el escritor y columnista Frank Ching en el diario honkongués South China Morning Post del 24 de septiembre Una de las principales razones para ocultar el escándalo, además de salvaguardar la imagen del país, era no perjudicar a uno de los patrocinadores chinos de las Olimpiadas: Yili La marca china no sólo figura entre las 22 compañías lácteas implicadas en el escándalo, sino que con toda probabilidad distribuyó lácteos contaminados con melamina durante el evento en los recintos olímpicos El estatus de patrocinador le permitió distribuir mil 500 toneladas de productos lácteos en la Villa Olímpica y en las instalaciones deportivas, mientras la marca aprovechaba el evento para hacerse conocer internacionalmente y multiplicar sus beneficios "Antes de 2005, cuando firmamos el acuerdo con los Juegos Olímpicos, nuestros ingresos ascendían a 13 mil 600 millones de yuanes (mil 980 millones de dólares), mientras que este año ya alcanzan los 20 mil 100 millones de yuanes (dos mil 930 millones de dólares)", celebraba Zhang Jianqiu, presidente ejecutivo de la compañía, en una entrevista con la cadena Radio China Internacional el pasado 22 de agosto No es un caso aislado Pero este caso de contaminación alimentaria de productos chinos está lejos de ser aislado Sin ir más lejos, las intoxicaciones por ingestación de alimentos causaron 258 muertos en 2007 en el gigante asiático, según el Ministerio de Sanidad, mientras el Ministerio de Comercio concede que el 86 por ciento de los residentes rurales admite que la principal preocupación de sus vidas es la seguridad alimentaria Las investigaciones realizadas, cuya publicación suele estar prohibida en China, reflejan que la situación alimentaria en China es dramática El escritor Zhou Qing realizó durante dos años un estudio por granjas, piscifactorías y plantas de procesamiento de todo el país, en el que destapa las prácticas que se llevan a cabo y que ponen en peligro la vida de la gente En su libro ¿Qué clase de Dios? Investigación sobre la seguridad alimentaria en China (finalista del premio Lettre-Ulyses) el autor asegura que la negligencia y el descontrol en la cadena de producción chinos es absoluta: uso de clenbuterol y otros aditivos en la producción de carne porcina; empleo masivo de anticonceptivos y antibióticos en piscifactorías, y excesos con la química en el campo y en la industria procesadora de alimentos Zhou cita, por ejemplo, el engorde masivo de los cerdos como práctica que escapa a todo control: mientras que el ritmo aceptado es de 60 kilos al año, en el gigante asiático es de 100 kilos en sólo cuatro meses "China se está enfermando y no lo sabe Mucha gente, sobre todo de zonas rurales, caerá enferma dentro de 10 años, pero los médicos no podrán relacionar la dolencia con la mala calidad de la comida Es un fenómeno silencioso", asevera Zhou en una entrevista publicada en el diario español El Economista el pasado 15 de julio En su libro, traducido a seis idiomas y realizado a partir de cientos de entrevistas con granjeros, campesinos, productores, médicos y consumidores, Zhou asegura que las consecuencias de este envenenamiento están empezando a salir a la superficie en forma de un incremento exponencial de casos de cáncer En apenas dos años, el "Imperio del Centro" ha sido protagonista de otras dos crisis alimentarias graves En marzo del año pasado más de 3 mil 600 mascotas murieron en Estados Unidos deido a la comida para animales que contenía melamina y que había sido producida en China, mientras que en enero de 2008 más de 500 personas se intoxicaron en Japón por comer ravioles importados del país vecino, que contenían pesticida La muerte de al menos 104 personas en Panamá por ingestión de un jarabe chino contra la tos contaminado con dietilenglicol, un anticongelante para frenos, en octubre de 2006, es el ejemplo más claro de que en muchas ocasiones el Made in China soslaya los estándares mínimos de seguridad y calidad Pero después llegaron los dentífricos falsificados y tóxicos, que obligó a la Administración de Estados Unidos para los Medicamentos y los Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a retirar 900 mil tubos de pasta de dientes en junio de 2007 Dos meses después, "Mattel" se vio obligado a retirar del mercado un millón 500 mil juguetes porque la cantidad de plomo en la pintura era peligrosa para la salud de los niños Las cifras oficiales, que en este tipo de casos salen a la luz a cuentagotas, no son más esperanzadoras Un informe de la Administración General de Supervisión de Calidad de China publicado el 27 de junio de 2007 muestra que en 2006 las autoridades del país asiático localizaron 68 mil casos de falsos alimentos y requisaron 15 mil 500 toneladas que no cumplían con los estándares sanitarios El mismo documento revela que el 191% de los productos que se venden en el mercado interior chino no cumple con las medidas de seguridad que fija la ley, según el estudio realizado entre 114 tipos de bienes producidos por 6 mil 300 empresas chinas Tanto la Ley de Higiene Alimentaria como la Ley Criminal chinas prohíben el uso de ingredientes químicos o nocivos en la producción de alimentos Los infractores pueden enfrentar hasta a una sentencia de pena de muerte en casos con víctimas Pero los expertos del sector señalan que el enorme número de pequeñas plantas de producción de alimentos en todo el país asiático y la falta de funcionarios de inspección, así como la corrupción, son un obstáculo para llevar a cabo el control en forma correcta "La inmensidad del país, el volumen de las producciones y la falta de transparencia del gobierno hacen que los controles efectuados no sean suficientes", explica Sebastián Breteau, director de Asia Inspection, una empresa especializada en el control de la calidad, situada en el sur de China "En el caso de la leche contaminada, habría hecho falta una inversión de 110 dólares para analizar la calidad de cada lote", subrayaba el especialista en una entrevista publicada el 30 de septiembre por la agencia AFP Como él, otros expertos coinciden en que, para controlar la producción alimentaria, es necesario una gran inversión económica a nivel nacional Algo que, como comenta David Eimer en su crónica del 1 de octubre en el South China Morning Post, China no parece estar dispuesta a hacer por el momento "El programa espacial Shenzhou tenía un presupuesto de 2 mil 360 millones de dólares --recuerda Emire--, y hoy mucha gente se pregunta por qué China es capaz de enviar tres hombres al espacio, pero es incapaz de garantizar la seguridad de su leche en polvo" La respuesta parece clara: "El simbolismo de tener un astronauta ondeando una bandera china a 550 kilómetros de la Tierra en un momento en que Estados Unidos tratar de evitar el colapso financiero, hace pensar a Beijing que el dinero está bien gastado"

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