Tzipi Livni, el legado de Ariel Sharon

sábado, 4 de octubre de 2008 · 01:00
Era sólo cuestión de tiempo, muy breve por cierto, para que Tzipora Malka Livni, mejor conocida como Tzipi, se hiciera de la dirigencia del Partido Kadima fundado por Ariel Sharon y, con ello, potencialmente de la primer magistratura del Estado de Israel Agobiado por acusaciones de corrupción y abuso de poder, y con el estigma de la fallida operación militar contra la guerrilla chiita de Hezbollah en Líbano, en 2006, apenas dos años después de asumir su cargo el primer ministro, Ehud Olmert, anunció en julio pasado que renunciaría a favor de quien ganara las elecciones internas de su partido, a realizarse en septiembre Y ganó Livni Considerada ella como "ahijada política" y él como "mano derecha" de Ariel Sharon, Livni y Olmert han sostenido una nada soterrada pugna política desde que su mentor sufrió el primer infarto cerebral en 2005 Entonces, los miembros del partido decidieron que fuera Olmert el segundo en la lista, en caso de que el general no pudiera participar en las elecciones legislativas del año siguiente, lo que efectivamente ocurrió al sobrevenir otro y devastador derrame, que lo mantiene en coma hasta el día de hoy Aunque ya en aquellas fechas Livni era mucho más popular que Olmert, Kadima ?y el propio Sharon? se habría inclinado por él debido a su larga carrera política de 40 años, en comparación con los escasos diez de ella Una diferencia de experiencia sin duda a considerar, en un país que vive permanentemente al filo de la guerra Sin embargo, lo que Livni tenía de inexperta, Olmert lo tenía de marrullero Reivindicadores ambos del legado de Sharon, a quien siguieron cuando éste decidió abandonar el Likud para formar su propio partido, los dos políticos no podrían tener una historia y una forma de ejercer el poder más contrastantes Hijos de inmigrantes de la Europa del Este, ambos se criaron en un ambiente ultranacionalista que propugnaba la formación del "Gran Israel", el territorio de resonancias bíblicas que hoy ocupan conjuntamente israelíes y palestinos Sus padres militaron en el movimiento armado Irgún, que perseguía este fin con la violencia, y luego en el partido de ultraderecha Herut, ambos encabezados por el posterior primer ministro Menajem Begin Ellos mismos fueron parte de la organización juvenil Betar, semillero de esta formación política que, a la postre, habría de integrar el Likud Sin embargo, a diferencia de sus padres y, sobre todo, de su jefe político Sharon, legendario general de mil batallas, Olmert siguió una consistente pero gris carrera partidaria Herido cuando era oficial de infantería, se desempeñó después sólo en tareas alejadas de los escenarios de combate Integrado a la política desde 1966, en 1973 ocupó por primera vez un escaño en la Knesset y ahí se reeligió siete veces Ocupó luego diversas funciones en varios ministerios, algunos de los cuales llegó a encabezar, y también fue alcalde de Jerusalén por dos periodos, a partir de 1993 Su despegue se dio durante el segundo mandato de Sharon, para quien fungió como jefe de campaña, asesor y finalmente ministro de Finanzas En esta etapa, Olmert apoyó incondicionalmente al general en su plan de "desconexión" de la Franja de Gaza y lo siguió, junto con Livni y otros colaboradores, para formar el Kadima Todo esto le valió ser ungido cuando Sharon quedó inhabilitado Pero nunca tuvo la admiración y el respeto que merecía el general Hábil y astuto, en su largo caminar por los pasillos del poder desarrolló el sentido de la oportunidad, pero también algunos de los peores vicios de la clase política, lo que provocó que desde el momento en que asumió como primer ministro, algunos de los puntos más oscuros de su expediente fueran sacados a la luz Acusado de corrupción, amiguismo y abuso de poder, Olmert encabezó un gabinete plagado de escándalos, del que varios ministros tuvieron que dimitir por cargos similares, y hasta el presidente Moshe Katzav (Likud) fue acusado de abuso sexual Pero lo que selló su destino fue el fiasco de la operación militar en Líbano, para la cual mostró, según el dictamen de la Comisión Winograd, "una grave falta de juicio, de responsabilidad y de prudencia" Las presiones para su renuncia, empero, no sólo venían de sus opositores, sino también de sus propias filas; muy conspicuamente de Tzipi Livni, la ministro de Exteriores, con un expediente impecable y principal defensora de la lucha anticorrupción y de renovación de las instituciones políticas israelíes En este contexto, su corta y vertiginosa carrera política eran para ella un activo Ahora de 50 años de edad, Livni heredó la ideología y el espíritu guerrero de sus padres Con apenas 15 años, ya participó en las agitadas manifestaciones de la ultraderecha israelí, que en 1973 acusaban al gobierno laborista de Golda Meir de no haber previsto el ataque sirio-egipcio y cedido a las presiones de Estados Unidos para que Israel devolviera el Sinaí y los Altos del Golán En esa época, Tzipi era una ferviente defensora de la anexión de Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Oriental y todos los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días (1967) Disciplinada, como todos los jóvenes israelíes cumplió con su servicio militar obligatorio, donde llegó a tener el grado de teniente y fue instructora en una escuela de oficiales Pero habría de prestar más servicios al país Matriculada en la Facultad de Derecho de la Universidad Bar-Ilan, en 1980 fue reclutada por el Mossad, la agencia estatal de inteligencia y antiterrorismo Y aunque por su naturaleza confidencial no se conocen exactamente las funciones que cumplió, se sabe que pertenció a una "unidad de élite" y realizó "misiones sensibles" Concretamente, algunos medios israelíes señalan que, con la cobertura de estudiante en la Sorbona, Tzipi habría reunido información, realizado reclutamientos y alojado a colegas con misiones de búsqueda y eliminación, en un París sacudido entonces por una guerra subterránea, no pocas veces letal, entre los servicios secretos israelíes, activistas palestinos y agentes de los países árabes Cumplida esta misión, en 1983 Livni regresó para terminar sus estudios y casarse Y en los siguientes 13 años se dedicó únicamente a la práctica privada de su carrera en el ramo Mercantil y de la Propiedad, y a la crianza de sus dos hijos, Omri y Yuval Sin embargo, al año siguiente del asesinato de Yitzak Rabin, y en medio de una gran agitación, Tzipi decidió entrar de lleno en la política Ingresó al Likud, encabezado entonces por Netanyahu, y aunque no logró un escaño, Bibi como primer ministro la nombró administradora general de la agencia estatal encargada del programa de privatizaciones Anticipadas las elecciones, en 1999 ganó de nuevo el laborismo, pero esta vez Livni si consiguió un escaño y se integró a los comités de Justicia y Asuntos Legales y Constitucionales, y presidió el subcomité que legisló sobre lavado de dinero, lo que le ganó una reputación de honestidad en medio de un entorno de creciente corrupción Pero fue la llegada de Ariel Sharon a la jefatura del Likud la que disparó la vertiginosa carrera de la joven abogada Desde un principio, el viejo "halcón" prodigó particular afecto y protección a Tzipi, quien siempre se destacó por su discreción y eficiencia En el lapso de cinco años, Livni pasó por cinco ministerios, hasta llegar al de Justicia, al que aspiraba por su carrera Lo más decisivo, sin embargo, sería integrar el primer círculo de confianza de Sharon, quien en alguno de sus múltiples nombramientos la presentó como "una futura primer ministro" Junto con el aguerrido general, Tzipi abandonó su antiguo sueño de un Gran Israel y se sumó a la propuesta de "territorios por paz", que incluía los planes de evacuación de Gaza y ciertas partes de Cisjordania, aunque acompañada por una política de mano dura, con operativos militares contra objetivos palestinos y la construcción de un muro Sin embargo, ni los sectores ultranacionalistas ni los más derechistas del partido Likud lo entendieron así y Sharon tuvo que irse Kadima, su nuevo partido, se definió como "centrista y liberal", y Livni fue precisamente la encargada de presentar en público su plataforma, una combinación de concesiones a todas las partes, que no satisfizo a ninguna Lo que vino después ya se sabe Inhabilitado Sharon, Kadima logró mantener sólo una mayoría precaria y Olmert tuvo que negociar con el laborismo un gobierno de coalición En la negociación interna, Livni se quedó con el ministerio de Exteriores, en un momento en que estaba empatanada la Hoja de Ruta, los movimientos Fatah y Hamas se enfrentaban por el control de Gaza y los ataques terroristas palestinos eran respondidos con incursiones militares, bombardeos y asesinatos selectivos por parte del ejército israelí Livni asumió una posición pragmática Sin dejar de defender los intereses de Israel, insistió en la necesidad de continuar las negociaciones con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), e inclusive se ganó el calificativo de "paloma", por atreverse a diferenciar entre las acciones guerrilleras contra objetivos militares y las terroristas contra la población civil Término que fue explotado por la prensa israelí, ya que su nombre, Tzipora, significa "avecilla" y su apellido, Livni, es una derivación de lavan o "blanco" en hebreo Como fuese, la ministro se anotó un punto al crear las condiciones para un cese el fuego entre las facciones palestinas y el ejécito israelí, y lograr una primera reunión entre Olmert y Abbas Pero lo que catapultó su figura, es que logró salir indemne de la campaña militar en Líbano, que en términos prácticos fue vista en Israel como una derrota y en el plano internacional como una brutalidad Marginada de las acciones militares por Olmert, el ministro de Defensa, Amir Peretz, y el jefe del Estado Mayor, Dan Halutz, a Livni le tocó encabezar las negociaciones que culminaron con la resolución de la ONU que impuso el cese el fuego y el repliegue de los efectivos de ambas partes La Comisión Winograd, instalada para investigar los errores de la guerra, emitiría posteriormente un veredicto demoledor contra los tres primeros, mientras destacaba los esfuerzos diplomáticos del ministerio de Exteriores En este clima, Livni se lanzó por primera vez abiertamennte contra Olmert, exigiendo su dimisión y proponiéndose ella misma para sustituirlo La moción no prosperó ante el riesgo de tener que llamar a elecciones anticipadas, en las que fácilmente hubiera ganado el Likud, pero trazó el camino de lo que irremediable vendría ante la insostenible situación de desprestigio del primer ministro Ahora Livni ha sido encargada por el presidente Shimon Peres de formar un nuevo gobierno, lo que no significa que ya tenga asegurado el cargo Dentro de su propio partido apenas ganó por 11% de diferencia y todavía tiene que ganarse el apoyo de los otros Inclusive se habla de la posible alianza contra ella de dos ex jefes de gobierno, el laborista Ehud Barak, todavía ministro de Defensa, y el derechista Benjamín Netanyahu, del Likud Si lo logra, sería la segunda mujer en asumir la primera magistratura en Israel, después de Golda Meir Dos mujeres que, más allá de serlo y de compartir como escalón previo el ministerio de Exteriores, llegaron por caminos opuestos a la cúspide del poder: la primera, por los movimientos y partidos de izquierda; la segunda, por la vía de la derecha pura y dura Aunque ahora Tzipi Livni, como su viejo mentor, se haya recorrido al "centro"

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