India: las secuelas de la catástrofe de Bhopal

lunes, 11 de agosto de 2008 · 01:00
BHOPAL, 11 de agosto (apro) - Las aguas estancadas cerca de la antigua fábrica de pesticidas Union Carbide en la ciudad de Bhopal, capital del estado indio de Mahda Pradesh, semejan un gran charco inofensivo Igual de apacibles parecen las cisternas donde mujeres y niños de las barriadas que rodean la fábrica abandonada hacen acopio del agua que necesitan Pero nada más lejos de la realidad Casi un cuarto de siglo después que se produjo la fuga química que mató a miles de personas en esta población, ni Union Carbide ni el gobierno indio se han hecho cargo de los restos tóxicos que han terminado por filtrarse en los pozos de agua y en las tuberías de este lugar: un terreno que ocupa alrededor de cinco hectáreas en pleno corazón de la ciudad El 3 de diciembre de 1984 se produjo una fuga de más de 27 toneladas de isocianato de metilo, que acabó con la vida de 3 mil personas que inhalaron el gas venenoso mientras dormían y que posteriormente causaría 20 mil muertes más "Sentí que me iban a explotar los pulmones y que los ojos me ardían No puedo acordarme de aquella noche sin volver a sentir el horror", señala Rashida Bee, una activista social decidida a que Bhopal no caiga en el olvido Después de 27 años de ocurrida la tragedia, los supervivientes y sus descendientes siguen padeciendo cáncer, tuberculosis, malformaciones genéticas y fiebres crónicas Una destartalada furgoneta de Chingari Trust, la ONG fundada en 2005 por Rashida Bee y Champa Devi Shukla, se adentra entre los jacales --consistentes en una endeble construcción de plástico, metal y bambú-- y recoge a la segunda generación de afectados por la catástrofe química: niños con minusvalías mentales y físicas que bebieron el agua contaminada que todavía es usada por los pobladores Acompañados de sus madres, los menores se dirigen a la sede de la asociación, donde maestros y fisioterapeutas tratan sus disfunciones "Sabíamos que había residuos tóxicos en la zona, pero desconocíamos las consecuencias El suministro de agua del gobierno es insuficiente, así que no queda más remedio que beber de los pozos subterráneos contaminados Nadie se ha hecho cargo de estos niños hasta este momento", explica Shukla, quien perdió a su marido en la noche de la tragedia, uno de sus hijos afectados terminó suicidándose y una de sus nietas nació con malformaciones físicas Bee y Shukla se encuentran entre los más de medio millón de personas afectadas que recibieron un promedio de 400 euros como compensación económica, aunque hay quien afirma que no recibió siquiera esa suma Pero estas dos mujeres diminutas nunca se conformaron con su desgracia, ni con el desentendimiento por parte de Union Carbide, posteriormente absorbida por Dow Chemicals, ni con la negligencia del gobierno indio, que nunca obligó a esta última empresa a extraditar a sus responsables o a que asumiera sus responsabilidades por temor a perder futuras inversiones Ambas mujeres se conocieron en 1986 En ese entonces encuadernaban libros Era un trabajo que el gobierno proporcionó a 50 mujeres musulmanas y 50 mujeres indias afectadas por la catástrofe Pero a los tres meses el gobierno se cansó de su compromiso con las víctimas y prácticamente dejó de pagarles Bee fue elegida como representante sindical de las musulmanas y Shukla de las indias Después de una marcha a pie de 800 kilómetros hasta Nueva Delhi, consiguieron que el gobierno volviera a darles una remuneración Pero Bee y Shukla no se detuvieron ahí En 1992 denunciaron ante la justicia la necesidad de rehabilitar económicamente a las familias damnificadas y asegurarles la asistencia sanitaria, además de la limpieza del área ocupada por Union Carbide Los intrincados caminos de la justicia india han llevado el caso por diferentes tribunales y, después de 16 años, los afectados siguen esperando el resultado del veredicto por parte del Tribunal Supremo En 2002 Bee y Shukla hicieron una huelga de hambre de 19 días en Nueva Delhi En 2003 confrontaron a los altos cargos de la empresa Dow con muestras de residuos tóxicos transportadas en barco hasta los Países Bajos, por lo que fueron después arrestadas En los años posteriores asistieron a varias reuniones de accionistas de Dow, donde entregaron escobas ajustándose al lema de su campaña "Derriba Dow con una escoba" En 2004 su terca labor fue reconocida con el premio Goldman de Medio Ambiente Con los fondos crearon la ONG Chingari Trust, que además de hacerse cargos de los niños afectados por la fuga química, concede a su vez otros premios dedicados a mujeres activistas contra delitos medioambientales En un país donde las tensiones entre ambas religiones se transforman de vez en cuando en explosiones de violencia, Bee y Shukla se llaman entre sí "hermanas" La ciudad de Bhopal agrupa a 40% de población musulmana, pero en las zonas más humildes son mayoría, como en las barriadas alrededor de la fábrica Urban Carbide También son mayoría, cubiertas con una túnica y un velo negro sobre su cabeza, en la clínica Sambhavna Trust en pleno corazón de las barriadas que rodean la fábrica origen de la catástrofe Nahide visita por primera vez está clínica Su vecina se la recomendó Durante 24 años ha sufrido fuertes dolores en las articulaciones y ha sido tratada en los hospitales estatales Pero los 16 hospitales que el gobierno construyó en Bhopal luego de la catástrofe atienden a decenas de pacientes por hora y el éxito de la consulta muchas veces depende del pago de algún pequeño soborno, práctica frecuente en la sociedad india Por ese motivo Sattinath Sarangi decidió abrir en 2005 la clínica Sambhavna Esta ocupa una hectárea de terreno, donde se cultivan las hierbas y posteriormente se elaboran los medicamentos naturales que siguen las prácticas de la medicina tradicional india ayurveda, el yoga y los masajes panchakarma Su personal atiende de forma gratuita a casi 200 pacientes al día y, a semejanza de Chingari Trust, tampoco recibe donaciones de gobiernos o empresas, sólo de individuos "Me sentía muy infeliz porque no se les estaba dando un tratamiento médico adecuado a las víctimas", dice Sarangi Señala que los médicos de los hospitales públicos "recetan medicinas que sólo mitigan los síntomas También me inquietaban los enormes beneficios que se estaban generando para las farmacéuticas, la otra cara de la industria química Es un círculo vicioso de veneno y medicamentos" Sarangi estaba realizando su doctorado en ingeniería cuando escuchó por la radio la noticia sobre la fuga química en Bhopal Al día siguiente se dirigió hasta allí para echar una mano y no se ha movido del lugar desde entonces Hoy Sarangi se encuentra de muy buen humor Luego de otra marcha hasta Nueva Delhi emprendida en marzo por 85 activistas, y unos cuatro meses de espera en la capital, un grupo de ministros las recibió y acordó crear una comisión que investigue el estado actual de Bhopal "El año que viene se cumple el vigésimo quinto aniversario de la tragedia y el gobierno debe estar preparado ante los medios de comunicación Además, disponemos de una serie de documentos que muestran claramente connivencia entre el gobierno y Dow Chemicals También saben que nosotros nunca nos vamos a callar", concluye Sarangi

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