BASURA ELECTRÓNICA: ENVENENANDO A LOS POBRES
MÉXICO, D F, 22 de agosto (apro)- "Enviar los viejos aparatos electrónicos ?como celulares, computadoras, reproductores de video-- a los países en vías de desarrollo, es a menudo un acto llamado ?acortar la distancia digital?" Sin embargo, muchos de éstos "ya no pueden ser reutilizados y se convierten en basura"
Ello sucede, por ejemplo, con el 75 por ciento de los "bienes de segunda mano" que los países desarrollados envían a África
Un informe difundido en la primera semana de agosto por la organización internacional Greenpeace da cuenta de lo anterior, y señala que los países pobres reciben buena parte de la "basura electrónica" que produce el mundo: entre 20 y 50 toneladas al año, según estimaciones del Programa Ambiental de Naciones Unidas
El informe, titulado Envenenando a los pobres Basura electrónica en Ghana, advierte que los trabajadores que manejan estos desechos y las personas que viven cerca de los lugares en los que son depositados, están "expuestos a substancias químicas riesgosas"
El mercado
Este es el segundo reporte que Greenpeace presenta en esta materia El anterior informe, difundido en agosto de 2005, ubicó dos países de almacenamiento y procesamiento de esta "basura electrónica": India y China
Señaló que el aumento de desechos de este tipo se debía a factores como "la expansión del mercado global de los productos eléctricos y electrónicos" y la disminución del "promedio de vida útil" de este tipo de aparatos
Además, advirtió que no existen "políticas adecuadas de reciclado" Estimó, por ejemplo, que "de las 8,700 millones de toneladas (de basura electrónica) producidas en la Unión Europea, al menos 6,600 millones no son recicladas"
En su informe de este año, Greenpeace ubica otro destino de los desechos de este tipo: Ghana
Explica que, en abril pasado, investigó la zona de éste país contaminada por el almacenamiento y el reciclado de esta basura a partir de "las evidencias de que los desechos electrónicos (e-waste) eran exportados, a menudo ilegalmente hacia Ghana desde la Unión Europea (UE) y Estados Unidos"
Además, el equipo de la organización internacional documentó en ese país "basura electrónica de marcas europeas, japonesas y estadunidenses, como Philips, Sony, Microsoft, Nokia, Dell, Canon y Siemens"
Y apunta: "Las etiquetas de los equipos revisados revelaron que los mismos proceden de organizaciones como Den Kongelice Livgarde (la Guardia Real Danesa) y del Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos"
Igualmente, reporta que sus investigadores observaron "contenedores procedentes de Alemania, Corea, Suiza y Holanda que eran descargados en el puerto de Tema, el mayor de Ghana Todos ellos pasaron por puerto de Antwerp, en Bélgica"
Denuncia: "A pesar de que las leyes de la UE impiden la exportación de desechos electrónicos peligrosos, miles de toneladas de este material son llevadas a los países en vías de desarrollo, como Ghana" Y señala que, para evadir esas leyes, "los contenedores llevan grandes lemas que dicen ?material de segunda mano?, ya que la UE permite exportar este tipo de bienes
"Aunque se consideran bienes de segunda mano a los que son probados y empacados con los cuidados necesarios, más de la mitad de los productos así etiquetados terminan en los tiraderos, pues resultan no ser utilizables o están rotos"
Además, señala que "en Ghana no hay control alguno sobre los bienes importados bajo este régimen" y, de haberlo, "en muchas ocasiones la ?segunda vida? de los aparatos es tan corta, o los aparatos llegan sin algunas partes esenciales, que terminan pronto en los tiraderos"
Añade el reporte: "El constante crecimiento de la demanda del más reciente celular fascinante, de la pantalla plana o de la computadora super-rápida, crea un vasto abanico de materiales electrónicos obsoletos que contienen químicos tóxicos, como el plomo, el mercurio y otros En lugar de ser cuidadosamente reciclada, mucha de esta basura se descarga en los países en vías de desarrollo"
Contaminación mortal
En su investigación en Ghana, los investigadores de Greenpeace recogieron muestras de los desechos Las llevaron a laboratorios de la Universidad de Exeter, en Reino Unido El resultado de los análisis: "contenían metales altamente tóxicos"
Aclara: "Muchas substancias tóxicas forman parte de los componentes de los aparatos; otras son producto de los incendios que buscan quemar los desechos"
Entre los químicos altamente peligrosos se encuentran: "plomo (de soldaduras), cadmio (de baterías), antimonio (utilizado para evitar las quemaduras)" y diversas variedades de plástico Todos estos materiales, explica el documento, son "potencialmente cancerígenos, algunos atacan al sistema reproductivo, otros el sistema inmunológico, otros más el sistema nervioso"
Greenpeace explica que la investigación se realizó en dos tiraderos: uno en el mercado de Agboblogshie, en la ciudad de Accra, la capital; el otro en la ciudad de Korforidua, en el norte del país En el de ésta última encontró también a personas que recolectaban este tipo de basura con el propósito de "sacarles provecho Por ejemplo, dos dólares por cada cinco kilos de cobre o de aluminio"
El reporte dice que la mayoría de estas personas "son jóvenes de entre 11 y 18 años, pero había también menores de cinco años Muchos son enviados por sus padres a la capital en busca de algo de dinero"
Describe: "Los muchachos recogen los desechos electrónicos con sus manos desnudas A veces utilizan palos y piedras para romperlos Buscan metales, por ejemplo, el cobre Para conseguirlo, ya que éste se encuentra en los cables o adherido a los plásticos, los queman para ?liberarlos?"
Los incendios así provocados, explica el reporte, "liberan substancias y humos altamente tóxicos que afectan la salud de los ?trabajadores? y de los que viven en los alrededores", además de que "estas substancias contaminan la tierra y el agua"
El documento de Greenpeace recomienda a los países de origen y de destino de estos desechos que aprueben leyes "para controlar el mercado y su tráfico" y que tomen medidas para promover su reciclaje
Concluye: "Los países ricos seguirán envenenando a los países más pobres del mundo hasta que las empresas no eliminen las substancias de sus productos electrónicos y no asuman la responsabilidad de gestionar el ciclo completo de vida de un artículo de consumo"