Honduras: La ambigüedad de Washington
TEGUCIGALPA, 6 de noviembre (apro) - Cuando Xiomara Castro dijo el pasado sábado 25 de julio que "si Estados Unidos quiere, esto se termina mañana", ella se encontraba bloqueada en un retén militar en el municipio de El Paraíso, cerca de la frontera entre Honduras y Nicaragua, y su esposo, el depuesto presidente Manuel Zelaya, se quejaba, 12 kilómetros más allá, de que el Ejército le impedía entrar a su país
Habían transcurrido poco más de tres semanas desde el golpe de Estado que derrocó a Zelaya y su panorama era desolador Pese a la unánime condena internacional, el gobierno de Roberto Micheletti parecía decidido a permanecer en el poder
Más de tres meses después, Zelaya y su esposa continúan refugiados en la embajada de Brasil en Tegucigalpa y la voluntad de Estados Unidos sigue siendo su principal foco de atención
Un viaje oficial del subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Tomas Shannon, a Honduras los días 28 y 29 de octubre forzó lo que ni el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, ni representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) habían logrado: que representantes de Zelaya y Micheletti firmaran --el viernes 30-- un acuerdo que busca poner fin a la crisis política del país
Pero el documento no garantiza la restitución en el poder al depuesto presidente y deja esa decisión en manos del Congreso, sin plazo de ejecución, por lo que ese punto sigue dependiendo de la habilidad negociadora del zelayismo y, sobre todo, de la presión internacional
Rodil Ribera Rodil, abogado y negociador de Zelaya, dijo la semana pasada: "Estados Unidos pudo forzar la solución, pudo casi haber ordenado directamente al Ejército de Honduras la restitución" Pero lo que hizo, según él, fue propiciar "un buen acuerdo (?) No es el mejor posible, pero es un buen acuerdo para nosotros", señaló
En realidad, existe una opinión generalizada de que no lo es; de que Zelaya perdió una nueva batalla frente a los golpistas, esta vez con la complicidad estadunidense
"Los negociadores del presidente Zelaya lo engañaron y lo vendieron", interpreta Carlos Kattán, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso y diputado del Partido Nacional, quien asegura que su bancada se opone a la restitución, y en ningún caso la permitirá antes de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre
El 28 de octubre, aún con Shannon en el país, Zelaya declaró a Radio Globo que la secretaria de Estado Hillary Clinton le había dicho tres días antes por teléfono que mantenía su posición de exigir la restitución "para dar un ejemplo de que los golpes de Estado no son aceptados por Estados Unidos"
Firmeza ante el primer golpe de la era Obama Al menos en apariencia, porque Estados Unidos nunca dio el paso de calificar oficialmente lo sucedido en Honduras como "golpe" --lo que hubiera conllevado fuertes consecuencias jurídicas para la relación bilateral-- y se mantuvo en condenas verbales y políticas
Menos de una semana después, el martes 3, un sorprendido Zelaya envió una carta a la secretaria de Estado pidiendo una aclaración de la postura de Estados Unidos, después de que Shannon declarara esa mañana a CNN en español que la restitución ya no era condición sine qua non para legitimar las elecciones
Esa aclaración le llegó el miércoles 4 de boca del portavoz del departamento de Estado, Ian Kelly: "Creemos que debería ser reinstaurado, pero ahora este es un proceso hondureño" Únicamente hondureño, quiso decir
"Shannon no exigió la restitución Vino al país a decir, básicamente, que la comunidad internacional esperaba un acuerdo para desbloquear las elecciones", dice con satisfacción Marta Lorena Castro, vicecanciller del gobierno de Micheletti, presente en las reuniones con el funcionario estadunidense
Cambio de posiciones
Existe cierto "cansancio" internacional respecto a la crisis hondureña, incluido Estados Unidos, según un alto diplomático europeo acreditado en Tegucigalpa Asegura que la inmediata reacción de exigir la "restitución sin condiciones" de Zelaya se basó en información confusa respecto a lo sucedido los días previos al 28 de junio --en este punto da la razón a los golpistas-- y respondía a la tesis de que la condena "era un apoyo a la opinión mayoritaria del pueblo hondureño", algo que no ha acabado de comprobarse, puesto que la población se encuentra muy dividida entre el respaldo y la oposición al golpe
Esto explica, según él, que ahora se esté buscando una solución casi a la desesperada, aun a costa de que sea Micheletti quien entregue en enero la banda presidencial al nuevo Ejecutivo
Además, el presidente Barack Obama enfrenta una difícil situación política interna Desde mayo pasado los republicanos bloquean en el Congreso la ratificación de Arturo Valenzuela como nuevo subsecretario para Asuntos Hemisféricos y de Shannon como embajador en Brasil
Se amparan en parte en las críticas a la gestión del caso Zelaya, que arrancó el miércoles 8 de julio con la promoción de Arias como mediador y siguió con la retirada de visas a un listado de presuntos golpistas el 28 de julio, el congelamiento de la cooperación el 3 de septiembre y la negativa a conceder nuevos visados a ciudadanos comunes en su embajada en Tegucigalpa
El martes 3, un artículo del Wall Street Journal acusó al embajador estadunidense, Hugo Llorens, de haberse comportado desde el día del golpe como "un virrey colonial a cargo de imponer (a los hondureños) la voluntad de Estados Unidos", y a Obama de querer ser "parte de la banda" de Hugo Chávez y Fidel Castro por respaldar, como ellos, al depuesto presidente
"Los golpistas han desarrollado en Estados Unidos un lobby bastante eficaz ligado al Partido Republicano en Florida y Washington", sostiene el diplomático europeo
El resultado ha sido una "modificación de la postura inicial de Estados Unidos, en palabras tanto de Amílcar Bulmes, presidente de la asociación de la empresa privada, que apoyó el golpe, como de Marta Lorena Castro:
"Me ha agradado mucho la actuación estadunidense en esta última fase", dice la viceministra del gobierno de facto
--¿El gobierno de Micheletti se siente en este momento apoyado por Estados Unidos?
--Yo diría que comprendido Nunca hubo desde este gobierno atropellos contra Estados Unidos ni la comunidad internacional, sólo contra Chávez
-- Hubo un canciller que dijo que Obama era "un negrito ignorante"
-- Sí, pero ¿vio qué bien reaccionamos? No duró en el cargo ni 48 horas
Desde el zelayismo, la alegría del gobierno de facto no se pasa por alto "Si el jueves 5 no vuelve Zelaya, será la prueba de que Estados Unidos es cómplice de los golpistas", declaró el martes 3, lejos de toda diplomacia, Rafael Alegría, líder de la resistencia
Una exfuncionaria del gobierno de Zelaya, muy cercana estos días a él y a su esposa, lo dice así: "Estados Unidos seguirá siendo amigo de sus socios tradicionales en Honduras, del capital"
"Shannon vino a sellar la lápida de Zelaya", interpreta con mucha más frialdad un empresario afín a los golpistas
Queda la posibilidad de que exista, como publicó el periódico español El País el sábado 31 de octubre, un pacto secreto entre Shannon y Porfirio Lobo, candidato a la presidencia por el Partido Nacional y favorito en las encuestas, para que su fracción legislativa vote por la restitución a cambio de apoyo estadunidense a su eventual gobierno Aunque tanto Shannon como Lobo niegan que exista dicho pacto, sería la única vía para una reposición al menos simbólica
Zelaya, aun si regresa, ya no gobernará merced a los limitantes que le impone el acuerdo firmado, y los golpistas presumen ya de haber resistido las presiones del imperio "Uno debe saber cuándo decir 'no' a la comunidad internacional", resume Marta Lorena Castro
El 30 de junio los partidarios de Micheletti repetían sin cesar en una manifestación con banderas blancas de apoyo al golpe que su pulso con la presión internacional era una batalla "por la dignidad de los hondureños" En ese mismo tono, el pasado 15 de octubre por la noche, durante una celebración en las calles de la clasificación de Honduras al mundial de futbol gracias a un empate entre Estados Unidos y Costa Rica, circuló de celular en celular el siguiente mensaje: "Los gringos nos quitaron la visa para Estados Unidos, pero nos dieron la visa para Sudáfrica 2010"
Además, en la embajada estadunidense, la entrega de visas empezó de nuevo con normalidad este martes 3 de noviembre Obama aprieta, pero no ahoga