Adiós a las "guaguas"

viernes, 13 de marzo de 2009 · 01:00
LA HABANA, 13  de marzo (apro) - Ya no se siente el olor penetrante del diesel ni se divisa el humo negro que anunciaba la llegada, a las paradas del transporte público, de un gigante de metal sin amortiguadores y soportado por 18 llantas, conocido como "camello"
Un invento cubano capaz de transportar a unos 500 pasajeros, construido con dos autobuses de la antigua Unión Soviética soldados sobre una plataforma que hacía temblar la tierra
Eso cambió hace poco más de un año Ahora el suave freno de unas 2 mil 700 nuevas unidades chinas y rusas, con suspensión neumática, integran el parqueo del transporte público en la capital cubana, en un intento por dejar atrás la aguda crisis de casi 20 años que ha provocado airadas manifestaciones de protestas por parte de la población
El gobierno de la isla inyectó en los últimos cuatro años unos 2 mil millones de dólares en la compra de unidades de transportes a dos de sus nuevos grandes socios: China y Rusia Estas nuevas unidades son ahora parte del mosaico urbano de La Habana, ciudad en donde sólo 30%  de la infraestructura del transporte público quedo en pie tras la caída de la Unión Soviética, en 1990
"La 'guagua' no está tan mala, está cambiado", asegura, en entrevista, Alejandro Rodríguez
No todos creen en las bondades del nuevo sistema del transporte A bordo de uno de las unidades de la línea P-5,  Marisela Cantos dice que todo está igual, que hay poco cambio
Pero en lo que coinciden los dos entrevistados es que lo que no cambia son las historias de vida, los gritos y peleas que se registran cotidianamente dentro de las llamadas guaguas
"El cubano es el animal más malo que hay, creo que ni el Sida le hace nada a los cubanos", grita Belkis Campo, una mujer sesentona que se dedica a vender jabas (bolsas de plástico) mientra viaja en la guagua 212 del metrobús P-16, el cual recorre de Santiago de las Vegas a Vedado
Su brazo son como aspas, los mueve haciendo círculos Todos decían, continúa, que los huracanes se llevarían a los cubanos "¡Niña no!? no se llevo a nadie, hasta la iglesia se cayo y los cubanos ahí siguen, no, no esto es Mira, creo que ahora si los americanos cogieron miedo a los cubanos", dice y suelte una risa contagiosa
El metrobús que realiza el servicio del municipio populoso de Santiago de la Vega a la famosa y comercial zona de Vedado, es una de las rutas con mayor movimiento en el nuevo sistema de transporte de pasajeros, en una capital con 22 millones de habitantes que experimentan ahora el cambio masivo de camiones rusos por chinos de la empresa King Long
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) confirmó que el transporte de pasajeros aumentó el año pasado 165%, y el de carga 123% En cambio, el uso de medios alternativos, desde bicicletas a vehículos particulares, creció sólo 29% Lo contrasta con los datos de los años 1990-2005,  periodo en que el transporte de pasajeros cayó 58%
Sólo en la capital cubana, en los últimos cuatro años, más de mil autobuses, rígidos y articulados, se han incorporado al servicio público de transporte que presentaba una situación crítica, debido a la falta de unidades
Cerca de la parada "Ciudad deportiva" el chofer de la guagua 220 grita a todo pulmón: "Así no llego, caballero" Luego, frena bruscamente, sale de su cómoda cabina y recrimina a uno de los pasajeros, un hombre de unos 50 años que parecía una estatua viviente a la mitad del corredor de la guagua: "Guajiro, da el paso o no seguimos?"
A su lado una mujer conversa con un mulato fornido sobre el tema del momento en la sociedad cubana: las compras en los mercados agropecuarios
--Chico, me estaban robando cuatro pesos--, dice la mujer, de tez blanca, en referencia a uno de los mercados agropecuarios en donde el kilo es de 800 gramos
El camión llega a la parada 10 de octubre, igual que como inició el trayecto, repleto No había un centímetro de espacio, ni en las escaleras de las puertas
Uno de los pasajeros, impecablemente vestido, no aguantó su inconformidad y vociferó, al tiempo que frunció el seño: "Están malas la guaguas, muy malas"
Como parte de las estrategias para mitigar los grandes problemas que genera en la capital cubana la transportación de personas, el año pasado las autoridades cubanas duplicaron la cantidad de rutas que conectan la periferia urbana, con las zonas donde se concentran las actividades económicas Actualmente, existen 16 líneas que unen el centro y los suburbios, y una que enlaza las zonas suburbanas
Son las 9:00 horas y la desesperación se apodera de muchos pasajeros Se les hace tarde para el trabajo A bastonazos, una mujer mayor sube a la "guagua" Es bajita, su rostro lleno de surcos delata su avanzada edad
Sin rodeos, grita frente a cuatro personas que ocupan los lugares reservados para ancianos, embarazadas y capacidades diferentes: "Hay alguien que le de el lugar a una mujer desbaratada (vieja enferma)",
Uno sujeto se levanta y le cede el lugar La vieja se acomoda, pero no suelta para nada el bastón que conserva en la mano derecha
Cuatro cuadras antes de la parada de la central de autobuses ?la única que comunican a todas las provincias cubanas, Marianela, trata de despertar a su hijo, de unos 14 años de edad,  que se había quedado dormido en el trayecto
--"Oye, oye, el niño está durmiendo Mírale la boca la tiene abierta y no camina"--, le dice a Marianela  una mujer negra
Pero era tanto el apuro de la madre que no le hizo caso, y jala al menor El niño baja arrastrando los pies y cae al piso
La "guagua" no avanza Atónico, el chofer, como el resto de los viajeros, ve como el muchacho cayó al suelo, como si fuera un costal La madre desesperada le grita: "Robertico, Robertico? despierta" Pasa un minuto, pero el menor no reacciona
Entonces, un joven desciende del autobús con una botella de agua en sus manos Con la mano derecha, hace un pocito y vacía un poco de agua y luego la suelta en la cara del joven
Instantes después, el joven reacciona y bebe más agua Robertico, con  su rompa limpísima, despierta aturdido
Las autoridades cubanas tienen previsto instalar en la mayoría de las unidades dispositivos GPS (sistema de posicionamiento global), con el propósito de localizarlas en caso de accidentes y evitar que sean utilizado para uso particular, algo muy común en Cuba
Luego del incidente con el joven, la guagua 220 de la ruta P-16 continúa su camino a Vedado En el trayecto, la voz de la mujer con su bastón en la mano derecha vuelve a oírse en el autobús:
--"Oye, tu jaba está pesada, ¿por qué no rentaste un taxi", le reclama a una pasajera porque la bolsa de plástico que traía rozaba una de sus piernas
--Qué te pasa, chica, no estoy haciendo naa-, revira
--Pero la anciana no se deja y responde: "No te equivoques,  chica", responde la señora sin dejar de mover su bastón
Las dos mujeres se hacen de palabras hasta que un mulato tercia y les pide calma: "Ya mujer, todos tenemos necesidad de la guagua"
Pero no todos son pleitos, en el trayecto de 20 kilómetros, los cubanos hacen también un repaso de sus problemas cotidianos, como la supuesta corrupción entre maestros
 "En cada bolsa, hay una papa podrida", dice Manuel Pérez, un negro con camiseta de la selección italiana Las infidelidades ("le pegaron los tarros a Jorge y ni cuenta se dio") es otro de los temas más socorridos entre mujeres que viajan cada día
Hace cerca de un año, desapareció la última unidad de transporte público llamado "Camello", conocido entre la población como la "bestia con ruedas", una inmensa mole que aparecía en las paradas cada dos horas Hoy, el problema ya es otro: hay suficientes "guaguas" pero faltan conductores en La Habana
La solución mágica, como casi en todo, incluyendo la educación, los choferes están siendo importados de las provincias cubanas para cubrir el déficit

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