"Hay que acabar con el FMI": Joseph Stiglitz
BERLIN, 13 de marzo (apro)- La actividad económica experimenta un descenso en el mundo por primera vez desde 1945 Los países subdesarrollados sufren especialmente las consecuencias de la crisis financiera y económica Muchos de ellos son totalmente dependientes de las exportaciones, carecen de reservas suficientes y no pueden acceder a créditos de capital
Este es el cuadro de la situación que presenta el último informe del Banco Mundial (BM), hecho público el pasado 9 de marzo, con el nombre "Perspectivas económicas mundiales 2009"
Para su presidente, Robert Zoellick, la crisis global exige soluciones globales En los hechos, esto supone, a su juicio, el trabajo coordinado entre los países industrializados, la economía privada y los organismos internacionales de crédito
El BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) serían así actores principales de la salida de la crisis En noviembre de 2008, el G-20 --que reúne a los gobiernos de las 20 economías más importantes del mundo--,
asignó también a dichos organismos un rol preponderante contra la crisis, insistiendo, sin embargo, en la necesidad de su reforma
Muy diferente es la solución que propone el norteamericano Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001 El primer postulado de su receta suena drástico: acabar con el FMI y el BM Así lo declaró el pasado 9 de marzo, durante una conferencia realizada en Berlín
Dijo:
"El FMI y el BM no están adaptados a los tiempos que corren Muchos países quedan fuera de las decisiones que se toman en el G8 y el G20, o carecen de voz frente al BM y el FMI"
Este punto pone al descubierto, a su juicio, la falta de legitimidad de ambas instituciones
Para Stiglitz, la crisis financiera ofrece la oportunidad de implementar un cambio radical, en el que la Organización de Naciones Unidas (ONU) tendría el papel central Jefe de economistas del BM entre 1997 y 2000, y asesor del gobierno norteamericano durante la administración de Bill Clinton, entre 1995 y 1997, Stiglitz se ha convertido en una voz molesta, una piedra en el zapato de un sector que no escucha con agrado las posturas cuestionadoras
Ironía de la historia
Joseph Stiglitz se mueve con soltura en el estrado de la sala donde se realiza la conferencia La organización corre por cuenta del Consejo de Expertos para la Reforma del Sistema Financiero y Monetario Internacional
Esta comisión fue creada con dicho fin por la ONU Stiglitz la preside El lugar donde se lleva a cabo la conferencia --el Ministerio de Cooperación al Desarrollo del gobierno alemán-- le permite hablar de sus temas preferidos: el desarrollo, las instituciones financieras internacionales, la globalización y, sobre todo, de los instrumentos que podrían ayudar a una salida positiva de la crisis financiera internacional
La comisión de expertos presentará, en junio próximo, sus propuestas de reforma del sistema financiero y monetario, en una conferencia de la ONU que se realizará en junio próximo en Londres
Hace años, Stiglitz era para muchos de sus colegas un ángel caído de los grandes círculos de la economía mundial a los infiernos de la protesta universitaria Un traidor que abandonaba la vicepresidencia del Banco Mundial para lavar los trapos sucios del organismo en conferencias y libros Cuando en 2001 recibió el Premio Nobel de Economía, algunos lo atribuyeron a misteriosos agitadores izquierdistas en las filas del Banco de Suecia
Pero buena parte de las tesis que Stiglitz publicó hace ya una década se han comprobado correctas Sus teorías sobre la dificultad de saber qué está pasando realmente en el mercado y su crítica a los mecanismos de control del FMI y el BM, organismo del que fue vicepresidente y economista jefe, se han confirmado de manera plena
Stiglitz habló en Berlín de una ironía de la historia Ahora que los países en desarrollo parecían haber hecho sus deberes a la perfección --adecuar su economía a la exportación, abrir sus mercados, acceder al mercado internacional de capitales--, la crisis de los países industrializados los golpea brutalmente
La presencia de los países emergentes y subdesarrollados en el seno del FMI y el BM es irrelevante Esto deja sin legitimidad, según Stiglitz, a los organismos internacionales de crédito El economista estadunidense va más lejos Sostiene que las instituciones de regulación económica tienen un problema constitutivo: están hechas para que Estados Unidos mantenga su hegemonía sobre la economía mundial El FMI otorga votos en función del aporte de fondos que realiza cada país Estados Unidos es el único país con derecho a veto en el seno del FMI y designa al presidente de la otra institución reguladora, el Banco Mundial Ambas instituciones están dirigidas de facto por las preferencias político-económicas de Estados Unidos y las grandes potencias industriales Una ley no escrita otorga la presidencia del FMI a un europeo y la del BM a un norteamericano
"Necesitamos un nuevo comienzo", dijo Stiglitz en Berlín "Las Naciones Unidas son la única institución que puede imprimir vigor a las medidas necesarias Creo que sería bueno crear un sistema financiero global dentro del marco de la ONU" señaló el economista
Escepticismo
Heidemarie Wieczorek-Zeul, ministra de Cooperación alemana, es a la vez vicepresidente de la comisión que busca delinear un nuevo rumbo para el sistema financiero global La anfitriona del encuentro no parece estar del todo convencida de la postura radical de Stiglitz
"Crear una nueva estructura tardaría demasiado tiempo Mejor sería reformar el Banco Mundial", dijo la ministra, quien propuso que un consejo mundial de economistas se ocupe de discutir los problemas globales de la economía, en trabajo conjunto con el FMI y el BM "Tenemos que usar la legitimidad que dan las Naciones Unidas", añadió la ministra alemana
"Reformar el Fondo Monetario Internacional sería tan difícil como reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", dice a Apro Reinhard Rode, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Halle "Pero una ampliación del poder y la influencia de los países deudores arruinaría el sistema Una democracia de los deudores en el FMI degeneraría en una suerte de tienda de autoaprovisionamiento de los países con una mala política económica, lo que terminaría en un colapso", sostiene Rode
"Muchas de las críticas al FMI son más ideológicas que técnicas", dice Claudia Zilla, investigadora del Instituto Alemán para Política y Seguridad Internacional de Berlín "Se ven algunos resultados que sirven para culparlo, como la crisis argentina en 2002, pero ésta estuvo muy vinculada a la paridad cambiaria, que no era una medida del FMI", explica la investigadora "Lo cierto es que ya nadie quiere pedirle dinero al FMI y hay una fuerte tendencia, especialmente de los países latinoamericanos, a desligarse de él"
El FMI y el BM difícilmente puedan ser visualizados en Latinoamérica como parte de la solución a la crisis Ambas instituciones han sido el instrumento principal para la aplicación del Consenso de Washington, concepto económico propalado por Estados Unidos y otros países industrializados, a través del cual se instó a Latinoamérica a liberalizar su economía Los organismos son vistos como causantes de las crisis que asolaron la región y gozan de un descrédito notable
"Un cambio en las reglas del mercado financiero podría lograrse mañana mismo, si no se afectara a tantos intereses poderosos ni se perturbara el modelo de negocios de los grandes bancos Pero todavía menos creíble es que una institución tan desacreditada como el FMI reciba ahora el rol del reformador", dice a Apro Elmar Alvater, catedrático emérito de economía internacional de la Universidad Libre de Berlín
"¿Cuántas protestas en países de todo el mundo han sido causadas por las políticas del FMI?", se pregunta "Sin reformar ésta institución no habrá ninguna reforma de la arquitectura financiera internacional Pero en verdad sería casi milagroso que, en la próxima cumbre del G-20, Estados Unidos apoyara una reforma del FMI que vaya en contra de sus intereses", sostiene
La dirección que impulsan los países europeos quedó plasmada en Berlín el pasado 22 de febrero, durante una conferencia preparatoria para la cumbre del G-20 el 2 de abril en Londres Allí los representantes europeos se comprometieron a apoyar el rol del FMI en el manejo de la crisis y en el desarrollo de un sistema de detección temprana de crisis futuras Abogaron por duplicar los fondos del FMI, aunque señalaron que la institución debería avanzar en su reforma
La doble tarea de reformarse a si mismo y jugar al mismo tiempo un papel líder en la crisis parece una exigencia desmedida, cuando no absurda Sería como un bombero que intentara reparar su carro autobomba en medio de un incendio de una dimensión nunca antes vista
A comienzos de julio, Joseph Stiglitz y su Consejo de Expertos para la Reforma del Sistema Financiero y Monetario presentarán sus recomendaciones a la ONU Pocos creen que las propuestas de Stiglitz consigan acabar o siquiera arrinconar a las instituciones de crédito
Justamente en estos días, el FMI ha reaparecido en Europa tras décadas de haber mantenido su zona de influencia básicamente en el hemisferio sur Islandia, Letonia, Hungría, y más recientemente Rumania, han pedido su ayuda
Rumania ya vivió una intervención del FMI a fines de los años ´90 El concepto presentado como "ajuste estructural" provoca pánico en la población El diario económico rumano Capital opinó: "Los efectos positivos de un acuerdo con el FMI son discutibles y poco seguros, mientras que los efectos negativos son completamente seguros"
La red internacional Attac, que crítica el lado oscuro de la globalización, considera que los cambios alentados en el FMI son meramente cosméticos Los recientes créditos otorgados por el organismo responden a sus clásicos programas de ajuste neoliberales Los países se obligan a recortar el gasto público, a través de la eliminación de programas sociales, subsidios energéticos, elevando los impuestos y las tarifas de servicios Se obligan a privilegiar el pago de la deuda externa por sobre las inversiones estatales
Es lo contrario, en suma, de lo que hacen en la actualidad todos los países industrializados, cuyos paquetes de salvamento fomentan la inversión estatal sin desmedro de su endeudamiento
El diagnóstico para Attac es claro, pero el tratamiento sigue siendo incierto "No tenemos un modelo macroeconómico alternativo al capitalismo", reconoció uno de sus dirigentes alemanes, Till Kühnhausen, ante 2,500 participantes de un cogreso de la organización, realizado el 7 y 8 de marzo en Berlín