Afganistán: impunidad occidental
LONDRES, 6 de marzo (apro) - Dos hermanos afganos, Abdul Habib y Mohamed Ali, un comerciante de 32 años y un carnicero de 52 años, respectivamente, fueron ejecutados por soldados de la llamada Coalición Internacional
La ejecución en Kandahar (sur afgano), la madrugada del 16 de enero de 2007, fue un ejemplo notable de la ausencia de rendición de cuentas por parte de las fuerzas internacionales
De acuerdo con una investigación que Amnistía Internacional (AI) concluyó el pasado 26 de febrero, en Londres, Habib (padre de seis hijos) y Ali (con cinco vástagos) estaban desarmados y murieron en su domicilio a consecuencia de disparos efectuados a quemarropa por efectivos internacionales que iban con camuflaje
Un miembro de la familia de Habib narró a AI cómo ocurrieron los hechos:
"Estábamos todos durmiendo en la casa Nos despertó un ruido fuerte y el golpe de la puerta de entrada (Abdul Habib) se levantó y se dirigió a la puerta desde la habitación La abrió y se dio vuelta para ponerse sus zapatos En ese momento los americanos entraron por las ventanas y comenzaron a disparar Su espalda daba hacia la puerta y fue disparado por la espalda Cayó en la habitación, sin saber exactamente lo que ocurría"
Añadió que los "americanos", quienes vestían camuflaje amarillo (comúnmente utilizado en el desierto del sur de Afganistán) y luces en sus cascos, entraron a la fuerza a la habitación
"Vi cómo (Abdul Habib) era arrastrado al patio por dos hombres Los vi cómo le disparaban de nuevo Primero dispararon un tiro, luego otros cinco"
La pesquisa de Amnistía Internacional, de 28 páginas, determinó que en ningún momento los soldados trataron de arrestar a los hermanos ni los alertaron sobre los cargos en su contra y tampoco los identificaron correctamente
Testigos consultados por AI explicaron que los soldados que dispararon pertenecían a la base de artillería Gecko (también conocida como Maholic), ubicada en la antigua sede del mulá Omar, alto dirigente talibán
Dicha base es ocupada principalmente por soldados de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos, desplegados como parte de la Operación "Libertad Duradera"
Pero AI recibió información "creíble" de fuentes internacionales vinculadas con las operaciones militares en Kandahar, en el sentido de que fuerzas clandestinas, incluido personal de "otras agencias gubernamentales" de Estados Unidos, como los servicios secretos de la CIA, también operaron desde esa base
Actualmente la sede es utilizada como base estadounidense y alberga efectivos regulares internacionales, unidades de fuerzas especiales y personal de los servicios de información
Las fuerzas de seguridad afganas en Kandahar han confirmado que no tienen ningún control ni mando sobre la actividad de las fuerzas especiales que actúan desde la base de artillería de Gecko y que no pueden proporcionar ningún recurso a los civiles que resultan heridos por la acción de las unidades destacadas ahí
A más de un año del asesinato de los hermanos Habib y Ali, nadie ha admitido su responsabilidad, pese a los señalamientos de AI, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán y del relator especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Philip Alston
El pasado 12 de mayo, en un reporte de 12 páginas, Philip Alston señaló:
"No sólo no pude obtener ninguna información de los comandantes militares internacionales, sino que tampoco ninguno de ellos siquiera admitió que alguno de sus soldados participara del asesinato"
En tanto, el 30 de diciembre de 2008, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (FIAS), dirigida por personal de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), informó a AI que ningún miembro de su personal participó en la operación
Y, a la fecha, el ejército estadounidense no ha admitido ser parte en los hechos
Sam Zarifi, director para el Programa Asia-Pacífico de la ONG británica, sostiene que la impunidad que rodea las muertes de Abdul Habib y Mohamed Ali "puso de relieve la falta de la debida rendición de cuentas por parte de las fuerzas occidentales que actúan en Afganistán"
Y la investigación de Amnistía Internacional indica que desde el comienzo de las operaciones militares en suelo afgano, el 7 de octubre de 2001, hay al menos 3 mil 485 civiles muertos y 6 mil 273 heridos, todos ellos afganos
De acuerdo con Sam Zarifi, el país se encuentra en un momento clave y la población civil cada vez cuestiona más si su gobierno y sus aliados internacionales están haciendo lo suficiente para protegerlos
El representante del organismo no gubernamental cree que los talibanes han avivado el resentimiento de la población, y las fuerzas internacionales no han demostrado aún que se toman en serio las investigaciones sobre incidentes ni garantizan la rendición de cuentas por los actos cometidos y tampoco indemnizan a las víctimas
En ese sentido, pidió al gobierno de Estados Unidos rendir cuentas por las muertes de civiles inocentes en operaciones militares en Afganistán
El organismo con sede en Londres indica en su investigación que luego de que el presidente norteamericano Barack Obama anunció, el 20 de febrero último, el envío de más tropas a suelo afgano e instó a los miembros de la OTAN a seguir ese ejemplo, debería hacer más para rendir cuentas por las muertes de civiles en acciones militares
"El de 2008 fue el año más violento para civiles desde la caída de los talibanes, y los afganos están comenzando a sentir cada vez más resentimiento por las muertes de civiles, causadas por las fuerzas internacionales durante las redadas nocturnas y otras operaciones por el estilo", explica Zarifi
Agrega: "El desafío para Estados Unidos y sus aliados es asegurarse que un aumento en el número de tropas internacionales provea de mejor seguridad para los afganos, y no los ponga en mayor peligro"
En su reporte, Amnistía Internacional destaca que aún hay gran confusión por las cadenas de comando, mandatos y las reglas de enfrentamiento de soldados provenientes de casi 40 países que operan militarmente en Afganistán
Y algunos de los países que cuentan con soldados en suelo afgano son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Francia, Pakistán, Nueva Zelanda, Holanda, Bélgica, Noruega, Italia, Alemania, España, Portugal, Estonia, Letonia, Ucrania y Georgia
Según el documento, cerca de 55 mil 100 soldados de la OTAN y de las tropas aliadas operan bajo la FIAS, incluidos 23 mil 220 militares de Estados Unidos, mientras que 17 mil tropas operan independientemente de la OTAN bajo el mandato de la Operación "Libertad Duradera"
La investigación sostiene que aunque la situación mejoró desde noviembre de 2008, cuando la FIAS y las fuerzas estadounidenses se unificaron a nivel de comando, ambos grupos cuentan con dos misiones, estructuras de órdenes y decisión completamente separadas
"Esta situación seguramente será exacerbada por la propuesta de adición de decenas de miles de soldados estadounidenses y tropas aliadas a Afganistán", señala el informe
Así mismo, apunta que a pesar de la presencia de miles de tropas internacionales, el conflicto armado en Afganistán está caracterizado por no ser "de carácter internacional", debido a que no es una guerra entre Armadas de dos Estados soberanos, sino más bien de fuerzas gubernamentales contra enemigos internos, con la ayuda de otras naciones
Y todas las partes en un conflicto armado no-internacional están obligadas, como mínimo, a cumplir con el Artículo 3 de la Convención de Ginebra Además, deben cumplir con las llamadas leyes de guerra y leyes internacionales de derechos humanos, sin importar las obligaciones de cada país para los tratados
Uno de los principios fundamentales de la ley humanitaria internacional es el de distinción de blancos de ataque, que obliga a todas las partes del conflicto a distinguir entre combatientes y civiles que no participan de los enfrentamientos (incluidas personas capturadas, que se entregan o resultan heridas)
"Las muertes de Abdul Habib y Mohamed Ali pueden parecer insignificantes en el contexto del conflicto en Afganistán Sin embargo, la falta de rendición de cuentas por parte de las fuerzas de seguridad involucradas en esas muertes da cuenta que esos militares no cumplen con los principios de transparencia, responsabilidad y respeto a la ley", destaca AI en su investigación
En ese sentido, indica que a medida que aumenta el número de tropas en suelo afgano, la percepción de complicidad por parte de las fuerzas de seguridad internacionales está generando más resentimiento y odio entre la población afgana, en especial en el sur y este del país, donde los talibanes y otros grupos armados son más activos
El documento subraya además que para lograr una mejora en la seguridad del país "es imperativo" que las fuerzas de seguridad internacional y afganas respeten las leyes internacionales y de derechos humanos
Y agrega que mejorar el acceso a los derechos de política y economía básicos para los afganos es contingente para mejorar la seguridad y el respeto a las leyes
"Las fuerzas internacionales que operan en Afganistán no pueden simplemente contar con la percepción común entre los afganos que ellos están por sobre la ley Deben, como dicta la ley internacional, asegurarse que haya rendición de cuentas en las acciones que se llevan a cabo, tanto en el plano militar, de contratistas civiles o de agencias de Inteligencia", anota
De acuerdo con el documento de AI, "debe hacerse mucho más para minimizar la muerte de civiles, y que esas tareas no queden en pura retórica"
Las fuerzas de la OTAN, de la FIAS, de Estados Unidos y Afganistán "deben desarrollar urgentemente un sistema unificado o al menos coherente y consistente, para la investigación rápida, efectiva, independiente e imparcial que lleve a los juicios de sospechosos, como también a la creación de un proceso sistemático de reparación para civiles asesinados o heridos como resultado de las operaciones militares internacionales
"Si se clarifica lo que ocurrió con los hermanos de Kandahar, las fuerzas de seguridad internacionales y la comunidad internacional estarán un paso más cerca de haber cumplido con sus obligaciones en Afganistán, y de resolver la creciente inseguridad entre la población afgana", concluye el informe
La ejecución en Kandahar (sur afgano), la madrugada del 16 de enero de 2007, fue un ejemplo notable de la ausencia de rendición de cuentas por parte de las fuerzas internacionales
De acuerdo con una investigación que Amnistía Internacional (AI) concluyó el pasado 26 de febrero, en Londres, Habib (padre de seis hijos) y Ali (con cinco vástagos) estaban desarmados y murieron en su domicilio a consecuencia de disparos efectuados a quemarropa por efectivos internacionales que iban con camuflaje
Un miembro de la familia de Habib narró a AI cómo ocurrieron los hechos:
"Estábamos todos durmiendo en la casa Nos despertó un ruido fuerte y el golpe de la puerta de entrada (Abdul Habib) se levantó y se dirigió a la puerta desde la habitación La abrió y se dio vuelta para ponerse sus zapatos En ese momento los americanos entraron por las ventanas y comenzaron a disparar Su espalda daba hacia la puerta y fue disparado por la espalda Cayó en la habitación, sin saber exactamente lo que ocurría"
Añadió que los "americanos", quienes vestían camuflaje amarillo (comúnmente utilizado en el desierto del sur de Afganistán) y luces en sus cascos, entraron a la fuerza a la habitación
"Vi cómo (Abdul Habib) era arrastrado al patio por dos hombres Los vi cómo le disparaban de nuevo Primero dispararon un tiro, luego otros cinco"
La pesquisa de Amnistía Internacional, de 28 páginas, determinó que en ningún momento los soldados trataron de arrestar a los hermanos ni los alertaron sobre los cargos en su contra y tampoco los identificaron correctamente
Testigos consultados por AI explicaron que los soldados que dispararon pertenecían a la base de artillería Gecko (también conocida como Maholic), ubicada en la antigua sede del mulá Omar, alto dirigente talibán
Dicha base es ocupada principalmente por soldados de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos, desplegados como parte de la Operación "Libertad Duradera"
Pero AI recibió información "creíble" de fuentes internacionales vinculadas con las operaciones militares en Kandahar, en el sentido de que fuerzas clandestinas, incluido personal de "otras agencias gubernamentales" de Estados Unidos, como los servicios secretos de la CIA, también operaron desde esa base
Actualmente la sede es utilizada como base estadounidense y alberga efectivos regulares internacionales, unidades de fuerzas especiales y personal de los servicios de información
Las fuerzas de seguridad afganas en Kandahar han confirmado que no tienen ningún control ni mando sobre la actividad de las fuerzas especiales que actúan desde la base de artillería de Gecko y que no pueden proporcionar ningún recurso a los civiles que resultan heridos por la acción de las unidades destacadas ahí
A más de un año del asesinato de los hermanos Habib y Ali, nadie ha admitido su responsabilidad, pese a los señalamientos de AI, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán y del relator especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Philip Alston
El pasado 12 de mayo, en un reporte de 12 páginas, Philip Alston señaló:
"No sólo no pude obtener ninguna información de los comandantes militares internacionales, sino que tampoco ninguno de ellos siquiera admitió que alguno de sus soldados participara del asesinato"
En tanto, el 30 de diciembre de 2008, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (FIAS), dirigida por personal de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), informó a AI que ningún miembro de su personal participó en la operación
Y, a la fecha, el ejército estadounidense no ha admitido ser parte en los hechos
Sam Zarifi, director para el Programa Asia-Pacífico de la ONG británica, sostiene que la impunidad que rodea las muertes de Abdul Habib y Mohamed Ali "puso de relieve la falta de la debida rendición de cuentas por parte de las fuerzas occidentales que actúan en Afganistán"
Y la investigación de Amnistía Internacional indica que desde el comienzo de las operaciones militares en suelo afgano, el 7 de octubre de 2001, hay al menos 3 mil 485 civiles muertos y 6 mil 273 heridos, todos ellos afganos
De acuerdo con Sam Zarifi, el país se encuentra en un momento clave y la población civil cada vez cuestiona más si su gobierno y sus aliados internacionales están haciendo lo suficiente para protegerlos
El representante del organismo no gubernamental cree que los talibanes han avivado el resentimiento de la población, y las fuerzas internacionales no han demostrado aún que se toman en serio las investigaciones sobre incidentes ni garantizan la rendición de cuentas por los actos cometidos y tampoco indemnizan a las víctimas
En ese sentido, pidió al gobierno de Estados Unidos rendir cuentas por las muertes de civiles inocentes en operaciones militares en Afganistán
El organismo con sede en Londres indica en su investigación que luego de que el presidente norteamericano Barack Obama anunció, el 20 de febrero último, el envío de más tropas a suelo afgano e instó a los miembros de la OTAN a seguir ese ejemplo, debería hacer más para rendir cuentas por las muertes de civiles en acciones militares
"El de 2008 fue el año más violento para civiles desde la caída de los talibanes, y los afganos están comenzando a sentir cada vez más resentimiento por las muertes de civiles, causadas por las fuerzas internacionales durante las redadas nocturnas y otras operaciones por el estilo", explica Zarifi
Agrega: "El desafío para Estados Unidos y sus aliados es asegurarse que un aumento en el número de tropas internacionales provea de mejor seguridad para los afganos, y no los ponga en mayor peligro"
En su reporte, Amnistía Internacional destaca que aún hay gran confusión por las cadenas de comando, mandatos y las reglas de enfrentamiento de soldados provenientes de casi 40 países que operan militarmente en Afganistán
Y algunos de los países que cuentan con soldados en suelo afgano son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Francia, Pakistán, Nueva Zelanda, Holanda, Bélgica, Noruega, Italia, Alemania, España, Portugal, Estonia, Letonia, Ucrania y Georgia
Según el documento, cerca de 55 mil 100 soldados de la OTAN y de las tropas aliadas operan bajo la FIAS, incluidos 23 mil 220 militares de Estados Unidos, mientras que 17 mil tropas operan independientemente de la OTAN bajo el mandato de la Operación "Libertad Duradera"
La investigación sostiene que aunque la situación mejoró desde noviembre de 2008, cuando la FIAS y las fuerzas estadounidenses se unificaron a nivel de comando, ambos grupos cuentan con dos misiones, estructuras de órdenes y decisión completamente separadas
"Esta situación seguramente será exacerbada por la propuesta de adición de decenas de miles de soldados estadounidenses y tropas aliadas a Afganistán", señala el informe
Así mismo, apunta que a pesar de la presencia de miles de tropas internacionales, el conflicto armado en Afganistán está caracterizado por no ser "de carácter internacional", debido a que no es una guerra entre Armadas de dos Estados soberanos, sino más bien de fuerzas gubernamentales contra enemigos internos, con la ayuda de otras naciones
Y todas las partes en un conflicto armado no-internacional están obligadas, como mínimo, a cumplir con el Artículo 3 de la Convención de Ginebra Además, deben cumplir con las llamadas leyes de guerra y leyes internacionales de derechos humanos, sin importar las obligaciones de cada país para los tratados
Uno de los principios fundamentales de la ley humanitaria internacional es el de distinción de blancos de ataque, que obliga a todas las partes del conflicto a distinguir entre combatientes y civiles que no participan de los enfrentamientos (incluidas personas capturadas, que se entregan o resultan heridas)
"Las muertes de Abdul Habib y Mohamed Ali pueden parecer insignificantes en el contexto del conflicto en Afganistán Sin embargo, la falta de rendición de cuentas por parte de las fuerzas de seguridad involucradas en esas muertes da cuenta que esos militares no cumplen con los principios de transparencia, responsabilidad y respeto a la ley", destaca AI en su investigación
En ese sentido, indica que a medida que aumenta el número de tropas en suelo afgano, la percepción de complicidad por parte de las fuerzas de seguridad internacionales está generando más resentimiento y odio entre la población afgana, en especial en el sur y este del país, donde los talibanes y otros grupos armados son más activos
El documento subraya además que para lograr una mejora en la seguridad del país "es imperativo" que las fuerzas de seguridad internacional y afganas respeten las leyes internacionales y de derechos humanos
Y agrega que mejorar el acceso a los derechos de política y economía básicos para los afganos es contingente para mejorar la seguridad y el respeto a las leyes
"Las fuerzas internacionales que operan en Afganistán no pueden simplemente contar con la percepción común entre los afganos que ellos están por sobre la ley Deben, como dicta la ley internacional, asegurarse que haya rendición de cuentas en las acciones que se llevan a cabo, tanto en el plano militar, de contratistas civiles o de agencias de Inteligencia", anota
De acuerdo con el documento de AI, "debe hacerse mucho más para minimizar la muerte de civiles, y que esas tareas no queden en pura retórica"
Las fuerzas de la OTAN, de la FIAS, de Estados Unidos y Afganistán "deben desarrollar urgentemente un sistema unificado o al menos coherente y consistente, para la investigación rápida, efectiva, independiente e imparcial que lleve a los juicios de sospechosos, como también a la creación de un proceso sistemático de reparación para civiles asesinados o heridos como resultado de las operaciones militares internacionales
"Si se clarifica lo que ocurrió con los hermanos de Kandahar, las fuerzas de seguridad internacionales y la comunidad internacional estarán un paso más cerca de haber cumplido con sus obligaciones en Afganistán, y de resolver la creciente inseguridad entre la población afgana", concluye el informe