Alemania: la memoria histórica

viernes, 6 de marzo de 2009 · 01:00
BERLIN, 6 de marzo (apro) - Erika Steinbach dio un paso a un costado La presión política en su contra era demasiado fuerte Durante las últimas dos semanas, la figura de esta diputada de la Unión Democristiana (CDU) tensó las relaciones entre Alemania y Polonia, crispó la convivencia entre democristianos y socialdemócratas en el gobierno y desafió el liderazgo de Angela Merkel al frente de la CDU
A pocos meses de cumplirse el 70 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la polémica en torno a Steinbach deja en claro que la lucha por la memoria histórica se mantiene viva
Erika Steinbach preside la Federación de Desplazados (BdV, por sus siglas en alemán), organización civil que representa los intereses de los 14 millones de alemanes obligados a abandonar el Este europeo tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial Al asumir el cargo, en 1998, Steinbach promovió la construcción de un centro que recordara el destino de estos desterrados El gobierno de Angela Merkel hizo suyo el proyecto Creó una fundación que erigirá la obra en Berlín Le sumó un explícito sentido reconciliatorio, que no tenía
Las administraciones polacas anteriores a la del actual primer ministro Donald Tusk se habían opuesto al proyecto Temían que dicho centro equiparara el dolor de los desplazados alemanes con el que sufrieron cientos de millones de personas a causa del holocausto, los crímenes de guerra y la ocupación nazis Después de mantener intensas negociaciones con el gobierno alemán, Tusk se comprometió a guardar neutralidad frente al proyecto
A mediados de febrero, sin embargo, las autoridades, la oposición y la opinión pública polacas pusieron el grito en el cielo El motivo: la nominación de Erika Steinbach --elevada por la Federación de Desplazados que preside--, para cubrir un puesto en el directorio de la fundación que construirá el memorial
La figura de Steinbach despierta en Polonia reacciones de odio e ira Se la acusa de querer distorsionar la historia y disfrazar de víctima al verdugo
El pasado histórico que enlaza a ambos países tiene todavía un peso enorme en la política interna de Polonia Donald Tusk le expuso su preocupación a Angela Merkel en el encuentro que ambos mantuvieron en Hamburgo el 27 de febrero "Los polacos somos muy sensibles cuando se trata de defender la verdad histórica de la Segunda Guerra Mundial", dijo Tusk a la prensa alemana "En eso somos obsesivos y siempre lo seguiremos siendo"
La nominación de Steinbach debía ser ratificada por el gabinete de ministros germano Los socialdemócratas anticiparon su veto Varios líderes de la CDU anunciaron su solidaridad con la diputada Merkel tuvo que optar entre desatender las buenas relaciones que mantiene con Polonia o arriesgar la pérdida de apoyo interno del partido que la llevará en septiembre próximo como candidata a canciller El 4 de marzo, ante la demostrativa falta de apoyo de la mandataria germana, Steinbach declinó a aceptar la nominación al cargo
"La bestia rubia"
En los primeros años de la posguerra, como reacción frente a las atrocidades cometidas por la ocupación nazi, los gobiernos de Checoslovaquia, Polonia y la Unión Soviética expulsaron tanto a sus antiguos pobladores alemanes como a los que habían llegado a poblar los territorios conquistados En Checoslovaquia, los decretos firmados en octubre de 1945 por el entonces presidente Edvard Bene?, significaron la pérdida de nacionalidad, propiedades y derechos de quienes ocupaban los Montes Sudetes Los expulsados se unieron a los alemanes que ya habían escapado por temor a represalias
El mismo proceso se vivió en Silesia, Pomerania y Prusia Occidental, durante siglos disputadas por alemanes y polacos También en Prusia Oriental, anexada tras la guerra por la Unión Soviética, y en la cuenca rusa del río Volga Millones de alemanes ?que habían servido de justificación y apoyo a Hitler a la hora de invadir los países del Este?, tuvieron que marchar al destierro
En la Alemania federal de posguerra, el reclamo de los desterrados encontró eco entre los sectores conservadores de la CDU La socialdemocracia, al igual que los vecinos checos y polacos, lo veían como un intento de relativizar la responsabilidad histórica que le cabía a Alemania como país agresor
"El fenómeno de los desplazados es naturalmente una consecuencia de la Segunda Guerra Mundial: sin la guerra, no habrían tenido lugar los destierros", dice a Apro Rafal Zytyniec, historiador del Centro de Investigación Histórica de la Academia Polaca de Ciencias, con sede en Berlín "Entre los desplazados nunca hubo una confrontación profunda con el tema de la guerra Nunca se preguntaron de manera crítica quién la había desatado", sostiene
Erika Steinbach nació en 1943 en Prusia Occidental, actual territorio polaco Su rol como lobbysta de los desplazados es cuestionado en Polonia Su padre, el sargento de la fuerza aérea Wilhelm Hermann, formaba parte de las tropas de ocupación Su madre se sumó al repliegue de las tropas alemanas cuando la actual diputada contaba con 18 meses de edad "Llegó con Hitler y con él tuvo que irse", sentenció, de manera lapidaria, el ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radek Sikorski
En Polonia, la sola mención de Steinbach despierta un rechazo visceral Su nombre se relaciona con el intento de tergiversar la historia La prensa suele dedicarle portadas hirientes y epítetos tales como "Bestia rubia", "Falsa desplazada" o "Mentirosa"
La actuación de Steinbach como diputada de la CDU tampoco es vista con buenos ojos en el país vecino En 1990, tras acceder al Parlamento federal, Steinbach votó contra el reconocimiento de las actuales fronteras entre Alemania y Polonia En 2004, votó a favor de aceptar la ampliación de la Unión Europea (UE), excluyendo de manera explícita a Polonia
Reconciliación
La prensa alemana ha saludado el desenlace del conflicto Considera que la obstinación de Erika Steinbach por asumir el cargo en el directorio del memorial, aun a costa de socavar las buenas relaciones con Polonia, la descalifica para la tarea reconciliatoria que se espera lleve a cabo el centro
"Por un lado está la política, y por otro está el fluido contacto humano entre los desplazados y los actuales habitantes de esas tierras", sostiene Zytyniec "Los polacos aceptaron las visitas de los alemanes, que continúan hasta el día de hoy En este terreno se puede hablar de reconciliación A nivel de las personas el contacto funciona muy bien"
Anneliese Jager tiene 73 años y vive en el pueblo de Dargun, situado en el noreste de Alemania La guerra no le ahorró sinsabores "Mi hermana murió de tifus durante la guerra, mi hermano murió en el frente y mis padres poco después: yo soy la única que queda", dice a Apro
En octubre de 1944, cuando contaba con ocho años, Jager tuvo que abandonar junto con sus padres la granja que la familia poseía en Prusia oriental "Ser una desplazada ya no tiene para mí un significado especial; aquí tengo mi familia y estoy en casa", dice
Frau Jager regresó cinco veces al lugar en que pasó su infancia "Fui con toda la familia, llevé a mis hijos", cuenta "Fue muy conmovedor Encontramos nuestro terreno muy bien mantenido y trabajado Fuimos muy bien recibidos por los polacos y hasta el día de hoy mantenemos contacto por correspondencia", dice
El intento de reconciliación con la vecina Polonia fue comenzado por el canciller socialdemócrata Willy Brandt, en la década del 70 La firma del Acuerdo de Varsovia, por el que Alemania desistía de sus antiguos territorios en el Este, le valió a Brandt durísimas acusaciones de la CDU y de los desterrados En la República Checa aún mantienen su vigencia los Decretos de Edvard Bene?, que vedan la restitución de propiedades a antiguos pobladores germanos
El gobierno de Angela Merkel no apoya las demandas de restitución o compensación, presentadas por particulares alemanes frente a tribunales europeos y polacos Erika Steinbach se ha declarado dispuesta a una renuncia a título personal, dejando en libertad de acción a los desterrados que representa "Las ideas que propaga la Federación de Desplazados hoy se exponen de otra manera, pero para un sector de este organismo estas demandas de restitución o indemnización todavía tienen vigencia", señala Rafal Zytyniec
Frau Jager no tiene ningún tipo de interés en este tipo de demandas "También los polacos fueron expulsados de donde estaban y tuvieron que buscarse un lugar para vivir", sostiene "Para mí, es un caso cerrado No quiero nada de eso Sólo queríamos volver a ver el lugar"
El 1 de septiembre próximo se cumplirán 70 años de la invasión alemana a Polonia, que marcó el comienzo de la Segunda Guerra Mundial La carga emocional en torno al tema de los desterrados delata la existencia de una herida que no acaba de cicatrizar El desenlace demuestra, al mismo tiempo, que las relaciones entre los gobiernos de Alemania y Polonia transitan un periodo de acercamiento y madurez política
La canciller privilegió la relación con Polonia Y atendió el reclamo de los socialdemócratas, sus actuales socios y futuros contrincantes La decisión enfrenta ahora a Merkel con un núcleo duro de su propio partido, que apoyó a Erika Steinbach
La canciller encaró el conflicto con habilidad, sin exponerse Su acción silenciosa propició --según sus detractores-- una escalada verbal que llegó demasiado lejos Estos detractores provienen sobre todo de las propias filas democristianas La crítica más repetida contra la canciller es su presunta debilidad en la toma de decisiones  

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