Un fraude inmobiliario al estilo americano
SAN DIEGO, 8 de mayo (apro) - Lo que prometía ser el paraíso para decenas de compradores que pagaron entre 270 mil y 3 millones de dólares para adquirir un condominio de lujo en el Trump Ocean Resort, en Baja California, se ha convertido en una complicada batalla legal en la que el multimillonario y sus socios buscan deslindarse de responsabilidad
Ubicado a 16 kilómetros al sur de la frontera México-Estados Unidos, en la costa norte de Baja California, el proyecto fue abandonado luego que la empresa desarrolladora Irongate, con sede en Los Ángeles, informó a los compradores, en febrero pasado, que abandonaba el proyecto dadas las malas condiciones del mercado financiero
Lo que no sabían los compradores, o por lo menos eso alegan, es que Donald Trump no era el inversionista directo y que, en cambio, sólo había vendido la licencia para utilizar su nombre en el proyecto
Después de casi tres años de lanzado este resort de súper lujo, el terreno, de 17 acres de extensión, se encuentra prácticamente abandonado En el sitio, donde todavía puede verse en un gran espectacular el rostro sonriente de Donald Trump, sólo hay una oficina con un guardia de seguridad que impide el paso, y un gran hoyo en el centro del terreno, nada más Si las cosas hubieran ido como se habían planeado, en este sitio se levantaría la primera de las tres torres de que constaba el proyecto
Ante lo que consideran un fraude, un grupo de 70 de un total de 200 compradores, ha iniciado una batalla legal en la Corte Superior de Los Ángeles con el objetivo de recuperar los 32 millones de dólares que pagaron por concepto de depósitos
Irresistible
"A sólo 30 minutos del centro de San Diego, en Rosarito, Baja California, se levantará el lujoso hotel Trump Ocean Resort, el proyecto inmobiliario del magnate Donald Trump que transformará el concepto de hotelería y servicio en la costa occidental de México"
Con esa publicidad, que se difundió en los principales periódicos de la región, el proyecto atrajo a tantos compradores que, el 9 de diciembre de 2006, en un hotel de San Diego, se rompió el récord de ventas inmobiliarias en México, con más de 122 millones de dólares vendidos en un solo día
El proyecto simplemente parecía fabuloso, dice a Apro un exempleado de la inmobiliaria que pidió no se diera a conocer su nombre
El 3 de mayo del 2007, la empresa de relaciones públicas Hispanic Wire describía el proyecto de esta manera:
"La Spa Tower del Trump Ocean Resort será una propuesta inmobiliaria auténtica y única, distinta a cualquier otra hecha en México, ya que los propietarios serán parte integrante de una experiencia concebida para rejuvenecer cuerpo y alma mediante el uso de materiales naturales, entre ellos telas y muebles orgánicos que comunican sensaciones de serenidad"
Los propietarios de la Spa Tower, continuaba el material publicitario, estarán a pasos de distancia de un lujoso Spa, que ofrecerá masajes, recubrimientos corporales de sal marina, faciales, manicuras/pedicuras y tratamientos personalizados, históricamente utilizados por las antiguas culturas mexicanas
"Este spa con vista al mar tendrá también un puente de piedra que flotará sobre estanques de agua, una boutique con artículos exclusivos, una sala de relajación, piscinas climatizadas, un jardín acondicionado para la meditación, una cueva de vapor y un jacuzzi terapéutico con cascada al aire libre"
Con esa mercadotecnia, la primera torre se vendió como si se tratara de pan caliente
En la misma publicidad de Hispanic Wire Services del 3 de mayo del 2007, Donald Trump reiteraba su apoyo al proyecto "Después de establecer en México un récord de ventas inmobiliarias durante una sola jornada, hemos creado la Fase II del Trump Ocean Resort, que contará con 182 unidades de lujo"
"La Spa Tower aportará la experiencia sin precedentes en la Costa Occidental de México y sobrepasará todas las expectativas asociadas con la posesión de bienes raíces de lujo", dijo Trump en esa fecha
Los precios de los estudios y de los condominios-hotel de una, dos y tres habitaciones comenzaban en 250 mil dólares y llegaban hasta los 3 millones de dólares
El nombre de Trump asociado al proyecto era una garantía de seguridad Después de todo Donald Trump es uno de los grandes promotores inmobiliarios de Nueva York, y tiene proyectos residenciales, hoteleros y campos de golf de gran envergadura en Waikiki, Las Vegas, Chicago, Ft Lauderdale, Miami Beach, Los Ángeles, Atlanta, el Caribe, Westchester (Nueva York), Bedminster (Nueva Jersey), y Dubai (Emiratos Árabes Unidos), entre otros
Guadalupe Mendoza, de 47 años y residente de Downey, California, pensó que el proyecto de Trump era la oportunidad de su vida, así que en el primer día de ventas en San Diego pagó 200 mil dólares de depósito que obtuvo del refinanciamiento de su casa y de un préstamo que le hizo su hermana
"No había cómo no creer en lo que estábamos viendo", dice a Apro esta empleada de la Oficina de Educación del condado de Los Angeles "La presentación era de un detalle extraordinario y veíamos cómo las torres iban creciendo de acuerdo al calendario que nos mostraron", recuerda la compradora
"Después de firmar los papeles, nos llevaron a todos los compradores a disfrutar de un elegante buffet Los empleados del proyecto nos felicitaban por la magnífica decisión que habíamos hecho", dice Mendoza
Lo mismo les ocurrió a Stephen y Linda Drake, quienes pusieron de lado sus temores de comprar una propiedad en México debido a que creían en la imagen de Donald Trump
Esta pareja dio un enganche de 250 mil dólares por un condominio frente al mar en el piso 19 del Trump Ocean Resort Baja en el 2006
La demanda, iniciada el pasado 12 de marzo en la Corte Superior de Los Ángeles, alega, entre otras cosas, que los compradores que pagaron sus depósitos para adquirir un condominio o penthouse en alguna de las torres del proyecto, fueron defraudados al hacérseles creer que Donald Trump era un inversionista directo en el proyecto, y no que sólo habían alquilado los derechos para el uso de su nombre
La acción legal busca que se regresen los depósitos, unos 32 millones de dólares, más los intereses que hayan generado, así como daños punitivos y los costos legales e incumplimiento de contrato, entre otros reclamos
"El nombre de Trump aparece en todas partes en la mercadotecnia del proyecto, incluyendo publicidad, espectaculares, cartas membretadas, en la papelería y hasta en la portada del folleto en el que se ofrecía la información", indica la demanda de 197 páginas
Entre los acusados se encuentran el propio Donald Trump, Donald Trump Jr, su hija Ivanka, y los directivos de la empresa Irongate, de Los Ángeles, y sus socios Punta Bandera Investors USA y S&P Destination Properties
Algo anda mal
Los condominios del Trump Ocean Resort salieron a la venta en el preciso momento en que los precios de las casas se encontraban en su punto más alto, ofreciendo una alternativa atractiva para inversionistas que buscaban una rápida plusvalía por su inversión
La inmobiliaria se había comprometido a iniciar los trabajos de construcción de la primera torre en marzo del 2008 y la segunda en julio del mismo año Todo el conjunto estaría listo hacia finales del 2009, seis meses después de lo proyectado inicialmente
Sin embargo, los compradores pronto se dieron cuenta que algo andaba mal Aunque había maquinaria de construcción en el área, durante todo el 2008 no se vio movimiento alguno, por lo que los compradores empezaron a presionar para saber qué pasaba
Los temores de los compradores comenzaron a materializarse
En diciembre del 2008 recibieron una carta en la que se les informaba que las negociaciones con el banco alemán WestLB habían fracasado y que el proyecto Trump Baja sólo tenía 556 mil dólares en efectivo, e invocaba una cláusula en la que se le daba al desarrollador el derecho a utilizar el dinero de los depósitos
Una carta más les fue enviada en enero, de este año, en la que se les indicaba que Trump había decidido retirar su nombre del proyecto, luego del evidente fracaso
El 16 de febrero, una carta de la empresa Punta Banderas Impulsores avisó a los compradores que el proyecto fue "desechado" dada la extrema dislocación de los mercados financieros y les indicaba que no había dinero para reembolsar los depósitos
"Ellos (Irongate) estuvieron tomando el dinero de los depósitos hasta noviembre del 2008, sin decir absolutamente nada", dijo a Apro Bart Ring, abogado de los demandantes Agregó que a los compradores no se les notificó formalmente hasta febrero del 2009 que el proyecto no seguiría adelante
A pesar que ahora Donald Trump ha hecho todo lo posible para deslindarse del proyecto, lo cierto es que las crónicas del 2006 hablan de otra cosa Un artículo firmado por Elliot Spagat, de Prensa Asociada, del 9 de diciembre del 2006, relata el evento en el que se vendieron condominios y penthouses del proyecto Baja Trump por más de 122 millones de dólares en un solo día
"Donald Trump no estuvo presente en el espectáculo de un día que se montó en un lujoso hotel de San Diego, pero su personalidad estuvo presente todo momento frente a los compradores que tomaron vino y café, mientras esperaban hacer sus ofertas y celebrar, con un sirloin y tacos de pescado, la finalización del acuerdo", describe la nota
"Cuando se trata de inversiones en bienes raíces, Trump es mi ídolo", dijo Med Sami, de 42 años y residente de Irvine, en el condado de Orange, luego de hacer su oferta de 431 mil dólares por un condominio de una recámara en el quinto piso de la torre
El artículo de Spagat menciona que "una pantalla gigantesca en el salón mostraba, al mediodía, que las primeras 70 unidades de la primera torre de 232 unidades, con un valor de 46 millones de dólares, ya habían sido vendidas, incluyendo seis penthouses en el edificio de 27 pisos"
"La hija de Trump, Ivanka, fue una de los primeros compradores, adquiriendo un penthouse de dos recámaras", dijo la agente de ventas Roxanne Loughery de S&P Destination Properties, indica el artículo
"La iniciativa de la hija de Trump era lo que muchos necesitaban para empezar a comprar", dijo Jason Grosfeld, cofundador de Irongate "El hecho de que Donald esté dispuesto a colocar su nombre en el sitio, quiere decir mucho", agregó
"Los compradores, principalmente del sur de California, aseguraron que la participación de Trump les ayudó a eliminar sus preocupaciones acerca de adquirir una propiedad en un país como México, donde tradicionalmente los norteamericanos han tenido problemas al adquirir propiedades, y donde la espiral de violencia aleja a muchos inversionistas"
Hasta ahí la crónica del 2006
Donald Trump, por su lado, ha mantenido que su participación se limitó a la renta de su nombre En una entrevista hecha por CNN el 18 de marzo, el multimillonario trató de deslindarse una vez más de los desarrolladores del proyecto
"Nunca he estado en ese sitio", dijo "Ellos sólo adquirieron mi nombre estoy muy disgustado con lo que ahí ha ocurrido" Sin embargo, aseguró que a los compradores se les había notificado por escrito en los contratos que él sólo había otorgado la licencia para el uso de su nombre y que no era el desarrollador del proyecto
Pero ahora ha decidido contraatacar El pasado 10 de abril, en la Corte de Distrito de Nueva York, el multimillonario de 62 años entabló una demanda contra PB Impulsores por un monto de 40 millones de dólares y una explicación detallada de cómo se gastaron los 32 millones de dólares de los compradores
Ubicado a 16 kilómetros al sur de la frontera México-Estados Unidos, en la costa norte de Baja California, el proyecto fue abandonado luego que la empresa desarrolladora Irongate, con sede en Los Ángeles, informó a los compradores, en febrero pasado, que abandonaba el proyecto dadas las malas condiciones del mercado financiero
Lo que no sabían los compradores, o por lo menos eso alegan, es que Donald Trump no era el inversionista directo y que, en cambio, sólo había vendido la licencia para utilizar su nombre en el proyecto
Después de casi tres años de lanzado este resort de súper lujo, el terreno, de 17 acres de extensión, se encuentra prácticamente abandonado En el sitio, donde todavía puede verse en un gran espectacular el rostro sonriente de Donald Trump, sólo hay una oficina con un guardia de seguridad que impide el paso, y un gran hoyo en el centro del terreno, nada más Si las cosas hubieran ido como se habían planeado, en este sitio se levantaría la primera de las tres torres de que constaba el proyecto
Ante lo que consideran un fraude, un grupo de 70 de un total de 200 compradores, ha iniciado una batalla legal en la Corte Superior de Los Ángeles con el objetivo de recuperar los 32 millones de dólares que pagaron por concepto de depósitos
Irresistible
"A sólo 30 minutos del centro de San Diego, en Rosarito, Baja California, se levantará el lujoso hotel Trump Ocean Resort, el proyecto inmobiliario del magnate Donald Trump que transformará el concepto de hotelería y servicio en la costa occidental de México"
Con esa publicidad, que se difundió en los principales periódicos de la región, el proyecto atrajo a tantos compradores que, el 9 de diciembre de 2006, en un hotel de San Diego, se rompió el récord de ventas inmobiliarias en México, con más de 122 millones de dólares vendidos en un solo día
El proyecto simplemente parecía fabuloso, dice a Apro un exempleado de la inmobiliaria que pidió no se diera a conocer su nombre
El 3 de mayo del 2007, la empresa de relaciones públicas Hispanic Wire describía el proyecto de esta manera:
"La Spa Tower del Trump Ocean Resort será una propuesta inmobiliaria auténtica y única, distinta a cualquier otra hecha en México, ya que los propietarios serán parte integrante de una experiencia concebida para rejuvenecer cuerpo y alma mediante el uso de materiales naturales, entre ellos telas y muebles orgánicos que comunican sensaciones de serenidad"
Los propietarios de la Spa Tower, continuaba el material publicitario, estarán a pasos de distancia de un lujoso Spa, que ofrecerá masajes, recubrimientos corporales de sal marina, faciales, manicuras/pedicuras y tratamientos personalizados, históricamente utilizados por las antiguas culturas mexicanas
"Este spa con vista al mar tendrá también un puente de piedra que flotará sobre estanques de agua, una boutique con artículos exclusivos, una sala de relajación, piscinas climatizadas, un jardín acondicionado para la meditación, una cueva de vapor y un jacuzzi terapéutico con cascada al aire libre"
Con esa mercadotecnia, la primera torre se vendió como si se tratara de pan caliente
En la misma publicidad de Hispanic Wire Services del 3 de mayo del 2007, Donald Trump reiteraba su apoyo al proyecto "Después de establecer en México un récord de ventas inmobiliarias durante una sola jornada, hemos creado la Fase II del Trump Ocean Resort, que contará con 182 unidades de lujo"
"La Spa Tower aportará la experiencia sin precedentes en la Costa Occidental de México y sobrepasará todas las expectativas asociadas con la posesión de bienes raíces de lujo", dijo Trump en esa fecha
Los precios de los estudios y de los condominios-hotel de una, dos y tres habitaciones comenzaban en 250 mil dólares y llegaban hasta los 3 millones de dólares
El nombre de Trump asociado al proyecto era una garantía de seguridad Después de todo Donald Trump es uno de los grandes promotores inmobiliarios de Nueva York, y tiene proyectos residenciales, hoteleros y campos de golf de gran envergadura en Waikiki, Las Vegas, Chicago, Ft Lauderdale, Miami Beach, Los Ángeles, Atlanta, el Caribe, Westchester (Nueva York), Bedminster (Nueva Jersey), y Dubai (Emiratos Árabes Unidos), entre otros
Guadalupe Mendoza, de 47 años y residente de Downey, California, pensó que el proyecto de Trump era la oportunidad de su vida, así que en el primer día de ventas en San Diego pagó 200 mil dólares de depósito que obtuvo del refinanciamiento de su casa y de un préstamo que le hizo su hermana
"No había cómo no creer en lo que estábamos viendo", dice a Apro esta empleada de la Oficina de Educación del condado de Los Angeles "La presentación era de un detalle extraordinario y veíamos cómo las torres iban creciendo de acuerdo al calendario que nos mostraron", recuerda la compradora
"Después de firmar los papeles, nos llevaron a todos los compradores a disfrutar de un elegante buffet Los empleados del proyecto nos felicitaban por la magnífica decisión que habíamos hecho", dice Mendoza
Lo mismo les ocurrió a Stephen y Linda Drake, quienes pusieron de lado sus temores de comprar una propiedad en México debido a que creían en la imagen de Donald Trump
Esta pareja dio un enganche de 250 mil dólares por un condominio frente al mar en el piso 19 del Trump Ocean Resort Baja en el 2006
La demanda, iniciada el pasado 12 de marzo en la Corte Superior de Los Ángeles, alega, entre otras cosas, que los compradores que pagaron sus depósitos para adquirir un condominio o penthouse en alguna de las torres del proyecto, fueron defraudados al hacérseles creer que Donald Trump era un inversionista directo en el proyecto, y no que sólo habían alquilado los derechos para el uso de su nombre
La acción legal busca que se regresen los depósitos, unos 32 millones de dólares, más los intereses que hayan generado, así como daños punitivos y los costos legales e incumplimiento de contrato, entre otros reclamos
"El nombre de Trump aparece en todas partes en la mercadotecnia del proyecto, incluyendo publicidad, espectaculares, cartas membretadas, en la papelería y hasta en la portada del folleto en el que se ofrecía la información", indica la demanda de 197 páginas
Entre los acusados se encuentran el propio Donald Trump, Donald Trump Jr, su hija Ivanka, y los directivos de la empresa Irongate, de Los Ángeles, y sus socios Punta Bandera Investors USA y S&P Destination Properties
Algo anda mal
Los condominios del Trump Ocean Resort salieron a la venta en el preciso momento en que los precios de las casas se encontraban en su punto más alto, ofreciendo una alternativa atractiva para inversionistas que buscaban una rápida plusvalía por su inversión
La inmobiliaria se había comprometido a iniciar los trabajos de construcción de la primera torre en marzo del 2008 y la segunda en julio del mismo año Todo el conjunto estaría listo hacia finales del 2009, seis meses después de lo proyectado inicialmente
Sin embargo, los compradores pronto se dieron cuenta que algo andaba mal Aunque había maquinaria de construcción en el área, durante todo el 2008 no se vio movimiento alguno, por lo que los compradores empezaron a presionar para saber qué pasaba
Los temores de los compradores comenzaron a materializarse
En diciembre del 2008 recibieron una carta en la que se les informaba que las negociaciones con el banco alemán WestLB habían fracasado y que el proyecto Trump Baja sólo tenía 556 mil dólares en efectivo, e invocaba una cláusula en la que se le daba al desarrollador el derecho a utilizar el dinero de los depósitos
Una carta más les fue enviada en enero, de este año, en la que se les indicaba que Trump había decidido retirar su nombre del proyecto, luego del evidente fracaso
El 16 de febrero, una carta de la empresa Punta Banderas Impulsores avisó a los compradores que el proyecto fue "desechado" dada la extrema dislocación de los mercados financieros y les indicaba que no había dinero para reembolsar los depósitos
"Ellos (Irongate) estuvieron tomando el dinero de los depósitos hasta noviembre del 2008, sin decir absolutamente nada", dijo a Apro Bart Ring, abogado de los demandantes Agregó que a los compradores no se les notificó formalmente hasta febrero del 2009 que el proyecto no seguiría adelante
A pesar que ahora Donald Trump ha hecho todo lo posible para deslindarse del proyecto, lo cierto es que las crónicas del 2006 hablan de otra cosa Un artículo firmado por Elliot Spagat, de Prensa Asociada, del 9 de diciembre del 2006, relata el evento en el que se vendieron condominios y penthouses del proyecto Baja Trump por más de 122 millones de dólares en un solo día
"Donald Trump no estuvo presente en el espectáculo de un día que se montó en un lujoso hotel de San Diego, pero su personalidad estuvo presente todo momento frente a los compradores que tomaron vino y café, mientras esperaban hacer sus ofertas y celebrar, con un sirloin y tacos de pescado, la finalización del acuerdo", describe la nota
"Cuando se trata de inversiones en bienes raíces, Trump es mi ídolo", dijo Med Sami, de 42 años y residente de Irvine, en el condado de Orange, luego de hacer su oferta de 431 mil dólares por un condominio de una recámara en el quinto piso de la torre
El artículo de Spagat menciona que "una pantalla gigantesca en el salón mostraba, al mediodía, que las primeras 70 unidades de la primera torre de 232 unidades, con un valor de 46 millones de dólares, ya habían sido vendidas, incluyendo seis penthouses en el edificio de 27 pisos"
"La hija de Trump, Ivanka, fue una de los primeros compradores, adquiriendo un penthouse de dos recámaras", dijo la agente de ventas Roxanne Loughery de S&P Destination Properties, indica el artículo
"La iniciativa de la hija de Trump era lo que muchos necesitaban para empezar a comprar", dijo Jason Grosfeld, cofundador de Irongate "El hecho de que Donald esté dispuesto a colocar su nombre en el sitio, quiere decir mucho", agregó
"Los compradores, principalmente del sur de California, aseguraron que la participación de Trump les ayudó a eliminar sus preocupaciones acerca de adquirir una propiedad en un país como México, donde tradicionalmente los norteamericanos han tenido problemas al adquirir propiedades, y donde la espiral de violencia aleja a muchos inversionistas"
Hasta ahí la crónica del 2006
Donald Trump, por su lado, ha mantenido que su participación se limitó a la renta de su nombre En una entrevista hecha por CNN el 18 de marzo, el multimillonario trató de deslindarse una vez más de los desarrolladores del proyecto
"Nunca he estado en ese sitio", dijo "Ellos sólo adquirieron mi nombre estoy muy disgustado con lo que ahí ha ocurrido" Sin embargo, aseguró que a los compradores se les había notificado por escrito en los contratos que él sólo había otorgado la licencia para el uso de su nombre y que no era el desarrollador del proyecto
Pero ahora ha decidido contraatacar El pasado 10 de abril, en la Corte de Distrito de Nueva York, el multimillonario de 62 años entabló una demanda contra PB Impulsores por un monto de 40 millones de dólares y una explicación detallada de cómo se gastaron los 32 millones de dólares de los compradores
