Irlanda del Norte: la señora Robinson

sábado, 23 de enero de 2010 · 01:00

BELFAST, 22 de enero (apro).- Todo comenzó el pasado jueves 7, cuando la BBC de Londres reveló, en un programa de su serie de investigación Spotlight, que la diputada Iris Robinson, de 60 años y esposa del ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, mantuvo una relación con un joven de 19 años, a quien le consiguió un préstamo no declarado.
El escándalo amoroso de la señora Robinson, a quien todos llaman así ahora, evocando a la seductora madura de la película El graduado, llevó a que el pasado lunes 11 su esposo se autosuspendiera del cargo durante seis semanas, lo que provocó una nueva crisis política en Irlanda del Norte y generó un impasse entre unionistas y nacionalistas por el traspaso de poderes de Londres a Belfast.
Robinson, jefe del mayoritario partido unionista DUP, pidió a su colega Arlene Foster, actualmente ministra de Comercio, que ocupe su lugar al frente del gobierno compartido entre católicos y protestantes.
El vicepremier es el republicano del Sinn Fein, Martin McGuinness, quien desde que se desató el escándalo ha puesto en tela de juicio la capacidad de gobierno de un funcionario envuelto en problemas de faldas, engaños y préstamos no declarados.
Robinson rechaza haber estado al tanto de las actividades de su esposa, quien ahora fue despedida del DUP, perdió su banca en el Parlamento de Westminster, en Londres, y está internada en una clínica psiquiátrica del Ulster por severos problemas mentales.

Problemas de dinero

La señora Robinson ya era un personaje muy polémico en Irlanda del Norte, principalmente por sus opiniones ultra religiosas (protestantes metodistas), su aversión a los homosexuales y una supuesta malversación de fondos públicos.
El 12 de abril de 2009, tanto Iris como Peter Robinson quedaron envueltos en un publicitado escándalo por gastos excesivos de parlamentarios británicos. La pareja fue calificada entonces como la “lujosa familia Robinson”, tras haberse revelado que ambos llegaron a percibir del erario británico 571.939 libras (unos 940.000 dólares) al año sólo en materia de salarios y gastos de supuestos empleados en sus oficinas parlamentarias, sumado eso a otras 150.000 libras (246.000 dólares) pagadas a cuatro miembros de su propia familia.
El 28 de diciembre último, previo a la emisión del programa de investigación de la BBC, que dejó al descubierto su vida privada y manejos financieros, Iris Robinson anunció su decisión de abandonar el mundo de la política como consecuencia de una “crisis severa de depresión”.
En ese momento, la diputada dijo que el estrés y la presión de la vida pública tuvieron un alto precio en su salud mental.
El pasado miércoles 6, la señora Robinson emitió un comunicado en el que admitió haber intentado suicidarse el 1 de marzo de 2009.
Un día después, el ciclo Spotlight de la BBC reveló que la mujer tuvo un romance con el joven Kirk McCambley, de 19 años, y que obtuvo un préstamo de 50.000 libras esterlinas (unos 83.000 dólares) de dos empresarios inmobiliarios para ayudar a McCambley a abrir un café.
De acuerdo con la BBC, debido a que no declaró los préstamos a la Asamblea de Irlanda del Norte, violó los códigos internos del gobierno.
La señora Robinson pidió luego a McCambley unos 8.000 dólares en efectivo, así como un cheque para su iglesia de Dundonald, donde suele asistir cada domingo para rezar.
Según la investigación, Peter Robinson presionó a su esposa para que obtuviera el dinero prestado, aunque evitó informar a las autoridades acerca de dicha transacción, una falta grave teniendo en cuenta que se trataba del ministro principal de Irlanda del Norte.
La BBC logró recavar que la señora Robinson habría mantenido en el pasado otros romances, entre ellos con el padre del joven McCambley, Billy, quien murió de cáncer en marzo de 2008.
Luego del escándalo, la Alcaldía de Castlereagh (Belfast sur) anunció el 14 de enero el inicio de una investigación sobre irregularidades por el contrato y préstamos otorgados a Kirk McCambley.

La polémica rosa

A comienzos de junio de 2008, pocos días después de un ataque homofóbico contra un hombre gay en Irlanda del Norte, la señora Robinson declaró durante una entrevista con la radio de la BBC que todos los homosexuales debían someterse a un tratamiento psiquiátrico.
Aunque condenó dicho ataque homofóbico, la mujer sostuvo que la homosexualidad es una "abominación" que la hace sentir "asqueada", y recomendó a todos los gays y lesbianas que visitaran un psiquiatra que ella conocía muy bien.
En una entrevista posterior con la BBC, la señora Robinson defendió su posición y negó ser discriminadora para con los homosexuales, lesbianas y transexuales, afirmando que así como "un asesino puede ser redimido por la sangre de Cristo, de la misma manera un homosexual puede ser redimido. Si alguien se molesta con esto, se está molestando con la palabra de Dios".
Sus declaraciones fueron criticadas duramente por representantes del Colegio Real de Psiquiatras, por el Proyecto Rainbow, el Partido de la Alianza, el Sinn Fein, el Partido Social Democrático y el Laborista.
El psiquiatra en cuestión, el doctor Paul Miller, se vio obligado a renunciar poco después como su "asesor", y abandonó de forma temporal su posición como psiquiatra especializado en el Hospital Mater de Belfast.
La polémica fue tal que la Policía de Irlanda del Norte abrió una investigación luego de recibir más de un centenar de quejas de la población, entre ellas del activista por los derechos de los homosexuales, Robert Toner, quien elevó su acusación a la Comisión de Igualdad de Gran Bretaña.
A pesar del escándalo, la señora Robinson mantuvo su posición en una ponencia pública el 17 de junio de 2008 y en una entrevista con el Belfast Telegraph cuatro días más tarde.
Para finales de julio de 2008, más de 15.000 personas firmaron un pliego petitorio que fue entregado al primer ministro británico, Gordon Brown, pidiendo una reprimenda pública a la señora Robinson por su posición sobre la homosexualidad.
Como resultado por sus polémicas declaraciones, Robinson fue nominada en 2008 al "premio" de "Discriminadora del Año" por el grupo Stonewall.
Lo cierto es que luego del documental de la BBC en enero pasado, la decisión del paso al costado del ministro principal norirlandés, informada a la Asamblea Nacional de Irlanda del Norte por su presidente, William Hay, se conoció poco después de que Robinson recibió una confirmación de máximo apoyo de su partido.
La suspensión de seis semanas durará mientras se realice una investigación sobre su accionar respecto del préstamo obtenido por su esposa, del que sabía pero no lo declaró, como impone la ley.
En un comunicado oficial presentado en la Asamblea de Stormont, Peter Robinson ratificó el alejamiento temporal del cargo dispuesto por él mismo y aseguró que no violó código o ley alguna en el caso del préstamo.
"Afirmo nuevamente que actué éticamente y es particularmente doloroso, en ese momento de gran trauma personal, que deba defenderme de una acusación infundada y maliciosa. Como es sabido, pedí un informe parlamentario (en Belfast y en Westminster) sobre el caso", declaró.
El hecho, primero familiar y luego político, llevó a la ahora exdiputada Robinson a someterse a tratamientos psiquiátricos, pues luego de poner fin a la relación, dijo haber pensado en el suicidio.
Al intervenir en la Asamblea en lugar del primer ministro, la sucesora temporal Foster recordó que el Consejo Legal del gobierno mantiene que Robinson no cometió violaciones a la norma.
También solicitó a ese órgano que se ocupe con rapidez del caso para continuar con la labor del gobierno compartido del Ulster.
"Estoy segura de que la posición de Peter será aclarada", enfatizó optimista Foster, quien definió como "falsas" las afirmaciones del programa de la BBC.
Sin embargo, para el Sinn Fein, aunque "Robinson necesita tiempo para resolver sus cuestiones personales, el reloj avanza".
"Este es un gobierno de asociación y coalición. Martin McGuinness dijo claramente que estamos entrando a una crisis. La gente necesita que se resuelvan los problemas de la devolución de los poderes de la justicia y la policía en Irlanda del Norte", declaró un dirigente de esa agrupación nacionalista el pasado martes 12 a la radio 4 de la BBC.
Dos días más tarde, Brown decidió convocar a una reunión de emergencia en Londres con su colega irlandés, Brian Cowen, con quien discutió las trabas y dificultades para el traspaso de poderes a Irlanda del Norte, luego de temores acerca de que dicho proceso de negociación quedó en un "impasse".
Brown se reunió en su residencia de Downing Street para discutir planes concretos que permitan la devolución de poderes en las áreas de Seguridad y Policía de Westminster a Stormont, temas que quedaron trabados debido a la salida de Robinson de su cargo y la falta de confianza de los nacionalistas en un proceso claro y transparente.
Este fue el primer encuentro entre ambos mandatarios, luego que el llamado "escándalo Robinson" puso más tensión en el gobierno de coalición del Ulster que comparten los unionistas del DUP y los republicanos del Sinn Fein.
En caso de no resolverse el "impasse" y avanzarse con la devolución de poderes de Londres a Belfast, la Asamblea de Stormont podría colapsar.
Tanto Gran Bretaña como la República de Irlanda, que impulsaron el Acuerdo del Viernes Santo (1998), quieren ahora evitar una crisis política y gubernamental que provoque una vuelta al mandato directo de Irlanda del Norte desde Westminster, y a los oscuros días de sangrientos enfrentamientos y profundas divisiones entre ambas comunidades.

cvb
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