Condena México ataque norcoreano

martes, 23 de noviembre de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 23 de noviembre (apro).- El gobierno de Felipe Calderón condenó este martes el ataque de Norcorea contra la isla surcoreana de Yeonpyong, y demandó el cese inmediato de las hostilidades.

En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) manifestó que el gobierno de México “deplora y condena enérgicamente el ataque norcoreano contra la isla surcoreana de Yeonpyong, que ha causado la muerte de efectivos militares surcoreanos, y heridas a militares y civiles de ese país”.

De conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, agregó, México “demanda al gobierno de la República Popular Democrática de Corea el cese inmediato de las hostilidades, así como abstenerse de nuevas provocaciones”.

El gobierno calderonista se pronunció porque Norcorea abandone el programa nuclear con fines bélicos, e instó a las dos Coreas a retomar el diálogo “con miras al establecimiento de una paz duradera en la península coreana”.

Asimismo, expresó “su solidaridad con  el pueblo y el gobierno de la República de Corea por los muertos y heridos durante este incidente”.

La mayoría de las grandes potencias, entre ellas Estados Unidos y China, también condenaron o expresaron su preocupación por el bombardeo de Corea del Norte sobre la isla de Yeonpyeong, que dejó dos muertos y 18 heridos, según la prensa.

En un comunicado, la ministra francesa de Relaciones Exteriores, Michele Alliot Marie, exigió a Corea del Norte que ponga "fin a las provocaciones", y "condenó con la mayor firmeza los disparos de artillería norcoreanos".

"Francia llama a Corea del Norte a poner fin a las provocaciones y a abstenerse de cualquier nuevo acto susceptible de agravar la tensión en la región", agregó la ministra, quien saludó la "responsabilidad" que demostraron las autoridades de Seúl.

A su vez, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que "Estados Unidos condena enérgicamente este ataque y llama a Corea del Norte a detener su acción beligerante y a cumplir en su totalidad los términos del Acuerdo de Armisticio".

En tanto, los países europeos denunciaron la "provocación" de Pyongyang.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, fue contundente: "Lo que ocurrió merece ser condenado. Los que iniciaron esto y procedieron a disparos contra la isla sudcoreana (...) tienen un enorme responsabilidad".

El primer ministro japonés, Naoto Kan, llamó a sus gobiernos a prepararse para cualquier acontecimiento inesperado, en tanto que China, principal respaldo internacional del régimen nodcoreano, manifestó su "preocupación" y calificó de "imperativa" la necesidad de reactivar las negociaciones del grupo de los seis (ambas Coreas, EU, Rusia, Japón y China) sobre el programa nuclear de Pyongyang.

Este martes, Corea del Norte disparó decenas de obuses contra una isla sudcoreana, con un saldo de dos militares muertos, lo que provocó una réplica inmediata de Corea del Sur, en una situación regional ya tensa por la revelación de un nuevo programa de enriquecimiento de uranio de Pyongyang.

Corea del Sur decretó el estado de alerta de sus fuerzas armadas y advirtió que tomará "represalias" en caso de nuevas "provocaciones", tras uno de los incidentes fronterizos más graves desde la Guerra de Corea de 1950-1953.

Por su lado, Corea del Norte acusó a Seúl de haber disparado primero.

En un comunicado del comando militar de Corea del Norte, difundido por medios estatales de ese país, se señala que "si el gobierno títere sudcoreano se atreve a avanzar aunque sea 0.001 milímetros en aguas soberanas de Corea del Norte, las Fuerzas Armadas revolucionarias no dudarán en tomar nuevamente drásticas medidas militares".

Según la declaración norcoreana, en el mar Amarillo sólo es válida la línea de demarcación establecida por Pyongyang, que se encuentra más al sur de la trazada por las Naciones Unidas y aceptada por Seúl.

La comandancia del ejército norcoreano apuntó: “El enemigo sudcoreano, pese a nuestras reiteradas advertencias, libró provocaciones militares con disparos de artillería contra nuestro territorio marítimo junto a la isla de Yeonpyeong, a partir de la 13:00 (04:00 GMT)".

De acuerdo con un balance de las Fuerzas Armadas sudcoreanas, dos infantes de marina murieron en el bombardeo de la isla, que también dejó cinco heridos graves y diez leves.

Según el canal televisivo sudcoreano YTN, una cincuentena de obuses cayeron en la isla de Yeonpyeong, ubicada en el Mar Amarillo, en una zona en disputa entre las dos Coreas que ya fue punto de otros incidentes.

Los disparos se produjeron días después de que un científico estadunidense indicara que las autoridades del régimen comunista de Corea del Norte, que dispone del arma nuclear, le habían mostrado una enorme y nueva planta de enriquecimiento de uranio con cientos de centrifugadoras ya instaladas, revelación que ya había dado lugar a expresiones de preocupación de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

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