EU abre investigación criminal por filtraciones de WikiLeaks
MÉXICO, D.F., 29 de noviembre (apro).- Ante el escándalo que provocó la filtración, por parte del sitio web WikiLeaks, de más de 250 mil mensajes enviados por diplomáticos de Estados Unidos, el fiscal general de ese país, Eric Holder, informó que su departamento abrió una investigación criminal, ya que ello supone, dijo, “un riesgo para la seguridad nacional".
Según Holder, la filtración de cables diplomáticos de embajadas y misiones estadunidenses "pone en peligro no sólo a individuos y diplomáticos, sino también la relación que tenemos con nuestros aliados en todo el mundo".
En respuesta, el portavoz de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, señaló que dichos mensajes, en su mayoría enviados en los últimos años, no suponen una amenaza para la seguridad del país.
En declaraciones a la cadena de televisión CNN, Hrafnsson apuntó que "nada en los cables plantea un problema de seguridad nacional".
"Si hablamos de tensión en relaciones bilaterales o situaciones embarazosas, eso no entra en la categoría de seguridad nacional", afirmó el portavoz de WikiLeaks, quien señaló que más de la mitad de los cables divulgados no son confidenciales. WikiLeaks, agregó, no tiene ningún documento clasificado como "máximo secreto".
Sin embargo, el diario The New York Times, uno de los cinco periódicos que accedieron a los cables por adelantado, señaló que alrededor de 11 mil documentos estaban clasificados como "secretos" y otros nueve mil como "noforn", una abreviatura en inglés para indicar que se trata de material considerado demasiado delicado como para compartirlo con gobiernos extranjeros.
El portavoz de WikiLeaks reviró diciendo que no esperaba que los documentos revelaran tanto espionaje por parte de diplomáticos estadunidenses. "Nos sorprendió el grado de espionaje", dijo.
Entre las revelaciones contenidas en los documentos se señala que el gobierno estadunidense dio instrucciones a sus diplomáticos para que espiaran a políticos extranjeros y altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre ellos el secretario general, Ban Ki-moon.
Al respecto, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, salió en defensa de sus connacionales.
"Nuestros diplomáticos saben exactamente lo que son: diplomáticos", dijo Crowley, frase a la que The New York Times añadió la palabra “espías”, al señalar que el funcionario manifestó que los representantes del gobierno estadunidense en el extranjero no son "espías”.
Entre el gran número de notificaciones confidenciales publicadas el domingo por WikiLeaks también hay indicaciones del Departamento de Estado para que se recoja información sobre líderes extranjeros.
Las instrucciones, en parte firmadas por la titular de la cartera, Hillary Clinton, fueron enviadas a embajadas en Cercano Oriente, Europa del Este y América Latina, así como a la misión de Estados Unidos ante la ONU, señaló The New York Times.
El rotativo apuntó a una labor "ampliada" de los funcionarios en el extranjero que "difumina la frontera entre el espía y el diplomático".
A algunos representantes estadunidenses, por ejemplo, se les pidió que recojan números de tarjetas de crédito, así como de planes de trabajo y detalles sobre redes de telecomunicación utilizadas.
Instrucciones de ese tipo iban a menudo vinculadas con las clásicas indicaciones a un diplomático.
En concreto, se detalla que el Departamento de Estado pidió en 2009 a su embajada en Bulgaria que enviara informaciones sobre las medidas del país contra el lavado de dinero y el tráfico de drogas, así como sobre "las relaciones personales entre líderes búlgaros y oficiales rusos".
Crowley defendió instrucciones de ese tipo, diciendo que es algo que otros países hacen también "desde hace cientos de años".
Los diplomáticos "representan a nuestro país en todas partes del mundo y tienen una relación abierta y transparente con representantes de gobiernos extranjeros y de la sociedad civil. En el marco de ese proceso recogen informaciones que dan forma a nuestra política", apuntó.
Francia defiende a EU; Berlusconi minimiza revelaciones
Por separado, Francia afirmó este lunes que defenderá a Estados Unidos ante el escándalo que provocó la publicación de miles de cables con secretos diplomáticos por parte de WikiLeaks, y calificó las filtraciones como una amenaza a la soberanía democrática.
De acuerdo con el diario francés Le Monde –otro de los diarios que tuvo por adelantado la información, además de El País, Der Spiegeal y The Guardian–, los documentos describen al presidente Nicolas Sarkozy como "susceptible" y "autoritario", en tanto que a la canciller alemana, Angela Merkel, la califican como alguien que "evita los riesgos"; al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, como "incapaz", y al primer ministro ruso, Vladimir Putin, como un "macho dominante".
El portavoz del gobierno, Francois Baroin, dijo que Francia se había enterado sobre los cables desde antes de su publicación y prometió apoyar a Estados Unidos, su aliado en la OTAN, en la defensa de la confidencialidad diplomática.
"Respaldamos mucho al gobierno estadunidense en sus esfuerzos por evitar no sólo lo que daña la autoridad de los países y la calidad de sus servicios, sino también pone en peligro a los hombres y mujeres que trabajan para defender a su país", dijo Baroin –también ministro de Presupuesto– a la radio Europe 1.
"La autoridad y la soberanía democrática están amenazadas por este tipo de prácticas", dijo Baroin sobre la divulgación de los documentos clasificados estadunidenses.
"Si existiera algo así como un WikiLeaks francés, deberíamos ser inflexibles", aseveró.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, minimizó las revelaciones de WikiLeaks, según las cuales el gobierno de Estados Unidos lo considera un gobernante inepto, vanidoso e ineficaz.
Berlusconi desestimó las críticas reveladas en el sitio digital y aclaró que sólo se trata de opiniones políticas de la encargada de negocios de la embajada estadunidense en Roma, Elizabeth Dibble.
Il Cavaliere, como es conocido el gobernante italiano, fue descrito por Dibble como un líder "física y políticamente débil", que participa en "fiestas salvajes" que no le dejan descansar lo suficiente.
Según el primer ministro italiano, esas opiniones sobre su persona no son nada comparadas con las últimas revelaciones aparecidas en el polémico portal en Internet.
El opositor Partido Demócrata (PD), la mayor fuerza política contraria al gobierno, insistió en que los documentos publicados confirman "cómo Berlusconi ha desacreditado la imagen de Italia en el mundo".
A su vez, el ministro de Defensa de Italia, Ignazio La Russa, indicó a la prensa local que la publicación de los cables diplomáticos es ilegal y llamó a no darles excesiva importancia.
Y aunque La Russa insistió en que los nexos entre Italia y Estados Unidos son óptimos, consideró que la difusión de los cables obligará a cambiar el sistema de relaciones diplomáticas.
"Los diplomáticos tendrán que ser más cuidadosos, más reflexivos y más prudentes en sus informes", advirtió.
En tanto, Alemania afirmó que las filtraciones hechas no afectarán las relaciones entre Berlín y Washington, en un intento del gobierno de poner diques al maremoto político desatado por esa página.
“La relación entre ambos países es robusta, firme y densa, más allá de lo publicado, y se basa en una amistad histórica y en unos valores comunes”, aseguró Steffen Seibert, portavoz oficial del gobierno alemán en Berlín.
Seibert reafirmó la presunta “ilegalidad” de las filtraciones hechas por WikiLeaks y agregó que la información publicada no había sido “contrastada” con otras fuentes, de manera que “esto es algo que no puede hacer ningún daño serio a las relaciones”.
El vocero del Ministerio alemán de Asuntos Exteriores, Andreas Peschke, coincidió en la valoración pública de su compañero, y aseguró que las relaciones de Alemania y Estados Unidos no cambiarán por las filtraciones, aunque reconoció que lo publicado podría ser significativo para otras regiones del planeta.
Además, Peschke explicó que en los próximos días su Ministerio analizará los documentos, e introdujo la posibilidad de que los mismos pudiesen poner en peligro la seguridad de Alemania.
Respecto a quien filtró los telegramas diplomáticos enviados desde la embajada de Estados Unidos en Berlín, el portavoz de Merkel agregó que “el gobierno federal no va a ponerse a jugar a detectives”.
Dichas filtraciones recogen informes y telegramas diplomáticos del gobierno estadunidense.
En los concernientes a Alemania, el embajador de Estados Unidos en Berlín, Philip Murphy, valoró abiertamente las cualidades de diversos políticos alemanes, entre ellos Merkel y el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle.
Según dichos documentos, el embajador calificó a la canciller federal de “teflón Merkel” y la definió como “poco creativa y reticente a asumir riesgos”, además de criticar su mayor “distanciamiento” respecto de Barack Obama, en contraste con la “cercanía” que manifestaba con su predecesor George W. Bush.
Sobre el ministro de Asuntos Exteriores, Murphy opinó que es “agresivo y arrogante”, y lo consideró incompetente para el cargo, además de “no tener un interés real en las relaciones internacionales”.
Por otro lado, el gobierno paraguayo informó este lunes que "invitó" a una reunión a la embajadora de Estados Unidos para recavar información sobre los cables diplomáticos de Washington, revelados por el sitio web WikiLeaks, que contienen señalamientos vinculados a Paraguay.
El canciller Héctor Lacognata dijo a periodistas que si los informes se confirman, constituiría una injerencia en asuntos internos de otro país y un hecho grave.
"Si se llega a confirmar, es un hecho que puede considerarse grave. Pero estamos hablando de supuestos y necesitamos avanzar en la investigación y hablar con los protagonistas. Es un tema delicado que requiere prudencia", afirmó el ministro.
De acuerdo con medios locales, que citaron documentos del sitio web WikiLeaks, Estados Unidos investigó un posible apoyo financiero del mandatario venezolano, Hugo Chávez, al presidente paraguayo, Fernando Lugo, durante la campaña que lo llevó al gobierno en 2008, además de pedir datos sobre candidatos presidenciales.
También señalan que Washington habría pedido a la embajada en Asunción averiguar sobre la eventual presencia de grupos terroristas islámicos en la zona de la Triple Frontera, en el este del país, donde confluyen ciudades de Paraguay, Brasil y Argentina.
"Necesitamos recavar información y para ese hecho hemos invitado a la embajadora de Estados Unidos a cancillería hoy (lunes) cercano al mediodía, donde estaremos solicitando una explicación en relación a estas publicaciones", precisó Lacognata.