MÉXICO, D.F., 21 de diciembre (apro).- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, afirmó que la petición de extradición por parte de Suecia tiene motivos políticos y teme que las autoridades de ese país no sometan su caso a un proceso justo, en virtud de que demandaron que se le impida cualquier comunicación y que a su abogado sueco no se le permita hablar sobre el asunto.
“Lo que se pide es que se me lleve por la fuerza a Suecia y una vez allí, estar (en situación) de incomunicado. Esa no es una circunstancia en la que pueda darse una justicia natural”, dijo en entrevista al programa Today de la BBC en la mansión de Suffolk, en el este de Inglaterra.
En referencia a sus dudas sobre la transparencia de la justicia en Suecia, Assange –en libertad condicional desde el pasado jueves 16–dijo que no necesita volver a ese país, ya que la ley dice claramente que tiene “ciertos derechos”, y éstos significan que no necesita hablar con fiscales al azar en todo el mundo que sólo quieren una conversación.
Suecia exige la extradición del australiano de 39 años por dos casos de abuso sexual que el fundador de Wikileaks niega y atribuye a una conspiración en su contra por la filtración de miles de cables diplomáticos que pusieron al descubierto la política exterior de Estados Unidos.
En su entrevista con el programa de la cadena británica BBC, Assange insistió en que su misión es promover la justicia “a través del método de la transparencia”.
“El mundo tiene muchos problemas que necesitan ser reformados, y sólo vivimos una vez”, dijo.
“El proceso de reforma política es algo que no podemos ver de inmediato, pero ya vemos que hemos cambiado gobiernos, ciertamente hemos cambiado muchas figuras políticas dentro de los gobiernos”, agregó.
Desde el pasado jueves, el fundador de Wikileaks permanece en el sureste de Inglaterra en la casa de su amigo Vaughan Smith y lleva una pulsera electrónica; además, debe presentarse cada día en la oficina de la policía local.
La próxima audiencia sobre el proceso de extradición de Assange está prevista para el 11 de enero en un tribunal de Westminster, en Londres.