Sepultan a disidente cubano

jueves, 25 de febrero de 2010 · 01:00

LA HABANA, 25 de febrero (apro).- "¡Zapata Vive!", fue uno de los gritos que se escucharon en el Cementerio Sur La Güira del municipio de Banes, en la provincia de Holguín, en donde fueron sepultados este jueves los restos del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, un plomero de 42 años preso desde el 2003.
El cortejo fúnebre, confirmaron a Apro dirigentes de organizaciones opositoras al gobierno de Cuba, fue presidido por Reina Luisa Tamayo Danger, madre del disidente que murió el martes pasado tras una huelga de hambre de 85 días, por la que exigía mejoras en la cárcel en donde purgaba una condena de 28 años por “delitos contra el Estado”.
En el recorrido que realizaron por las calles de su pueblo Banes –ubicado a unos 850 kilómetros al este de La Habana-- hasta el Cementerio Sur La Güira, un centenar de personas entonó vivas a Orlando Zapata y consignas de libertad, según informó Martha Beatriz Roque, opositora y periodista independiente.
Berta Soler, del grupo Damas de Blanco, integrado por esposas de prisioneros, dijo que la policía estuvo presente en los alrededores de la casa de Tamayo, la funeraria, el cementerio y la entrada al pueblo.
El dirigente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, señaló que unas cien personas que acompañaron el féretro de madera estuvieron siempre vigiladas por policías y personas de la seguridad del Estado. Hubo, dijo, "un fuerte operativo, un verdadero Estado de sitio".
"Fuimos custodiados, pero les demostramos que mi hijo seguirá viviendo dentro de nosotros. No les tenemos miedo. La muerte de mi hijo me tiene que dar mucha fuerza, valor", declaró Reina Luisa Tamayo Danger al ser entrevistada telefónicamente desde La Habana.
En los momentos que en el pueblo de Banes se realizaba el entierro, varios opositores y expresos pusieron fotos de Orlando Zapata, moños negros y algunas velas a la entrada de edificios de La Habana.
En tanto Laura Pollán, una de las líderes de las Damas de Blanco, abrió un libro de condolencias.
Zapata, de 42 años y sentenciado a 28 años de cárcel, murió el martes en un hospital de La Habana, a donde fue trasladado de urgencia desde una prisión de máxima seguridad, sitio donde realizaba un ayuno en reclamo de mejores condiciones de detención.
Reconocido por Amnistía Internacional (AI) en su lista de 65 prisioneros de conciencia, de los 200 que según la disidencia existen en Cuba, Zapata está considerado como el segundo preso político que fallece en la cárcel. El primero fue Pedro Luis Boitel, en 1972.
La Iglesia católica de Cuba calificó esta tarde como “una tragedia para todos” la muerte de Orlando Zapata Tamayo y pidió al gobierno del presidente Raúl Castro evitar que otros presos mueran en las cárceles de Cuba.
En un comunicado, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) reiteró este jueves su petición a las autoridades para que se tomen las medidas adecuadas para evitar más muertes de presos.
"Y, al mismo tiempo, se creen las condiciones de diálogo y entendimiento idóneos para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadie y hacen sufrir a muchos", señala el texto de los obispos católicos de Cuba.
La Iglesia reconoce en su comunicado que Zapata era un preso de conciencia y la huelga que le costó la vida iba dirigida a que se atendieran sus reclamos en cuanto al régimen penitenciario.
"La muerte es una tragedia para todos porque se trata de la vida de una persona, que es siempre el bien mayor a proteger y conservar por todos", subrayó la Conferencia Episcopal.
Óscar Espinosa Chepe, considerado preso político con licencia extrapenal, lamentó el fallecimiento de Zapata, un albañil negro de 42 años, y rogó porque esta “sea la última muerte en Cuba provocada por un gobierno obsesionado con sus ansias de poder absoluto”.
“Debe señalarse que la mayoría de los presos políticos y de conciencia pacíficos padecen serias enfermedades. Dadas las terribles condiciones de prisión, la probabilidad de nuevos fallecimientos son muy altas”, apuntó.
En un hecho poco usual en la isla, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, lamentó el miércoles pasado la muerte del disidente. En breves declaraciones, negó que en Cuba se torture. Esa práctica, agregó, “sí ocurre” en la base estadunidense de Guantánamo.
El fallecimiento de Zapata provocó el miércoles 24 y jueves 25 sendos reclamos de la comunidad internacional que exigió la liberación de todos los presos de conciencias que existen en la isla.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero --cuyo país preside la Unión Europea--, exigió hoy al régimen cubano la liberación de los presos políticos, pidió respeto por los derechos humanos en la isla y dijo que lamentaba profundamente la muerte de Zapata.
“Podemos suponer el sufrimiento de los presos políticos cubanos y, desde aquí, debemos exigir al régimen cubano que devuelva la libertad a los presos de conciencia y respete los derechos humanos; esto es una exigencia fundamental de toda la comunidad internacional”, expresó ante la Comisiones de Asuntos Exteriores de los Parlamentos de los países de la Unión Europea (UE).
Estados Unidos, a través de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, afirmó que la muerte de Orlando Zapata pone en evidencia la injusticia que Cuba comete al mantener encarcelados a más de 200 prisioneros políticos que deberían ser puestos en libertad sin demora.
"Estamos conmocionados al comprobar que después de once días de huelga de hambre, fue trasladado al hospital solo un día antes de su muerte", puntualizó Ricardo Zúñiga, director de la Oficina de Cuba en el Departamento de Estado.
En tanto el Parlamento checo guardó un minuto de silencio y el expresidente polaco y Nobel de la Paz, Lech Walesa, instó a los a otros laureados a emprender acciones comunes para presionar al régimen cubano para que libere prisioneros de conciencia.
Poco antes de concluir este jueves una visita oficial de dos días en Cuba y participar en reuniones con los hermanos Fidel y Raúl Castro, el presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, reiteró su pesar por la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo.

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