En suspenso triunfador en Gran Bretaña
LONDRES, 6 de mayo (apro).- El Partido Conservador británico, liderado por David Cameron, obtendrá hoy una victoria en las elecciones generales, pero sin la mayoría necesaria para conformar un gobierno, según sondeos a boca de urna, lo que lo obligará a entablar negociaciones políticas y partidarias para crear una coalición, en medio de temores de los inversores a un contagio de la crisis de Grecia en Gran Bretaña.
El último sondeo dado a conocer hoy a pocas horas del cierre de los colegios electorales, del grupo Ipsos Mori para la cadena Sky News, indicó que la elección tendrá como resultado un "hung Parliament", un empate en el Parlamento. De acuerdo con la encuesta, los Conservadores se quedarán con entre 36 y 39% de los votos, el Laborismo con entre 27 y 29%, y los Liberales Democráticos con 26-27%.
De esa forma, los "tories" (conservadores) habrán obtenido el mayor número de bancas (279), pero insuficientes para conformar gobierno. El Laborismo se quedaría con 261 y los Liberales Democráticos con 79.
En caso de que no surja una mayoría absoluta, como vaticinan hoy todos los sondeos de boca de urna, y a falta de una constitución escrita, Gran Bretaña entrará el viernes en territorio desconocido, y la elección del primer ministro dependerá entonces de las negociaciones "políticas", de la mediación de funcionarios y de la presión de la prensa y la opinión pública.
Lo cierto es que si mañana el jefe del Laborismo y actual primer ministro británico, Gordon Brown, pierde en los comicios, tendrá que presentar de inmediato su renuncia ante la Reina Isabel II de Inglaterra y dar lugar al ganador. Si hay empate, podría permanecer al frente del gobierno hasta que se forme la alianza de coalición, un proceso que los inversores temen podría provocar una corrida bancaria y un desplome de la libra esterlina, con contagio por la crisis actual en Grecia.
Este jueves, las mesas electorales abrieron a las 7.00 hora local, en unos comicios para los que fueron convocados a votar unos 45 millones de electores. Además de votar por 650 parlamentarios en la Cámara de los Comunes, la cámara baja del Parlamento, los británicos eligen a concejales municipales en 166 alcaldías en Inglaterra, incluidos 32 en Londres. También se elegirán intendentes en los barrios londinenses de Hackney, Newham, Lewisham y Watford.
Alrededor de 4.150 candidatos se postularon para los escaños en los Comunes, en las elecciones más reñidas de las últimas dos décadas. El primer candidato en votar hoy fue Cameron, quien lo hizo en medio de una protesta de dos adolescentes.
Los jóvenes, vestidos con blazer y sombreros de paja imitando a estudiantes de colegios privilegiados, lograron treparse a los techos del Spelsbury Memorial Hall de Witney, donde votaba el candidato, y desplegaron una pancarta con la imagen del jefe conservador que decía: "Los británicos saben cuál es tu lugar. Vote a Eton, vote Tory".
Cameron fue educado en el exclusivo Eton College, una escuela de elite de Inglaterra de donde salieron 18 primeros ministros y donde estudiaron miembros de la realeza británica y europea.
Los adolescentes, que abrieron una botella de champaña y dijeron estar "celebrando" y no protestando, se negaron a decir a qué organización pertenecían. La Policía fue llamada para intervenir y bajar del techo de lugar a los jóvenes, según informaron fuentes locales.
Cameron emitió su votó a las 10.30 locales, acompañado por su esposa Samantha, que está embarazada de su cuarto hijo.
Poco después, el primer ministro británico y jefe del Partido Laborista, Gordon Brown, sufragó en su localidad escocesa de Fife a las 11:10 hora local, junto a su esposa Sarah, en un centro comunitario. Brown busca ser elegido por primera vez en las urnas para el cargo al frente del gobierno --dado que lo ocupa en reemplazo de Tony Blair, quien dejó el puesto en 2007--, y si gana logrará la cuarta victoria consecutiva para los Laboristas.
Más tarde, el jefe de los Liberales Democráticos, Nick Clegg, ejerció su voto en un colegio electoral de la localidad de Sheffield Hallam, en el norte de Inglaterra.
Clegg, quien busca convertirse en el primer mandatario británico liberal desde 1922, estuvo acompañado por su esposa Miriam, quien sin embargo no puede sufragar en las elecciones generales porque es ciudadana española.
La jornada electoral, que fue tranquila y con clima soleado en gran parte del país, se vio ensombrecida por un incidente aéreo en el condado de Northamptonshire, en el que resultó herido el exjefe del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage. La avioneta cayó esta mañana a las 7.59 locales en el aeropuerto Hinton in the Hedges de Steane, luego de atascarse con una pancarta electoral.
Farage, que aboga por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) y que exige el fin del ingreso de inmigrantes al país, fue trasladado de inmediato a un hospital en Banbury con heridas leves, mientras que el piloto fue hospitalizado con un cuadro más grave. “Me salvé por poco. Es un milagro que esté con vida”, dijo esta tarde el político.
El resto de los sondeos de la jornada coinciden en una victoria de los Conservadores, pero insuficiente para lograr la conformación del gobierno mayoritario.
Según una encuesta de la consultora ICM para el periódico inglés The Guardian, que fue elaborada un día antes de los comicios, los Conservadores obtendrán un 36% de los votos, delante de los Laboristas, con 28%, y los Liberales Democráticos, con 26% de los votos.
Otro sondeo, del grupo Ipsos Mori para el vespertino Evening Standard indicó que Cameron obtendrá el 36%, aunque le faltarán 44 bancas para la mayoría absoluta. El jefe de los conservadores necesita una mayoría de 362 para formar gobierno. El partido de Brown quedará en el segundo lugar, con 29%, su peor marca desde las elecciones de 1983, y los Liberales Democráticos, en tercer lugar, con 27%.
Según Ipsos Mori, la participación de voto sería del 66%, cerca de cinco puntos más que en los comicios generales de 2005, y da cuenta del gran interés de los británicos para votar luego de los primeros debates televisados preelectorales en la historia de Gran Bretaña, y ante el temor a una crisis financiera que podría avecinarse.