Niños, víctimas de la violencia en Kirguistán: UNICEF
MÉXICO, D.F., 16 de junio (apro).- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó sobre la violencia física y psicológica de la que han sido víctimas los niños de la etnia uzbeka que se han refugiado en Uzbekistán a causa de la escalada de violencia en Kirguistán.
De acuerdo con el organismo, 90% de los 100 mil ciudadanos kirguises de esa etnia que se han refugiado en Uzbekistán son mujeres y niños, muchos de los cuales han sido violados y asesinados a raíz de los ataques en Osh, que han dejado 187 muertos y mil 918 heridos, según autoridades locales.
En tanto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) señaló que más de 200 mil personas de origen uzbeko han sido desplazadas de sus lugares de origen, mientras 75 mil han huido hacia el vecino país de Uzbekistán en busca de seguridad.
"La situación en Osh y Jalalabad es complicada por los ataques contra civiles", puntualiza la agencia de la ONU, y advierte que si no se restablece el orden "se incrementará el número de personas que se verán obligadas a desplazarse hacia las zonas rurales o que crucen la frontera hacia Uzbekistán".
Y, mientras, las tropas del gobierno provisional de Kirguistán intentan sofocar la revuelta desatada desde el pasado jueves 10, luego de que bandas de jóvenes kirguizos se lanzaron contra uzbekos de la ciudad de Osh, la segunda en importancia del país asiático, y Jalalabad, donde el conflicto se extendió.
Este miércoles, el gobierno de Kirguistán declaró tres días de luto nacional por las víctimas de la violencia étnica en la región sur del país, por lo que las banderas en lugares públicos y edificios gubernamentales serán puestas a media asta.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos humanos (Acnudh), Rupert Colville, subrayó la víspera en declaraciones a los medios que existen “fuertes indicaciones de que este suceso no fue un enfrentamiento espontáneo entre etnias, sino que fue cuidadosamente orquestado y planeado”.
Según sus informes, el incidente comenzó con cinco ataques simultáneos en Osh perpetrados por individuos con pasamontañas y armados que “al parecer lo que buscaban era provocar una reacción violenta”, afirmó Colville.
De acuerdo con el Acnudh, uno de los ataques se produjo en un gimnasio, que es “un refugio conocido de una banda de delincuentes” en Osh.
Y advirtió que en el momento en el que se desató la violencia entre kirguises y uzbekos, la situación comenzó a registrar división y reacciones de venganza, lo que puede convertir al conflicto en una situación “muy peligrosa e incontrolable”.
A su vez, el gobierno interino kirguís de la presidenta Rosa Otunbáyev, quien asumió el poder después de que el expresidente Kurmanbek Bakiyev fuera derrocado en abril, ha acusado a los seguidores del dirigente depuesto de provocar el conflicto.
Por otra parte, el jefe del Consejo de Seguridad de Kirguistán, Alik Orozov, viajó este miércoles a Moscú para entrevistarse con su contraparte de Rusia, Nikolai Patrushev, y el ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavro, para analizar la situación provocada por los choques entre kirguizos y uzbekos.
De su lado, los gobiernos de Estados Unidos y Rusia mantienen consultas para analizar la situación en Kirguistán, y ambos gobiernos estudian por separado la mejor forma de canalizar su ayuda para mitigar la tragedia tras el conflicto.
En tanto, el primer avión cargado con 40 toneladas de ayuda humanitaria internacional llegó este miércoles a Uzbekistán para aliviar la situación de los miles de refugiados uzbekos que han huido de la vecina Kirguizistán.