Berlusconi: Los excesos pasan factura
La afición del primer ministro Silvio Berlusconi por el sexo y las “fiestas salvajes” lo tiene en la cuerda floja. La Procuraduría de Milán inició un proceso legal en su contra por los delitos de abuso de autoridad y prostitución de una menor. Si lo hallan culpable será destituido, pues el Tribunal Constitucional anuló la ley que le permitía no acudir a juicios en calidad de imputado. Desde diciembre pasado, además, perdió el apoyo de la mayoría del Congreso y partidos de oposición piden ya convocar a elecciones adelantadas.
MILÁN, ITALIA, 31 de enero (Proceso).- Las fiestas que Silvio Berlusconi, presidente del Consejo de Ministros de Italia, realiza en Villa San Martino, su residencia privada en la localidad de Arcore, son calificadas de “salvajes” debido a que en ellas hay excesos en los manjares, el alcohol, el sexo…
Sus invitadas –prostitutas, modelos, aspirantes a conductoras de televisión– lo apapachan, le dicen Papi, Amor, Tío y hasta Jesús. Lo miran con ternura, se pelean por estar cerca de él y si tienen suerte pueden pasar una noche en su cama.
Eso sí, después le piden alguna compensación: dinero, joyas o ayuda para establecer un negocio o para obtener empleo en la administración pública o en alguna de sus empresas de radio y televisión.
El expediente judicial 55781/2010 de la Procuraduría de Milán tiene los detalles de esas fiestas y de los favores que sus invitadas pedían a Berlusconi.
Los procuradores Pietro Forno, Ilda Bocassini y Antonio San Germano firmaron este documento el jueves 13 y un día después lo enviaron al Parlamento italiano para que los legisladores conozcan las evidencias que permitirían procesar legalmente al primer ministro por los delitos de prostitución de una menor y concusión (abuso de autoridad).
El proceso judicial está en su etapa inicial. Un tribunal de Milán acogió el caso, pero Berlusconi se niega a presentarse. Sus abogados argumentan que esa instancia no tiene jurisdicción pues hay un tribunal especial para ministros. Sin embargo, en caso de ser hallado culpable Berlusconi enfrentaría un proceso de destitución.
Por si fuera poco, el viernes 14 –cuando su expediente llegó a la Cámara de Diputados– el Tribunal Constitucional de Italia declaró inválida la Ley de Legítimo Impedimento que impulsó el gobierno de Berlusconi y el Parlamento aprobó en marzo del año pasado.
Esa ley permitía al primer ministro no presentarse como imputado durante año y medio en los juicios que tuviera pendientes. El Tribunal Constitucional consideró esa norma violatoria del artículo 3 de la Constitución de Italia, que reconoce el principio de igualdad de todos los italianos ante la ley.
Además desde diciembre pasado, Berlusconi carece de mayoría en el Parlamento: su partido, Pueblo de la Libertad, se dividió y cuatro integrantes de su gabinete y parte de su bancada –encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini– lo abandonaron.
De hecho, ante los escándalos sexuales y el proceso judicial que enfrenta, partidos de oposición –como el Democrático y Futuro y Libertad– hablan de convocar a elecciones anticipadas.
Los favores de “Il Cavaliere”
El expediente judicial –de 389 páginas y del que Proceso tiene copia– contiene cartas y mensajes de varias de las invitadas a las fiestas de Berlusconi. En ellos salen a relucir los favores que le piden.
Por ejemplo, la brasileña Iris Berardi escribió al primer ministro italiano el pasado 19 de septiembre:
“Amor:
“Inicio esta carta agradeciéndote de todo corazón por haberme cambiado la vida. Eres una persona buenísima, verdaderamente única, y de verdad te quiero mucho. Pero ahora tengo una fuerte necesidad de un trabajo porque en casa no tengo nada que hacer de la mañana a la noche y, habiendo siempre trabajado, me vuelvo loca porque además mantengo prácticamente a tres familias: a mi madre con mi abuela, a mi padre con mi otra abuela y ahora a mi tía que tiene dos hijos…
“Me avergüenza tantísimo tener que pedirte siempre alguna cosa, pero no quisiera jamás regresar a la cama con alguna persona que no me guste. Es por eso que me dirijo a ti, entendiendo perfectamente que somos tantas y todas tenemos exigencias.
“En el caso que no me puedas ayudar, lo entenderé perfecto y te querré de todas formas muchísimo. Amor, por favor, ayúdame a encontrar un trabajo o abrir una actividad para poder ser independiente y poder ayudar mejor a mi familia y tener la posibilidad de pedir un financiamiento para una casa, que es uno de mis sueños más grandes.”
Y en efecto, Berardi alcanzó uno de “sus sueños más grandes”: Berlusconi le paga un departamento en el exclusivo edificio milanés de Vía Olgettina 65.
De acuerdo con el expediente judicial, Nicole Minneti, consejera regional de Lombardía; Emilio Fede, presentador de noticias en el Canal 4 de Mediaset (propiedad de Berlusconi) y Lele Mora, veterano representante artístico que opera en Milán –colaboradores del primer ministro– se encargan de seleccionar a las jóvenes que acuden a las fiestas en la residencia de Arcore.
Las fiestas casi siempre terminaban en el Bunga-Bunga, la discoteca que está dentro de la casa del mandatario. Las mujeres se disfrazan (algunas veces de enfermeras o de policías), organizan juegos, se desnudan y hasta se besan entre ellas para agradar al primer ministro.
–Cuando vayas con Berlusconi vístete de enfermera y haz como si fueras a curarlo. Estos juegos divierten mucho al primer ministro (…) porque él se finge enfermo y tú serás la enfermera oficial–, dijo el representante artístico Lele Mora a Roberta Bonasia, Miss Piemonte, en una llamada telefónica el pasado 13 de agosto.
–Con nada debajo, por supuesto (…) Llevaré también el estetoscopio –responde Roberta.
Al final de la conversación, Mora le dice a la joven: “Se prevé un gran futuro para ti, amor”.
Pero una vez pasadas las fiestas, las cosas cambian. De la noche a la mañana Berlusconi, de 74 años de edad, deja de ser el hombre más maravilloso del mundo y las chicas lo llaman “viejo” o “decrépito”. En el mejor de los casos dicen que es “un hombre que ya no está en forma”. Así lo describen en cartas y mensajes que se intercambian o en llamadas telefónicas que fueron interceptadas por la policía y cuyas transcripciones aparecen en el expediente.
“Lo he visto un poco acabado, ha engordado y se ha hecho más feo (…)”, dijo por teléfono Imma de Vivo a su gemela Eleonora, ambas “acompañantes” de 28 años y asiduas a las fiestas de Berlusconi.
“El año pasado estaba más en forma (…) Esperemos que ahora sea más generoso, porque yo no le regalo nada (…)”, respondió Eleonora.
De acuerdo con los registros de las llamadas telefónicas, algunas de las invitadas de Il Cavaliere recibían sobres con 500 euros; otras, entre mil y 2 mil euros y quizá alguna joya; las más afortunadas, entre 5 mil y 7 mil euros.
“El caso Ruby”
Pese a que en el expediente judicial aparecen testimonios de muchas mujeres, los de una de ellas son clave: es marroquí, se llama Karima al-Mahroug y su alias es Ruby Robacorazones.
Según las llamadas telefónicas intervenidas por la policía, la joven habría tenido encuentros sexuales con el primer ministro antes del pasado 1 de noviembre, fecha en la que ella cumplió la mayoría de edad.
Incluso antes del 23 de octubre, cuando la prensa italiana dio a conocer que la noche del 27 de mayo anterior Berlusconi había llamado a una comisaría de Milán donde Ruby estaba detenida por robo, para pedir que la liberaran con el pretexto de que era sobrina del presidente egipcio Hosni Mubarak, y de que quería evitar “una crisis internacional”.
A las 21:50 horas del 26 de octubre –en medio del escándalo por la noticia de que Berlusconi había rescatado a la chica– Ruby le telefoneó a un amigo, cuyo nombre no se consigna en el expediente, y le dijo:
“Mi caso es el que más espanta de todos. Ha superado el caso de Letizia (una joven napolitana), de la Daddario (una prostituta de Bari), de todas (...) Digamos que ahora estamos preocupados. Mi abogado apenas se acaba de ir. Estaba con él y con Lele (Mora). Ellos como sea están cerca de mí. De hecho, le he dicho a Lele que ya hablé con Berlusconi y se lo dije: quiero salir de ésta al menos con algo, o sea, 5 millones de euros a cambio de manchar mi nombre.”
A las 9:46 horas del 28 de octubre, Ruby se comunicó por teléfono con su amigo Sergio Corsario. Le expresó:
“No estamos preocupados para nada porque Silvio me llama seguido. Me ha dicho que busque de pasar por loca, que cuente tonterías, que él siempre estará cerca de mí, que tendré cualquier cosa que quiera. Ya, junto con mi abogado, le pedimos 5 millones de euros a cambio de pasar por loca, de contar sólo tonterías (…) Él ha aceptado y en efecto seguiremos este camino.”
A partir de otras conversaciones que Ruby tuvo con diversas personas, los procuradores de Milán señalan que entre el 14 de febrero y el 1 de mayo de 2010 la joven acudió al menos ocho veces a las fiestas de Berlusconi.
En una llamada a una persona identificada como Antonio Passaro, Ruby deja ver que la relación con Berlusconi va mucho más allá de una simple amistad.
Este es un fragmento de la conversación que la joven marroquí tuvo con Passaro el 8 de septiembre de 2010 a las 17:27 horas.
“Passaro: Tu papá, el Tío… A él ¿cómo lo llamas? ¿El Tío, el Abuelo? ¿Cómo lo llamas?
“Ruby: No. Papi.
“Passaro: ¡Ahora estamos bien! ¡Virgen mía! Le dices como la napolitana que lo llamaba Papi.
“Ruby: No, no. La napolitana es una cosa y yo soy otra cosa.
“Passaro: ¡Ah!
“Ruby: Ella es la pupila y yo soy el culo (ríe).”
El caso de Ruby preocupa al gobierno, porque la muchacha era menor de edad cuando comenzó a asistir a las fiestas del primer ministro. Ella ha declarado que le hizo creer a Berlusconi que tenía 24 años. Los magistrados de la causa deberán verificarlo.
Peor aún, el jueves 27 la fiscalía detectó que la brasileña Iris Berardi, nacida en diciembre de 1991, habría participado en al menos dos de las fiestas de Berlusconi en 2009 siendo menor de edad, lo que agrava la situación del primer ministro italiano.
“El putero de Arcore”
El expediente judicial señala que del 1 de enero al 12 de julio de 2010 hubo al menos 19 fiestas en la residencia de Berlusconi, a la que algunos testigos llaman “el putero de Arcore”. La policía interceptó llamadas telefónicas de varios de los asistentes a esas fiestas. A partir de ello reconstruyó escenas respecto de lo que ahí ocurría y respecto a la relación que había entre el primer ministro y sus visitantes.
“En casa de Berlusconi estaba la Minetti (Nicole) con el seno de fuera y besaba a Berlusconi continuamente (…) O sea, un putero ¿eh?. Esta Minetti, que además de todo no es tan guapa. Aquella noche estaban todas las mujeres, Emilio Fede, Lele y ella, también la Minetti que la han hecho consejera regional”, señaló Carlo Ferrigno, exprefecto de Nápoles, en una conversación con un hombre no identificado que realizó el pasado 29 de septiembre.
Minetti es técnica en higiene dental. En ello trabajaba cuando conoció a Berlusconi. Él la convirtió en consejera regional de Lombardía y la noche del 27 de mayo le ordenó acudir a una comisaría de Milán para rescatar a Ruby.
Siempre de acuerdo con el expediente, 14 de las mujeres que asisten a estas fiestas reciben un sueldo fijo. Se los entrega Giuseppe Spinelli, administrador de Berlusconi. Ocho de ellas son las más afortunadas: debido a los buenos oficios del primer ministro consiguieron papeles en programas de televisión o el primer ministro les paga la renta en los departamentos de Vía Olgettina 65, los que fueron registrados por la policía el pasado viernes 14.
Desde una oficina postal que se encuentra en la empresa Mediaset (propiedad de Berlusconi) se pagan los gastos de estas chicas. Y varios de sus bienes son administrados por Minetti quien –según sus declaraciones– también habita un departamento de Vía Olgettina 65.
La Procuraduría de Milán acusa a Minetti –quien el pasado miércoles 26 fue citada a declarar– de “favorecer la prostitución”, delito que también imputa a Lele Mora y Emilio Fede.
“Quien sea que acepte asumir un mandato político debe ser consciente de los límites y de la sobriedad, de la disciplina y del honor que ello conlleva, como la misma Constitución lo recuerda”, dijo el lunes 24 el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, en referencia a los escándalos sexuales de Il Cavaliere.
Pero las palabras del prelado no parecen hacer mella en el primer ministro, quien niega las acusaciones. Afirma que las noches en Arcore son tranquilas y amenaza a los jueces con llevar a cabo una reforma judicial que ponga límites a las intervenciones telefónicas.
Por lo pronto la Procuraduría de Milán continúa con los interrogatorios al “harem” de Berlusconi, al tiempo que los italianos siguen con atención este nuevo escándalo de su primer ministro.