Rechaza Mubarak transición política anticipada
MÉXICO, D.F., 2 de febrero (apro).- Por noveno día consecutivo, la violencia se apoderó de las calles de El Cairo, en protesta contra el régimen de Hosni Mubarak, quien rechaza los llamados del extranjero a una transición política inmediata.
Aunque el número de víctimas no ha sido evaluado con exactitud debido a la gran confusión que reina en la ciudad, la cadena Al Jazeera informó de por lo menos un muerto y más de medio centenar de heridos, mientras que Al Arabiya estimó en más de 500 los lesionados.
Según medios locales, después de varias horas de disturbios las fuerzas de seguridad egipcias abrieron fuego al aire para separar a los dos grupos, aunque un portavoz del Ejército desmintió estas afirmaciones.
El portavoz de la cancillería egipcia, Hosam Zaki, declaró que Egipto rechaza los llamados extranjeros a una transición política inmediata, esto en respuesta a declaraciones de varios países que pidieron al presidente Hosni Mubarak abrir de inmediato el proceso de salida de su régimen.
"Lo que dicen las partes extranjeras sobre un 'período de transición que comience de inmediato' es rechazado en Egipto", declaró Zaki, en un comunicado.
Eso apunta a "inflamar la situación interior de Egipto", agregó el portavoz.
Por su parte, el líder de la oposición egipcia Mohamed El Baradei pidió este miércoles a las fuerzas armadas que intervengan para proteger a los egipcios, después de enfrentamientos entre manifestantes pro y anti gobierno en la plaza Tahrir de El Cairo, dijo la televisora Al Jazeera.
"Pido a la Fuerza Armada que intervengan para proteger las vidas de los egipcios", dijo El Baradei, citado por el canal de televisión, y agregó que también comentó que debería intervenir "hoy" y no permanecer neutral.
Al Jazeera lo citó diciendo que él tenía pruebas de que eran policías quienes estaban atacando a los adversarios al gobierno que protestaban en las calles.
El Ministerio del Interior de Egipto negó previamente las acusaciones de manifestantes de que había policías vestidos de civiles.
El Baradei también dijo que espera que el presidente Hosni Mubarak se vaya antes del viernes, cuando manifestantes están planeando hacer una protesta que han llamado "el viernes de la partida".
Mientras tanto, los Hermanos Musulmanes, principal fuerza de oposición en Egipto, rechazaron este miércoles que el presidente egipcio Hosni Mubarak permanezca en el poder hasta el fin de su mandato en septiembre.
En un comunicado difundido en el noveno día de manifestaciones contra el régimen, expresó:
"El pueblo rechaza todas las medidas parciales propuestas por el jefe del régimen (Mubarak) y no acepta más alternativa que su partida", indicó la ilegalizada aunque poderosa cofradía.
Mubarak, de 82 años de edad, en el poder desde 1981, prometió el martes que se abstendría de buscar un nuevo mandato en la elección presidencial de septiembre próximo, en una tentativa de desactivar las protestas contra su régimen que desde la semana pasada tienen paralizado al país.
Las manifestaciones que desde hace nueve días exigen su renuncia, han convertido la Plaza Tahrir en un auténtico campo de batalla entre manifestantes que defienden a Mubarak, que por primera vez salieron a la calle, y los opositores que exigen su dimisión e inmediata salida del país.
Se trata de la misma plaza en la que detractores del régimen se vienen concentrando desde la semana pasada, en la que ayer alrededor de un millón de egipcios demandaron al presidente que ponga fin a tres décadas de autocracia.
"Asesino, vete ya", "Dictador, dictador", fueron algunos de las consignas que corearon los manifestantes al rechazar el discurso que ayer ofreció el presidente y en el que anunció que no se presentará a la reelección en septiembre.
Para los líderes de la oposición, las ofertas de diálogo nacional del presidente son "aceptables" con algunas condiciones, y entre ellas la de que él abandone el país inmediatamente.
Al margen de la actividad política, la jornada había comenzado en relativa calma con un llamado del Ejército a toda la población para que abandone la calle y retorne a la normalidad.
"Su mensaje ha llegado, se dieron a conocer sus demandas," dijo el portavoz militar Ismail Etman en un texto leído en la televisión estatal, dirigido en especial a los jóvenes manifestantes.
El Ejército egipcio, que durante la revuelta ha adoptado una actitud de respeto hacia las "reivindicaciones legítimas" de la población, reiteró su pedido de que retomen su vida normal.
Como muestra de buena voluntad las autoridades restituyeron por la mañana las conexiones a Internet, suspendidas el jueves pasado, y parte de las restricciones de transporte de los últimos días, medidas que no sirvieron para evitar el caos.
En un principio el Ejército bloqueó el paso a los simpatizantes de Mubarak, pero estos forzaron su entrada a la plaza por otras vías y comenzaron a gritar e insultar al otro grupo.
Las manifestaciones de uno y otro bando se extendieron a otras ciudades Egipto, como Alejandría, aunque ahí no se reportó ningún enfrentamiento.
Mientras tanto, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-mon, calificó de "inaceptable" la situación, mientras que Estados Unidos y las potencias occidentales insisten en la necesidad de una transición democrática que sea "creíble y rápida”.