MÉXICO, DF., 15 de marzo (apro).-A cuatro días del tusnami y terremoto en Japón, el número de muertos asciende a 3 mil 373, mientras que los desparecidos suman 6 mil 746, de acuerdo con cifras oficiales de las autoridades de ese país.

El sismo de 9 grados en la escala de Ritcher dejó en Oshima alrededor de 8 mil personas sin casa y se ignora la suerte de más de 7 mil japones residentes de Minamisanriku, donde se estima que la mitad de la población fue engullida por el mar.

Del total de fallecidos confirmados, algo más de mil han sido identificados y unos 400 cuerpos han sido entregados a sus familias, según la agencia local Kyodo.

Al temblor del viernes le siguieron una ola gigante de diez metros de altura y decenas de aludes e incendios que dañaron total o parcialmente casi 80 mil edificios y viviendas en la isla de Honshu, de acuerdo al recuento del Departamento de Control de Desastres.

El primer ministro japonés, Naoto Kan, ordenó a los soldados fijar como prioridad asistir a los damnificados junto a cientos de voluntarios extranjeros especialistas en situaciones de emergencia.

"Continuaremos con el rescate, pero hay tanta gente que necesita ayuda en los centros de refugiados que debemos gradualmente redirigir nuestros esfuerzos a satisfacer sus necesidades", declaró Kan a la televisión NHK.

Más de medio millón de evacuados vive ahora en unos 2 mil 500 refugios temporales, muchos de los cuales no tienen agua potable o electricidad.

Tokio agradeció la solidaridad de los 102 gobiernos extranjeros -entre ellos de países muy pobres como Afganistán o Timor Oriental- que han ofrecido algún tipo de ayuda a Japón, que sufre su mayor crisis desde la II Guerra Mundial.

La catástrofe incluso ha movilizado a naciones en teoría enemigas como China o Rusia, mientras Corea del Norte emitió un escueto mensaje de condolencias a través de su la oficina de Cruz Roja.