Alemania: el efecto Fukushima

martes, 5 de abril de 2011 · 01:00

MÉXICO, 1 de abril (apro).- Sucedió lo impensable: los demócrata-cristianos de Alemania (CDU) perdieron el estado federado de Baden-Wurtember en las elecciones del pasado domingo 27, con lo que la derecha se quedó sin su bastión, en el que gobernó de manera interrumpida desde 1953.

Winfried Kretschmann, de 62 años de edad y uno de los veteranos fundadores del partido Los Verdes (Die Grünen), salió ganador en los comicios. El profesor de química y biología será el primer ecologista en gobernar un estado federado alemán.

El otro gran derrotado en las recientes elecciones fue el Partido Liberal (FDP). Así lo admitió su líder, el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, en virtud de que el FDP obtuvo la mitad de los votos respecto de las elecciones de 2006.

Los Verdes ganaron votantes en todos lados, incluso entre los ciudadanos conservadores. Así, los ecologistas, junto con la socialdemocracia (SPD), gobernarán Baden-Wurtember, una  rica región industrial.

Muy cerca, en la provincia vecina de Renania-Palatinado, Los Verdes también fueron los grandes ganadores  y gobernarán en coalición con los socialdemócratas.

Los Verdes regresaron al Parlamento de Maguncia triplicando su porcentaje: de 4.6% en 2006 a 15.4% en las elecciones de este año.

El factor nuclear

Las urnas mostraron el gran descontento de la población con las centrales nucleares en Alemania. Desde los años setenta, cuando aparecieron como partido político, Los Verdes han sostenido un discurso en el que abogan por un desarrollo sustentable, respetuoso de la ecología y los derechos humanos. Sin embargo su objetivo mayor e inmediato era y sigue siendo el cierre de las centrales nucleares. La opción son las energías alternativas.

“El futuro es verde”, era su lema desde hace más de 40 años.

Tras la tragedia en Fukushima, Japón, el pasado jueves 17, el gobierno alemán de coalición de la democracia cristiana y los liberales anunció el cierre temporal (tres meses) de siete de las 17 centrales nucleares. No obstante, la medida no tranquilizó los ánimos.

El gobierno del socialdemócrata Gerhard Schroeder (1998-2005) había prometido cerrar las centrales nucleares en 2021, pero la demócrata cristiana Angela Merkel, su sucesora en el poder, dijo que estarían en uso hasta 2035, a pesar de la oposición y enojo de buena parte de los alemanes.

Según una encuesta publicada a mediados de marzo por la revista Stern, 52% de los alemanes desea la desconexión de las centrales nucleares a más tardar en cuatro años.

En los hechos, Fukushima puso nuevamente a debate la energía nuclear.

Los años ochenta en la otrora Alemania Federal estuvieron coloreados por los mítines, protestas y la oposición de los ecologistas contra la transportación en tren de los desechos radioactivos de las centrales nucleares.

Los llamados Kastor-Transport son vagones-tanque cargados con el material más peligroso del planeta, y pasaban en medio de las ciudades y pueblos. Sus habitantes temían que el “caldo de brujas radioactivo” se derramara matando todo a su paso.

Míticas son las imágenes de manifestantes que se acostaban en las vías del ferrocarril para impedir el paso del Kastor-Transport. Entonces, los granaderos fueron muy violentos y a veces los maquinistas no frenaban el tren, con lo que muchos activistas murieron o quedaron mutilados.

Con sus propuestas, Los Verdes se ganaron la simpatía y el apoyo de amplios sectores de la sociedad y lograron que ciudadanos de izquierda, de derecha, de centro, anarquistas, religiosos, jipis y un gran coctel popular tuvieran un objetivo común: conjurar la amenaza de un accidente nuclear y no producir tantos desechos radioactivos.

         Ahora –casi 40 años después--, las elecciones regionales y las manifestaciones en las calle son los clavos del ataúd de las centrales nucleares en Alemania.

“Hoy se tomó la decisión definitiva para el fin de la energía atómica en Alemania", proclamó el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, el pasado domingo 27, cuando se dieron a conocer los resultados preliminares de las elecciones.

 

Los Verdes

En las elecciones federales alemanas de 1983, Los Verdes entraron al parlamento con 5.6% de los votos y 27 diputados. Después tuvieron su primera crisis, cuando el partido se dividió en un ala radical y una moderada.

En 1985 formaron parte del gobierno en una coalición con la socialdemocracia, y para las elecciones  federales de 1987 consiguieron 8.3% de los votos y 44 diputados.

Tras la Caída del Muro de Berlín, en 1989, en la otrora Alemania Democrática aparecieron grupos ecologistas que se fusionaron con Los Verdes occidentales. La alianza se llamó Büdnis 90.

De 1998 a 2005 participaron en coalición con el gobierno federal.  La coalición rojiverde (socialistas y verdes) aprobó muchas leyes de carácter ecológico, entre ellas un impuesto  sobre el consumo de energía, y acordó el abandono de la energía nuclear a más tardar en el 2021 y su sustitución por energías renovables.

Los Verdes pasaron a la oposición con el triunfo de la derecha (CDU-CSU) en el año 2005 y obtuvieron buenas posiciones en los gobiernos regionales.

 

Love story

Petra Kelly se convirtió en una de las figuras más emblemáticas del movimiento antinuclear y pacifista de los años ochenta. Nacida en Alemania, su padrastro la llevó junto con su familia a Estados Unidos, donde Petra estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Washington (1966-1970).

En ese país, Petra participó en las manifestaciones en contra de la Guerra de Vietnam y en contra del racismo. Fue una destacada activista en pro de  los derechos civiles de los negros y también participó en el equipo de Robert Kennedy para las elecciones presidenciales.

Un año más tarde, en 1971, Kelly regresó a Europa y estudió Ciencia Política e Integración Europea en la Universidad de Ámsterdam.

De regreso en su tierra natal participó en los movimientos feminista, ecologista y pacifista. Este último tenía  el objetivo concreto de cerrar las bases militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como evitar la construcción de nuevos aeropuertos militares y que los bosques fueran usados como campos de tiro.

Gert Bastian, un general alemán de la OTAN, conoció a Petra Kelly en uno de los acalorados debates en contra de la presencia de las bases de la OTAN en Alemania.

Gert Bastian tuvo una relación de trabajo muy ríspida  con el entonces ministro de Defensa alemán, Hans Apel, pues no estaba de acuerdo con el despliegue de misiles con cabezas nucleares en Europa.

Petra y Gert (25 años mayor que ella) se enamoraron en noviembre de 1980 y vivieron juntos, pese a sus enormes diferencias. Gert, un militar de carrera que llegó a general, fue voluntario en las filas nazis cuando tenía 19 años. Ella, por su parte, siempre estuvo en el otro extremo: el activismo de izquierda.

Gert cambió de bando y se convirtió en miembro del Partido Verde. Toda su experiencia y conocimiento fueron de un valor incalculable para la que en ese entonces era una nueva fuerza política.

La noticia de que un alto general alemán de la OTAN se volvió pacifista y ecologista en plena Guerra Fría impactó a la sociedad alemana. En 1981 Gert Bastian fundó el grupo denominado Generales por la Paz.

La pareja más llamativa en la esfera política se mudó a Bonn, que entonces era la capital de Alemania Federal y sede del Parlamento.

Gert fue diputado por Los Verdes de 1983 a 1987, y Petra seguía organizando, debatiendo, abriendo puertas al desarrollo ecológico sustentable, dando conferencias y seminarios, pero ya distanciada del partido que fundó, dado que se había dividido en un ala radical y una moderada. Gert también tomó distancia de su partido.

El 19 de octubre de 1992 la policía encontró los cuerpos sin vida de Petra y Gert en su casa de Bonn. Llevaban por lo menos tres semanas en descomposición. Ambos presentaban disparos en la cabeza. La versión oficial sostuvo que Gert mató a Petra mientras dormía y después éste se suicidó.

En 1993 Alice Schwarzer, amiga de ambos, publicó el libro titulado Amor mortal. Gert Bastian y Petra Kelly, en el que afirma que sus amigos no se suicidaron, sino que fueron asesinados.

El caso sigue siendo un misterio.

 

 

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