Impone la Unión Europea sanciones a presidente sirio
MÉXICO, DF, 23 de mayo (apro).- Por la represión ejercida en su país, la Unión Europea (UE) secundó a Estados Unidos en la imposición de sanciones contra el presidente sirio Bashar al-Assad, al congelar sus activos y prohibirle el visado en los países que integran el organismo internacional.
Hasta ahora, la UE sólo se había limitado a sancionar a 13 miembros del régimen, entre ellos un hermano del presidente y algunos primos, así como a decretar el embargo sobre las ventas de armas, y a suspenderle la ayuda para el desarrollo.
Los nombres de Al-Assad y de una decena más de responsables serán publicados en el Diario Oficial de la UE, donde ya fueron difundidos los primeros sancionados, el pasado 10 de mayo.
La decisión se tomó después de un mes de discusiones entre los 27 Estados miembros, pues no había consenso en torno a sancionar personalmente a Al-Assad, cuyo gobierno es acusado por diversas organizaciones de derechos humanos de haber matado a más de 900 personas en las manifestaciones pro democracia.
"Es lo que hay que hacer. (El régimen sirio) debe seguir el camino de las reformas, no el de la represión", dijo el ministro británico de Relaciones Exteriores, Willian Hague, en Bruselas, Bélgica.
El presidente estadunidense Barack Obama impuso sanciones a su homólogo sirio el miércoles de la semana pasada, luego de un discurso sobre Medio Oriente, en el que dijo que Al-Assad podía decidir entre liderar la transición a la democracia o “quitarse de en medio”.
La nueva medida tiene también la intención de ejercer presión sobre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) que no ha encontrado consenso entre sus Estados miembros, principalmente China y Rusia, para pronunciarse con respecto a Siria.
Sin embargo, según el ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppé, se ha empezado a esbozar una mayoría a favor de condenar al régimen de Al-Asad.
Ninguna de las sanciones impuestas al gobierno sirio, hasta ahora, ha logrado influir en su decisión de reprimir las protestas en su contra en demanda de más libertades, reformas y la liberación de presos políticos.
El domingo pasado, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra un cortejo fúnebre de varios manifestantes que murieron durante diversas protestas. Después de Libia, la cifra de muertos en Siria es superior a la de cualquier país donde se hayan registrado levantamientos.
Las fuerzas de seguridad también continuaron con la detención de decenas de personas opositoras en la meseta de Hauran, el fin de semana anterior.
Además, el gobierno de Al-Assad ha iniciado un nuevo ataque a través de las redes sociales. Sólo tres meses han transcurrido desde el que el mandatario permitiera el uso de Facebook y Youtube en el país, y ya ha realizado detenciones de quienes realizan comentarios contrarios al régimen.
Testigos citados por The New York Times afirman que las fuerzas de seguridad acosan a los activistas de diferentes formas, pidiéndoles su contraseña, que apaguen la red de telefonía móvil 3G o impidiendo que suban videos a Youtube.
Un grupo de apoyo al gobierno de Al-Assad, autodenominado el Ejército Electrónico Sirio, utiliza las mismas tácticas para desacreditar a los insurgentes.
La página de este grupo en Facebook ya contaba con 60 mil seguidores en la red social, pero fue cerrada por la compañía porque en ella se detallaban las instrucciones para atacar a los usuarios de oposición, lo que viola los términos de servicio de la empresa.
Pero el gobierno sirio también aplica otras estrategias, como cortar la electricidad y el teléfono en las zonas donde se han llevado a cabo más disturbios.
"Utilizan estas tácticas para cortar la comunicación del pueblo", aseguró el director del Centro de Damasco de Estudios de Derechos Humanos, Radwan Ziadé, quien afirmó que los perfiles de la oposición que tienen en su poder son manipulados para poner mensajes a favor del gobierno.
El cerco informativo que mantiene el régimen ha obligado a los activistas a ponerse en contacto con exiliados a través de Facebook, Twitter y Youtube para mostrar al mundo la manera como se ejerce la violenta represión de las manifestaciones.
También en Facebook hay un grupo denominado “Revolución Siria”, que ya tiene más de 180 mil seguidores y que se ha convertido en una gran fuente de información para la disidencia.
Amar Abudlhamid, un sirio que radica en Maryland, Estados Unidos, ha ayudado a organizar una red para enviar teléfonos satelitales, cámaras de fotos y portátiles a Siria, y señaló que la única forma en la que se puede conseguir información de la situación en el país es a través de los “periodistas ciudadanos”.
Sin embargo, el gobierno –que levantó la prohibición de utilizar Facebook el pasado 9 de febrero— realiza acciones de vigilancia en algunos de los 580 mil perfiles que hay en el país, que presume pueden estar relacionados con dirigentes opositores.
Por esa razón, algunos han decido crear perfiles con nombres falsos o han compartidos sus usuarios y contraseñas con amigos para que, en caso de ser capturados por el régimen, puedan borrar comentarios críticos hacia el gobierno en sus muros de la red social, ya que en ese país son pruebas suficiente para detener a alguien.