Italia: alarma antiterrorista
MILÁN, 9 de mayo (apro).- El anuncio de la muerte de Osama Bin Laden no podía llegar en un peor momento para Italia.
Aunque todas las autoridades y políticos celebraron el anuncio que hizo el presidente Barak Obama, para las fuerzas de seguridad de este país significó poner la alerta máxima debido a que miles de inmigrantes, sobre todo islámicos, siguen llegando a Italia.
A sólo unas horas de ocurrido el anuncio de Barak Obama, los talibanes dieron el suyo y juraron venganza.
Para Daniele Moro, investigador italiano de terrorismo en la John Hopkins University, el riesgo de más atentados es latente aún con Osama muerto, pues ya de tiempo se sabía de una sucesión y un nuevo ataque hacia Estados Unidos, aunque este país no sea el único blanco.
Fuentes del gobierno italiano, expertas en terrorismo y consultadas por Apro, señalaron que el poder de Al Qaeda en los últimos años ha disminuido notablemente y su grupo prácticamente se ha pulverizado.
Sin embargo, subrayaron que el peligro de atentados terroristas es latente por dos principales motivos: si Al Qaeda todavía existe y le queda alguna fuerza, hará efectivamente algo para vengar la muerte de su líder máximo, y pese a que su capacidad fue dañada, permanece como símbolo y sigue inspirando a extremistas y fanáticos que practican un terrorismo calificado por los conocedores, como el terrorismo “hágalo usted mismo”, que igual puede provocar importantes daños y muertes.
“Después del 2006, luego de la muerte de muchos de sus integrantes, Al Qaeda quedó prácticamente pulverizada, ha perdido su estructura altamente jerárquica, que al paso de los años fue perdiendo, y de ahí los grupos se fueron separando y hoy el mundo asiste a algo que se llama ‘qaidismo’, que no son grupos que dependen directamente de Al Qaeda, pero se inspiran en ellos y tienen un modelo operativo que ha sido relanzado por uno de sus ideológos conocido como El Siriano, quien fue el que metió a Internet varios manuales invitando a la creación de grupos autónomos que son inspirados en la operatividad del grupo de Bin Laden”, explicaron las fuentes.
“Entonces, por una parte tenemos la estructura de Al Qaeda, que todavía está prendida, aunque muy debilitada, y por otra tantos otros grupos satélites de este terrorismo ‘hágalo usted mismo’, que sólo se inspiran en Bin Laden, pero antes de su muerte no tenían ningún contacto con él”.
Ése, dijeron, es el riesgo concreto. “En Italia, como en otras partes del mundo, el peligro es precisamente el terrorismo ‘hágalo usted mismo’, justo como sucedió en Milán la mañana del 12 de octubre de 2009, cuando un libanés se levantó una mañana y se presentó de frente a una estación de policía y se hizo explotar. No murió, pero perdió ambos brazos y la vista. Fue un claro ejemplo de este tipo de terrorismo”.
El terror a los inmigrantes
Pero en Italia hay también otro tipo de terror, que desde hace casi tres meses va en aumento debido a dos razones principales: la llegada en masa de inmigrantes a raíz de las revueltas en el norte de África y la instrumentalización política del problema.
Una combinación nefasta que no deja encontrar una verdadera solución a la crisis que se repite una y otra vez en los medios italianos, explica Katia Scannavini, investigadora del fenómeno migratorio y responsable del Master sobre Inmigración y Refugiados de la Sapienza de Roma.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, lo dijo claro: la noticia de la muerte de Osama Bin Laden puede traer como consecuencia una reacción inmediata por parte de terroristas allegados al líder de Al Qaeda. Y de inmediato reforzaron la seguridad, casi al mismo tiempo que comenzaban a movilizar a los inmigrantes que habían llegado a Lampedusa con el objetivo de tenerlos más controlados en el norte.
Para Scannavini, el hecho de que las autoridades italianas recuerden todo el tiempo el éxodo de África (en menos de tres meses han llegado unos 40 mil ciudadanos que lograron escapar de Túnez y Libia principalmente, pero también de Egipto, Siria y Marruecos) sirve, en realidad, para tapar un problema que ni Italia ni la Unión Europea han podido resolver, pues en materia de inmigración no se han delineado políticas desde hace muchos años.
Así, si con el ataque a las torres gemelas Osama Bin Laden hizo cambiar las medidas de seguridad, su muerte, según algunos expertos, también podrá cambiar las reglas europeas, que desde que explotó la crisis en el norte de Africa ha sido algo latente.
Apenas el 26 de abril pasado, en una conferencia conjunta desde Roma, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Silvio Berlusconi, declaraban que ante el problema migratorio se tenía que revisar y ajustar el Tratado de Schengen, relativo a la libre circulación de personas por la Unión Europea.
Una semana después (4 de mayo), la comisaria Cecilia Malmström anunció desde Bruselas que “los acontecimientos extraordinarios en la otra orilla del Mediterráneo exigen cambios en la política europea de migración y asilo”, al tiempo que anunciaba su propósito de proponer a los 27 países que integran la Unión Europea la suspensión del tratado de Schengen sobre la libre circulación de las personas, en condiciones estrictas y bajo vigilancia europea.
Los ministros del interior de todos los estados discutirán el punto la próxima semana.
Ésa ha sido hasta ahora la primera propuesta concreta para controlar el paso de inmigrantes, donde Italia ha enfrentado el problema prácticamente en solitario y que, de acuerdo con fuentes policiales, los recursos que debían ser para un año ya están por terminar, cuando apenas empieza el quinto mes de este 2011.
Sin embargo, antes de llegar a un acuerdo, en los hechos Francia ya comenzó a cerrar sus fronteras a los ciudadanos tunecinos que lograron un permiso especial de permanencia en Italia para poder pedir el asilo político en el país galo.
El 18 de abril pasado, el gobierno de Francia canceló los trenes que viajan de la ciudad italiana Ventimiglia hacia la ciudad francesa de Niza, al enterarse que decenas de inmigrantes estaban por llegar.
Desde entonces, los inmigrantes están ahí detenidos con la esperanza de atravesar la frontera en la primera oportunidad. Cabe señalar que todos aquellos inmigrantes que lograron el permiso fueron ya controlados por las fuerzas de seguridad y podrían circular libremente por territorio Schengen.
“Esta propuesta es un ejemplo de cómo la Unión Europea da pasos para atrás en lo que respecta a los principios y derechos que se habían alcanzado en sus inicios, así como a la solidaridad de la que se hablaba de frente a los países más necesitados, porque también hay que recordar que sí, muchos están llegando, pero también muchos se quedan y mueren en el intento, negándoles a algunos la posibilidad de al menos ser ayudados y rescatados en alta mar”, según Scannavini.
Antes, dice, se tenía un acuerdo con Muamar Gadafi para detener a todos estos inmigrantes que ahora escapan. “Acuerdo que nunca fue hecho público, pero que todos sabemos cómo se llevaba a cabo bajo el sufrimiento de miles de personas”.
Sin embargo, para las fuentes consultadas, expertas en terrorismo, el temor de que entre los jóvenes inmigrantes se infiltren células de Al Qaeda es siempre probable, “pues estos grupos aprovechan cualquier oportunidad para alcanzar sus objetivos y es obvio que con el asesinato de Osama Bin Laden, Lampedusa e Italia representan una gran puerta de entrada hacia Europa”.
La religión de los inmigrantes
Roberto Gritti, experto del Islam y catedrático de la Universidad de la Sapienza de Roma, asegura que el Islam se ha convertido desde hace algunos años en la segunda religión más profesada en Italia. Lo mismo pasa con Francia, España, Alemania, Grecia y otros países de la Unión Europea, sencillamente porque el Islam es la religión de los inmigrantes, y es por Italia donde ahora están entrando, aunque antes lo hicieron también por España.
“Ahora hay mucha fantasía en afrontar el Islam, pero en realidad siempre ha existido, pues el mundo occidental ha acumulado una serie de estereotipos que se fueron quedando casi inmutados desde su fundación (año 700 después de Cristo)”.
Lo que es importante destacar, explica Gritti, es que no existe un sólo Islam, y que sobre todo el que se profesa en África es diferente a aquel que se profesa en Asia.
“Por ejemplo”, señala, “en Afganistán, especialmente por los talibanes, el Islam siempre ha sido usado para objetivos muy claros, que poco tienen que ver con la religión y mucho más con lo político, es decir lo han instrumentalizado”.
De acuerdo con las fuentes gubernamentales, fue en los años 90 cuando en Italia, especialmente en la ciudad de Milán, grupos de Al Qaeda tuvieron una importante presencia que servía de retaguardia para la guerra en Bosnia, que se estaba combatiendo en ese momento.
“En Milán se había creado una estructura de ciudadanos egipcios muy radicales que habían escapado precisamente de Egipto desde finales de los 80 y se habían refugiado en esta ciudad. Así, Milán se convierte en el centro más importante de radicalismo en Europa y en un punto de referencia, pues en esos años todos los voluntarios que combatían en la guerra en Bosnia partían desde aquí (Milán)”.
Para los expertos en el Islam y el terrorismo, algo es seguro: el periodo de oro de Al Qaeda ha pasado, pero también están seguros de que volverán a intentar cometer un atentado.
“Si es que Al Qaeda todavía tiene alguna fuerza, entonces será cuestión de tiempo, pero antes o después sucederá”, dice el experto en terrorismo que pidió no ser identificado. Y la pregunta que se hacen en todo el mundo es: ¿Cuándo pasará?
Y, mientras, a los inmigrantes nadie ni nada los para y la semana que terminó volvieron a llegar mil por día en promedio.
Tampoco nadie para el terror. Y precisamente en Milán, donde por años ha sido considerado un centro de reunión de grupos radicales en Europa, éste ya estalló.
La mañana del miércoles 4, los mensajes en la web comenzaron a difundir algunas leyendas metropolitanas, alertando sobre un inminente acto terrorista como represión por la muerte de Osama Bin Laden a manos de soldados estadunidenses.
Los mensajes previenen sobre no utilizar el metro durante mayo, debido a un “inminente” ataque terrorista del mundo islámico, en perjuicio y daño de la sociedad occidental.