Represión en Siria deja 28 muertos
MÉXICO, D.F.- (apro).- En pleno “Viernes de los clanes” –de oración-, la jornada de protestas en Siria dejó un saldo de 28 personas muertas, la mayoría de localidades del noreste del país.
Las fuerzas de seguridad recurrieron por primera vez a helicópteros artillados del Ejército para reprimir a los manifestantes, quienes nuevamente salieron a las calles después de sus rezos para exigir la renuncia del presidente Bashar al-Assad, según reportó la cadena árabe Al Arabiya.
Además, una multitud de sirios que huye de la violencia siguió entrando en Turquía. De acuerdo con un funcionario de este país, más de 3 mil 200 sirios cruzaron la frontera en los dos últimos días.
Los sirios que huyeron a Turquía pintaron un panorama de rebelión y caos en la ciudad norteña de Jisr al-Shagur, donde según dijeron algunos policías se tirotearon entre sí y algunos soldados se quitaron los uniformes antes de disparar contra los manifestantes.
En contraste, la televisión estatal siria informó hoy que las acciones se proponen restablecer la seguridad en la ciudad donde, según las autoridades, 120 funcionarios y efectivos de seguridad murieron la semana pasada a manos de “grupos armados”.
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, que aprovechó sus vínculos estrechos con Assad para presionar al líder sirio a hacer concesiones a los manifestantes, describió la represión como “salvajismo”. Su gobierno dijo que no cerrará las fronteras a los sirios que huyen de la violencia.
En tanto, activistas y testigos citados por EFE dijeron que los helicópteros militares dispararon para dispersar una manifestación en la ciudad de Maarat Al-Numaan, en la provincia noroccidental de Idlib. Al menos diez personas murieron en esa localidad.
En el distrito de Qaboun, ubicado en Damasco, la capital, así como en la aldea de Busra Al Harir, provincia de Hauran y en la portuaria Latakia, también se registraron víctimas mortales, aunque no se especificó cuántas.
También en Daraa, cuna de las protestas contra el gobierno de Al-Assad, cientos de sirios desafiaron la presencia de soldados y se manifestaron por las calles en demanda de la salida de su presidente, el fin de la represión y libertad.
Los opositores denunciaron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego pero el gobierno afirmó que los responsables fueron pistoleros armados que no han sido identificados.
A través de las redes sociales, principalmente Facebook, los opositores dieron cuenta de numerosas manifestaciones también en Qamishly (al noreste), Deir al Zor (este), Alepo (noroeste), Hama y Homs (centro), entre otras.
En sus perfiles escribieron leyendas como “Vete, vete” y “El pueblo quiere la caída del régimen”. El grupo Revolución Siria es uno de los más activos en las redes sociales, al igual que Flash y Sham.
Los comités que organizan las manifestaciones indicaron que en la ciudad de Asiha, en la provincia de Idleb, se cortó la electricidad, el agua y las comunicaciones, antes de que el Ejército irrumpiera esta mañana.
La organización revolución Siria indicó que la información que reciben desde Yisr al Shagur, un número indeterminado de militares de alto rango ha desertado del Ejército por discrepancias con el gobierno y que esa sería la razón de la ofensiva lanzada esta mañana contra esa población y pueblos aledaños.
Ante la situación, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), pidió hoy que se le permita el acceso inmediato a Siria para atender a las víctimas de la represión. En particular solicitó el acceso a las personas arrestadas para evaluar las condiciones de detención y el trato que reciben.
Jakob Kellenberger, presidente del organismo, se ofreció a viajar personalmente al país árabe para dialogar en persona con las autoridades y lograr el permiso de entrada.
Señaló que en varias ocasiones ha solicitado la autorización para que su personal brinde asistencia humanitaria a los más afectados, pero “no se nos ha concedido acceso efectivo a las personas necesitadas”, lamentó.
Personal de la CICR y de la Media Luna Árabe Siria realizó breves visitas a las ciudades de Daraa, Tartous y Homs, pero “resultó difícil obtener un panorama completo de la situación sobre el terreno y de la magnitud de las necesidades humanitarias”, indicó Kellenberger.
Añadió que, de permitirles entrar al país, prestarán ayuda, evaluarán la situación de los detenidos y, con los datos obtenidos, elaborarán un informe confidencial que, conforme a sus normas internas, sólo dará a conocer a las autoridades sirias.