Se desvincula el 15-M de actos violentos

miércoles, 15 de junio de 2011 · 14:23
MADRID, 15 de junio (apro).- La asamblea madrileña del movimiento 15-M se desvinculó completamente de “cualquier acto violento y presión por encima de la ley, el derecho y la democracia”. En un comunicado, la asamblea se desligó y condenó los hechos radicales, el acoso e insulto contra los diputados del Parlamento catalán y contra el líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien fue rociado con agua durante el desalojo de manifestantes en el barrio madrileño de Tetuán, en Madrid, organizado por el 15-M de esa comunidad. “Al margen de que nos guste o no la presencia de Cayo Lara y lo que haya hecho (hablar con los periodistas en plena protesta), no se puede hacer esto a nadie”, dice en el comunicado Juan Cobo, uno de los portavoces. Asimismo, manifestó que las comisiones de Acción y Respeto del movimiento evalúan la forma de organizarse para impedir que cualquier conato agresivo derive en una escalada de violencia o que se infiltren grupos violentos al movimiento, ya que desde el primer momento y hasta ahora ha reivindicado la no violencia. Desde anoche, los integrantes del movimiento 15-M de Barcelona bloquearon el edificio del Parlamento catalán, a fin de evitar que los diputados aprueben los presupuestos del próximo año con múltiples recortes sociales. La intervención de la policía derivó en choques con los manifestantes, que dejaron un saldo 36 personas con heridas leves. Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, justificó que si los “indignados” no deponen su actitud violenta —dado que hubo diputados a los que les arrojaron pintura—, estaría en disposición de hoy mismo hacer uso de la fuerza de la Policía autonómica, los Mossos d´Esquadra. Ante los bloqueos, Artur Mas y una decena de diputados se vieron obligados a arribar en helicóptero al recinto parlamentario. Los Mossos d´Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona ya identificaron a aproximadamente 20 jóvenes que saltaron las vallas del parque de la Ciutadella  --donde se encuentra el Parlamento catalán-- a lo largo de las protestas, según informaron a Europa Press fuentes policiales. Estos jóvenes, quienes han puesto una férrea oposición a los agentes a la hora de ser detenidos, serán sujetos a diligencias en su contra, según la misma información. Por la tarde, mientras los legisladores y autoridades permanecían al interior del recinto legislativo, poco más de un millar de “indignados” incrementaron la presión para tratar de entrar al parque de la Ciutadella. Los jóvenes pidieron a los diputados que no se presenten para aprobar el presupuesto catalán de 2012, y les exigieron que “bloqueen” las medidas de recorte en materia social –educación, servicio médico y servicios sociales– que contempla el nuevo presupuesto. Al mismo tiempo que se desarrollaban estas protestas en Barcelona, se difundían imágenes de las manifestaciones que tienen lugar en Grecia, donde hay movimientos sociales también integrados por jóvenes. Aunque aparentemente no existe vinculación, los manifestantes griegos enarbolan exigencias muy similares a las de España en materia económica y de representación política, debido a que en Grecia, sumido en su peor crisis financiera, tiene en marcha un plan de ayuda de las naciones europeas, con tintes de ser un rescate abierto al país, lo que se traducirá en severos recortes sociales. En aquellas manifestaciones hubo una intervención de los grupos antimotines de la policía griega, que disparó bombas lacrimógenas contra los manifestantes. Luego de que el fin de semana pasado se empezaron a levantar los campamentos que los integrantes del movimiento 15-M mantenían en las plazas de distintas ciudades españolas, como la Puerta del Sol en Madrid, o la Plaza Cataluña en Barcelona, cientos y miles de indignados iniciaron una serie de acciones de marcaje personal a los políticos y para mantener un cerco y presión en las instituciones. La noche del lunes, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, fue increpado y abucheado por cientos de jóvenes en las inmediaciones de su casa, luego de que prohibió las fiestas del orgullo gay en el barrio de Chueca, donde ya eran habituales estos festejos año tras año. Ya durante el acto de investidura del gobierno de Gallardón, el ayuntamiento fue rodeado por cientos de “indignados”, al grado que la policía desalojó a golpes y a rastras a los manifestantes, para permitir que los miembros del gobierno abandonaran el recinto municipal con sus vehículos. Lo mismo sucede en Valencia o Barcelona, entre otras ciudades. El Congreso de los Diputados, en Madrid, ha sido cercado por los indignados por varias noches. En la protesta de Barcelona, ya por la tarde, se registraron nuevos choques de la policía contra los manifestantes, quienes en respuesta lanzaron objetos, como latas y huevos, y rociaron algunos extintores contra los policías. Los jóvenes han aprovechado la ausencia de los uniformados para montar barricadas con los contenedores del servicio de limpieza, para evitar que los vehículos policiales vuelvan a ocupar sus puestos.        En Valencia, el fin de semana pasado, los “indignados” cercaron el Parlamento valenciano, donde tomaron posesión los nuevos servidores públicos, salidos de la elección del 22 de mayo pasado. Los principales reclamos se enfocaron en poner un alto a la corrupción, debido a que el presidente de la Generalitart, Francisco Camps, y una veintena de diputados, están sujetos a procesos judiciales por casos graves de corrupción; no obstante, fueron votados nuevamente y lograron victorias aplastantes en las urnas.

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