MÉXICO, D.F. (apro).- Siria vivió hoy una violenta jornada de protestas políticas que dejó un saldo de 12 muertos, mientras el gobierno del presidente Bashar al Assad anunció que había completado su despliegue militar cerca de la frontera con Turquía. Por su parte, la Unión Europea (UE) impuso nuevas sanciones contra empresas y personas acusadas de contribuir a la represión contra los opositores al régimen sirio, entre ellos tres iraníes. De acuerdo con activistas de derechos humanos y grupos de la oposición, las víctimas mortales se produjeron en los suburbios de Damasco y en la ciudad de Homs, al norte de la capital, e incluyen al menos dos menores de edad. Como es habitual en cada viernes desde mediados de marzo, las protestas estallaron al final de los rezos del mediodía, la celebración religiosa semanal más importante para el Islam, en medio de fuertes medidas de seguridad. Una red informativa de la oposición, los Comités Locales de Coordinación, identificó a 12 de los fallecidos y dijeron que uno de ellos tenía 13 años, que pereció en el suburbio capitalino de Al Kisua, y otro, de 12 años, en el barrio de la ciudad de Homs. Algunos de los fallecidos fueron enterrados hoy mismo, lo que originó nuevas protestas contra el régimen de Bashar al Asad. Según activistas de la oposición, hubo manifestaciones en múltiples puntos del país en las que participaron decenas de miles de personas. En las cercanías de la gran mezquita de Al Tal, en Damasco, la policía dispersó con gases de humo una de esas protestas, según estas mismas fuentes. En tanto la red de información opositora, Flash, dio cuenta de que en la capital se notaba hoy una presencia de fuerzas de seguridad “sin precedente”, que incluía francotiradores situados en algunos tejados. Sin embargo, estos informes no han podido ser confirmados independientemente por las restricciones de las autoridades, que han detenido o prohibido trabajar a periodistas que colaboran con medios internacionales y han expulsado del país a corresponsales extranjeros. En las últimas horas, el régimen de Damasco permitió la entrada de un equipo de la cadena estadunidense CNN, aunque con fuertes limitaciones para sus desplazamientos. Fuentes de la oposición y la red informativa que la apoya aseguraron que en el suburbio capitalino de Al Kisua, soldados y oficiales de la I Brigada del Ejército rechazaron sumarse a la represión oficial y protegieron una protesta y un funeral posterior. Esa acción implicó disparar contra fuerzas de seguridad y civiles armados que estaban atacando a los activistas de la oposición. Sin embargo, la televisión siria negó que haya habido choques armados entre policías y militares en ese lugar. Por su parte, la agencia oficial SANA informó hoy que el Ejército había completado su despliegue en la localidad de Yisr al Shugur, cerca de la frontera con Turquía, donde llegaron los militares el pasado 12 de junio. La población fue escenario de enfrentamientos a comienzos de este mes, que causaron 120 muertos, la mayoría integrantes de las fuerzas de seguridad o militares, según los informes oficiales. La acción del Ejército, que mantuvo asediada Yisr al Shugur durante tres días, antes de irrumpir en esa localidad el 12 de junio, intensificó un éxodo de sirios hacia Turquía que las autoridades del país vecino cifraron hoy en 11 mil 739 refugiados. Tanto SANA como la televisión siria hicieron hoy llamados a los sirios que están en campos de refugiados en Turquía para que regresen el país, “ya que se ha restablecido la seguridad en la ciudad”. Mientras, Estados Unidos expresó anoche su preocupación por los informes sobre la concentración de tropas sirias cerca de la frontera con Turquía, ya que podrían desestabilizar más la región. “De ser cierto, esa agresiva acción sólo exacerbaría la ya inestable situación de los refugiados en Siria”, señaló la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton. Paralelamente a la nueva jornada de protestas en Siria, hoy entraron en vigor nuevas sanciones de la UE contra Damasco, que suponen la congelación de activos y la prohibición de viajar a territorio comunitario a representantes del régimen. Durante la cumbre celebrada hoy en Bruselas, los 27 miembros de la UE afirmaron que el régimen de Bashar al-Assad está minando su legitimidad, “al elegir la represión en vez de cumplir las promesas de grandes reformas que él mismo hizo”. En el documento final de la cumbre, advirtieron que los responsables de los crímenes y la violencia perpetrados contra civiles “tendrán que responder por sus actos”. Los líderes europeos añadieron a la lista de sancionados a otras siete personas y cuatro empresas acusadas de contribuir a la represión de las manifestaciones en el país o de ayudar financieramente al régimen. Entre los nuevos sancionados están Mohammad Alí Jafari, máximo responsable de la Guardia Revolucionaria de Irán y dos altos mandos del mismo cuerpo, los generales Qasem Soleimani y Hossein Taeb, por estar “implicados en el suministro de material y asistencia al régimen sirio en la represión”. También están dos primos hermanos de Assad: Zulhima Chaliche, jefe de la guardia de seguridad del presidente y a quien también se le acusa de ser responsable de violencia contra manifestantes, y Riyad Chaliche, director del Establecimiento de Vivienda Militar. Con ellos suman 23 las personas ligadas al régimen de Al Assad que son sancionadas desde mayo pasado. La UE mantiene congelados sus bienes en territorio europeo y les ha prohibido la entrada a los países que integran la organización.