Trípoli, en poder de los rebeldes

martes, 23 de agosto de 2011 · 20:06
MÉXICO, D.F. (apro).- En medio de un ambiente tenso por la incertidumbre del paradero de Muamar El Gadafi, los rebeldes celebraron hoy su entrada al complejo de Bab El Aziziya, donde residía el líder libio. Mientras tanto, este martes continuaron los combates entre rebeldes y simpatizantes de Gadafi por el dominio de Trípoli, aunque la entrada a la fortaleza fue vista como un avance. Tras la irrupción en el complejo de Bab El Aziziya, que significa puerta espléndida –compuesto por casas privadas e instalaciones militares–, rebeldes libios festejaron lanzando al aire ráfagas de metralletas y coreando: "Dios es grande, Bab El Aziziya ha caído, Trípoli es libre". De acuerdo con información difundida por la cadena de televisión qatarí Al Jazeera, los rebeldes consiguieron entrar al palacio residencial tras derribar una de las puertas. Una vez dentro, añadió, saquearon el lugar e incluso tomaron algunas de las armas que se encontraban en la residencia. Hombres armados destrozaron una estatua dorada de Gadafi y algunos rebeldes tomaron el carro de golf que solía usar el líder, mientras un insurgente mostraba un gorro militar que, según dijo, tomó de la habitación del coronel. Al Jazeera también relató que al momento de la irrupción podía verse grandes columnas de humo sobre el Bab El Aziziya y se escuchaban fuertes detonaciones. Aviones de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) abrieron paso a los rebeldes en el recinto, luego de que realizaron algunos bombardeos en el interior. No obstante la ayuda de la OTAN, los revolucionarios sufrieron varias pérdidas desde las primeras horas de la operación, a tal grado que hicieron un llamado al personal médico de Trípoli para que se mantuvieran en sus puestos de trabajo, y a los habitantes de la ciudad a que donaran sangre. No se informó la cifra oficial de muertos y heridos. El jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdel-Jalil, fue más prudente que los rebeldes ante la victoria, y advirtió que “es demasiado pronto para decir que la batalla de Trípoli está terminada. Eso no ocurrirá hasta que Gadafi y sus hijos sean capturados”, dijo. Umar al-Hariri, un funcionario militar rebelde, relató que los cuarteles del recinto están conectados a túneles de aproximadamente 30 kilómetros de largo, algunos de los cuales conducen al mar, lo que aumenta las dudas sobre el actual paradero de Gadafi, quien ha gobernado Libia desde hace 42 años. A la incertidumbre por la ubicación de Gadafi se sumó la reaparición de su hijo, Saif al-Islam, quien desmintió su captura y aseguró que su padre “se encuentra bien”. En entrevista con la BBC, al-Islam afirmó que el pueblo libio se encuentra de su lado, y llamó a los seguidores del régimen a defender la capital de la ocupación de las fuerzas rebeldes. “Estoy aquí para desmentir las mentiras”, dijo a periodistas al-Islam, quien estaba considerado como el sucesor del dictador libio. “Trípoli está bajo control nuestro. Que todo el mundo esté tranquilo. Todo va bien en Trípoli", añadió el hijo de Gadafi afuera del hotel Rixos, donde se hospedan los representantes de los medios de comunicación internacionales. Sonriente, al-Islam dijo a la BBC que “la columna vertebral” de la oposición había sido rota y que los rebeldes cayeron en una trampa. Según el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), el ruso Kirsan Ilyumzhinov, Gadafi se comunicó por teléfono con él, le informó que se encuentra en Trípoli y que luchará hasta el final porque no tiene intención de abandonar Libia. De acuerdo con Ilyumzhinov, el dictador libio también le dijo: “No se crean las informaciones falsas de las televisiones occidentales”. El ajedrecista ruso, quien visitó a Gadafi en junio pasado, para jugar una partida de ajedrez, señaló que la conversación fue breve por razones de seguridad, pero que el dictador se mostró confiado en la victoria y agradecido con quienes aún lo apoyan. Ilyumzhinov informó lo anterior a la agencia rusa de noticias Interfax, a la que también dijo que Gadafi se encuentra con su hijo mayor, Mohamed, quien ayer escapó de manos de los rebeldes libios que un día antes entraron a Trípoli. Piden a México reconocer al CNT La embajada de Libia en México solicitó al presidente Felipe Calderón que dé su reconocimiento al CNT. Ahmed M. El Hafi, encargado de negocios, y Youseff A. Cadada, ministro consejero de la representación diplomática, afirmaron que rompieron relaciones con el régimen de Gadafi desde febrero pasado, y explicaron que no habían hecho pública esa noticia por temor de que eso pusiera en riesgo la vida de sus familiares que viven en Trípoli. En rueda de prensa, los diplomáticos informaron que se reunirán con funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para pedir que México los considere como “representantes de una fase en la historia del pueblo Libio”, en la que han luchado contra Gadafi.

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