MÉXICO, D.F., (apro).- Las protestas estudiantiles en Chile por los problemas de calidad y equidad educativa derivaron en la detención de 874 jóvenes secundarios y universitarios, informó el subsecretario del Interior, Rodrigo Urbilla. Apoyados por el Colegio de Profesores, alrededor de 100 mil estudiantes se manifestaron el jueves 4, durante todo el día, en diversas partes del país. Los secundarios marcharon por la mañana y los universitarios por la tarde. El gobierno no ofreció cifras de alumnos heridos, aunque informes de la radio local dieron cuenta de al menos una docena de jóvenes atendidos en el área de urgencias de algunos hospitales. No obstante, informó que 90 agentes de carabineros resultaron heridos en los incidentes, de los cuales seis continuaban hospitalizados la mañana de este viernes.   Según Urbilla, del total de detenidos, 410 son de Santiago y el resto de otras regiones donde también se realizaron protestas en contra de una prohibición gubernamental a manifestarse en el centro de Santiago. La manifestación se decidió tras dos meses de protestas en demanda de mejoras generales al sistema educativo, en especial la calidad y gratuidad de la enseñanza. Además, están a la espera de una respuesta formal a una propuesta de 21 puntos que el gobierno presentó al inicio de la semana para encontrar una salida al conflicto. Previo a la manifestación del jueves, la policía levantó vallas y desplegó alrededor de mil agentes en  la Plaza Italia y la Alameda Bernardo O'Higgins, donde se realizan las concentraciones estudiantiles. Con chorros de agua, gases y cargas de caballería e infantería, las fuerzas de seguridad evitaron que los jóvenes realizaran la convocatoria. Urbilla afirmó que los hechos más violentos se registraron durante la noche, luego de que unos encapuchados incendiaron un local de la cadena de tiendas La Polar. El subsecretario contrastó estos actos de violencia con el pacífico "cacerolazo" que resonó también en la noche en amplios sectores de Santiago y otras ciudades, y afirmó que si se hizo para demandar una mejor educación, “es un propósito que el gobierno comparte”. Responsabilizó de la violencia al presidente del Colegio de Profesores, Jaime Fajardo, así como a Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, quienes convocaron a las manifestaciones que no estaban autorizadas. "Ellos tienen que dar cuenta", sostuvo Urbilla. Y luego de reiterar la disposición del gobierno al diálogo, condicionó la realización de nuevas manifestaciones, convocadas para el domingo y martes próximos, a la tramitación de los permisos correspondientes. "Ellos tienen que cumplir ciertos requisitos. Nunca hemos estado cerrados a autorizar movilizaciones", afirmó.