Autor de la masacre de Connecticut "no sentía ningún dolor"

lunes, 17 de diciembre de 2012 · 20:51
MÉXICO, D.F. (apro).- La lluvia y el frío enmarcaron los primeros dos funerales de las 26 víctimas del poblado de Newtown, Connecticut: los pequeños Jack Pinto y Noah Pozner, ambos de seis años. Con muñecos de peluche y flores, varias personas se congregaron a las afueras de la casa de funerales Abraham L. Green and Son en la localidad de Fairfield, vecina a Newtown, donde se celebró el funeral del pequeño Noah. El sepelio de Jack, un fanático del futbol americano, se llevó a cabo en la funeraria Honan, hasta donde llegaron decenas de personas para dar el pésame a la familia. Después, el cuerpo del pequeño fue sepultado en el cementerio Newtown Village Cementery. En la misma funeraria se celebrarán al menos 11 exequias en los próximos días, también de las víctimas de la matanza perpetrada por Adam Lanza, de 20 años, quien además de su madre masacró a 20 niños y seis adultos en la escuela Sandy Hook, donde su progenitora era maestra. Para este martes 18 están programados los sepelios de James Mattioli y Jessica Rekos, también de seis años, mientras que para el miércoles están previstos los de Chase Kowalski y Catherine V. Hubbard, así como de la directora del colegio, Dawn Hochsprung, y la profesora Victoria Soto, esta última en la cercana Stratford . Y mientras los habitantes de la localidad de Newtown luchan por volver a la normalidad, las escuelas continuaron cerradas este lunes y se espera que el martes se reanuden las clases, excepto en el colegio Sandy Hook, donde prosiguen las investigaciones e incluso se ha señalado que jamás volverá a abrir sus puertas. En el marco de las indagatorias, la policía informó que son dos y no uno como se había dicho inicialmente, los adultos que resultaron heridos durante el tiroteo. “Los investigadores hablarán con ellos cuando estén recuperados y sus declaraciones arrojarán mucha luz sobre los hechos y las circunstancias de esta trágica investigación”, dijo hoy en rueda de prensa el teniente Paul Vance, de la policía estatal de Connecticut. El viernes pasado, Adam Lanza disparó en cuatro ocasiones contra su madre en su casa de Newtown y luego se dirigió al colegio, donde acabó con la vida de seis adultos y 20 niños de entre seis y siete años. Después de la tragedia, han ido saliendo a la luz relatos sobre la vida de Adam y su madre Nancy Lanza. El autor de la masacre padecía una condición médica que no le permitía sentir dolor alguno, reveló hoy Richard Novia, encargado de seguridad del distrito escolar al que asistía el asesino cuando era niño. Muchas de las claves de la matanza podrían hallarse en su solitaria vida, marcada por el divorcio de sus padres, pero sobre todo las respuestas podrían ser esta enfermedad que le impedía sentir, según reveló The Daily Beast. Por su lado, Ryan Kraft, quien en un tiempo fue niñero de Adam, contó a la cadena de televisión CBS que Nancy le advirtió que siempre tuviera la vista puesta encima a su hijo y que nunca le diera la espalda, ni siquiera para ir al baño. En ese entonces Kraft, quien ahora vive en California, tenía 14 ó 15 años, y Adam 9 ó 10. Lo describió como un niño muy inteligente pero callado o introvertido.  “Cuando hacía algo, fuera construir con Lego o jugar con videojuegos, estaba realmente concentrado. Era como si estuviera en su propio mundo”, relató Kraft. Añadió que Nancy quería mucho a sus hijos y estaba muy implicada en sus vidas, pero siempre se preguntó por qué una madre que pedía que no se le diera la espalda a su hijo tenía un pequeño arsenal en casa e incluso lo llevaba a prácticas de tiro. La tragedia ha reabierto el debate en Estados Unidos sobre la seguridad en los centros de enseñanza y en concreto sobre la necesidad o no de armar a los guardias de seguridad en las escuelas, lo que ha generado opiniones encontradas. Algunos habitantes están temerosos de que al regresar a clases haya algunos imitadores de Adam y otros colegios han cerrado por circunstancias similares. Justo este lunes, dos escuelas de la localidad de Ridgefield, también en Connecticut, cerraron brevemente sus puertas cuando los vecinos alertaron de la presencia de un hombre sospechoso que parecía portar un rifle en el hombro, pero el incidente quedó en una falsa alarma. La noche del domingo anterior, familiares de las víctimas de la masacre acompañados por el presidente Barack Obama realizaron una vigilia en recuerdo de sus seres queridos. En la misma jornada dos senadores demócratas anunciaron que introducirán una iniciativa de ley que prohíba las armas de asalto en Estados Unidos. En la vigilia, en una escuela secundaria, participaron también profesores de la escuela primaria Sandy Hook, así como policías y rescatistas que trabajaron en el lugar del tiroteo. Decenas de personas de los alrededores viajaron hacia Newtown para mostrar su solidaridad con la comunidad, ubicada al norte de Nueva York, donde la gente encendió velas, depositó flores y juguetes. Luego de reunirse en privado con los familiares de los niños asesinados, el presidente Obama dijo que Estados Unidos debe cambiar para evitar tragedias como la del viernes 14. “Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben terminar y, para terminarlas, debemos cambiar”, dijo luego de recordar que es la cuarta vez que acude a una comunidad víctima de tiroteos masivos, desde que asumió el poder. En ese marco, los senadores demócratas Dianne Feinstein y Charles Schumer apoyaron la introducción de un proyecto de ley sobre el control de armas en el Congreso de Estados Unidos. Feinstein indicó que impulsará el proyecto en cuanto se constituya el nuevo Congreso, a partir de enero próximo, para “prohibir las armas de asalto”, su venta, transferencia, importación y posesión. “Creo que podemos hacer algo”, dijo Schumer a la CBS e hizo referencia a la necesidad de limitar el acceso a armas de gran calibre, así como a su munición, para evitar que personas “mentalmente inestables” puedan adquirirlas. Por su parte, el senador Joe Lieberman opinó que debería haber una comisión nacional para estudiar las leyes nacionales sobre armas, el sistema de salud mental y la incidencia de los videojuegos y las películas violentas en este tipo de ataques. “Necesitamos acción inmediata. Hemos oído toda la retórica antes. Lo que no hemos visto es liderazgo, ni de la Casa Blanca ni del Congreso. Eso debe terminarse hoy. Esta es una tragedia nacional que demanda una respuesta nacional”, dijo a su vez el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, también copresidente de la Coalición de Alcaldes contra las Armas Ilegales.

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