Gran Bretaña: referéndum por Europa

viernes, 15 de junio de 2012 · 21:49
LONDRES (apro).- - Ante el peligroso agravamiento de la situación económica en la Unión Europea (UE), los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia, la operación para salvar a los bancos españoles y un temor al contagio de crisis a otros países de la eurozona, la mayoría de los británicos cree que ha llegado el momento de que Gran Bretaña convoque a un referéndum sobre su membresía en el bloque, con miras a una eventual separación. Según un sondeo dado a conocer el pasado lunes 11, el 80% de los británicos está a favor de un referéndum sobre la membresía del Reino Unido en la UE, en tanto que un 40% considera que el país debería abandonar el bloque de una vez por todas. La encuesta de la consultora Populus para el periódico conservador The Times, señala que ocho de cada diez habitantes del Reino Unido quiere la posibilidad de decidir en las urnas si el país debe seguir como miembro de la UE. Del total de los consultados, un 40% dijo que Gran Bretaña “debe abandonar el bloque de forma inmediata”. Sólo un 18% considera que no hay necesidad de un referéndum en este tema. Sin embargo, el sondeo reveló una creciente incertidumbre de los británicos al respecto: 27% dijo "no saber" si el país "debería ser parte de un mercado único en una comunidad europea más amplia". Tras ser preguntados acerca de si Gran Bretaña debería permanecer en la UE, manteniendo abierta la opción de sumarse a una eurozona más integrada, el 44% se mostró en contra, y el 36% a favor, con un 19% que declaró "no saber" que posición tomar. El gobierno de coalición que encabeza el conservador David Cameron ha desestimado por el momento la posibilidad de un referéndum para este año, aunque la prensa local especuló que debido al agravamiento de la situación económica en la UE y el reciente rescate financiero a España, Londres podría evaluar en los próximos meses debatir la cuestión en las urnas. Las turbulencias económicas en la eurozona tienen un impacto en la economía británica, la cual se contrajo a 0.3% en el primer trimestre del año, provocando una doble recesión del país. La agencia de crédito Moody’s tiene previsto rebajar "de forma inminente" la calificación tanto del Lloyds Banking Group como del Royal Bank of Scotland, dos de los bancos más importantes de Gran Bretaña. La entidad bancaria Barclays, la de mayor envergadura del país, también podría verse afectada por la decisión, que hará que los bancos británicos deban pagar más para financiar sus actividades. “El momento de la verdad” El domingo 10, el ministro de Economía británico, George Osborne, advirtió que la crisis creciente en la eurozona está "aniquilando" la lenta recuperación de la economía de Gran Bretaña y agregó que las empresas del país "están sufriendo por las incertidumbres sobre el futuro". Osborne escribió un artículo en el periódico Daily Telegraph en el que indicó que los gobernantes europeos enfrentan "el momento de la verdad" que podría determinar el futuro económico durante la próxima década. Un día antes, la UE anunció que España recibirá una ayuda de 100 mil millones de euros en préstamos de la eurozona para rescatar a sus bancos en crisis. Según el ministro de Economía británico, las lecciones de los últimos dos años señalan que tratar "el último síntoma" no es suficiente para "curar las condiciones subyacentes". "Nuestra recuperación, que ya enfrenta una poderosa tormenta debido a altos precios del petróleo y por los problemas de deuda después de años de gastos exorbitantes, está siendo aniquilada por la crisis que está en nuestras puertas", destacó. Osborne sostuvo que el gobierno británico "tiene claro que está en el interés británico que le vaya bien al mayor mercado exportador de Gran Bretaña (la UE): los riesgos para nosotros por un resultado desordenado son enormes". Dijo además que es necesario tomar "acciones decisivas" para poner fin a la inestabilidad "a medida que nos acercamos al momento de la verdad para la eurozona". "Después de más de dos años de incertidumbre, inestabilidad y crecimiento lento, las decisiones tomadas en los próximos meses determinarán el futuro económico de todo el continente europeo para la próxima década y después", agregó. Osborne pidió una mayor integración fiscal en la zona euro y destacó que una unión bancaria "será la extensión natural para la moneda única". Aclaró, sin embargo, que Gran Bretaña no será parte de dichos planes, al indicar que cualquier transferencia de poder de Londres a Bruselas "requerirá de un referéndum". “Excusas desesperadas” El ministro de Economía en la sombra, el laborista Ed Balls dijo que Osborne "está dando excusas desesperadas" por las fallas del gobierno para hacer crecer al país. "Es una actitud totalmente complaciente y fuera de contacto con la realidad culpar a la eurozona por la doble recesión creada en (la oficina del primer ministro) Downing Street", afirmó el parlamentario opositor. "A pesar de la crisis en la eurozona, Alemania, Francia y la zona euro en su conjunto han logrado evitar hasta ahora caer en recesión, al tiempo que la recuperación de Gran Bretaña se ahogó en el otoño de 2010", continuó Balls. El diputado laborista sostuvo que lo que se necesita es un plan para la creación de empleos y el crecimiento, tanto en el Reino Unido como en la eurozona. "Sino logramos actuar ahora, pagaremos un precio muy alto a largo plazo", advirtió. Por su parte, el exministro de Defensa Liam Fox afirmó que si el referéndum sobre la membresía británica en la UE no se convoca en un futuro inmediato "será inevitable cuando los tratados europeos sean rescritos para resolver la crisis del bloque". El Reino Unido fue uno de los 12 miembros fundadores de la UE, cuando en 1992 se firmó el Tratado de Maastricht. Con anterioridad, desde 1973 había sido miembro de la precursora de la Unión Europea, la Comunidad Económica Europea (CEE). El actual gobierno conservador-liberal democrático se encuentra a favor de la reducción de poderes y competencias de organismos gubernamentales de Londres a Bruselas, mientras que el opositor Partido Laborista mantiene que el futuro de Gran Bretaña "debe estar en el corazón de Europa". Los problemas económicos en la eurozona y en el Reino Unido han llevado a que el apoyo popular de los británicos a Cameron y a su gobierno se desplomara al nivel más bajo desde 2002. Según un sondeo de la influyente consultora Angus Reid para el periódico inglés Sunday Express, divulgado el mismo 10 de junio, el Partido Conservador está 14 puntos detrás de los Laboristas. La encuesta indicó además que Cameron y su agrupación conservadora cuentan ahora con el 29% del apoyo popular, detrás de los laboristas bajo el mando de Ed Miliband, que lideran con el 43% de los votos. Esta es la mayor ventaja del Partido Laborista sobre los Tories desde diciembre de 2002, cuando el laborista Tony Blair era primer ministro y el conservador Ian Duncan Smith se desempeñaba como jefe de la oposición. Por su parte, los Liberales Democráticos, que forman junto con la agrupación política de Cameron el gobierno de coalición, también perdieron apoyo popular: cayeron al tercer puesto, con sólo el 9% de los votos, la misma cantidad que el Partido por la Independencia del Reino Unido, que aboga por una salida inmediata del país de la UE. El sondeo es sólo una medición de una creciente tendencia de descontento popular con la actual Administración. Si las presiones internas siguen en aumento, alimentadas por el deterioro de la situación económica, Cameron podría verse obligado por sus correligionarios conservadores a convocar a un referéndum sobre la membresía británica en la UE, y abrir así las compuertas a un futuro muy incierto para este país.

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