MÉXICO, D.F. (apro).- El expresidente egipcio Hosni Mubarak fue condenado a prisión perpetua este sábado por no impedir la matanza de manifestantes durante la insurrección que lo derrocó el año pasado. Tanto el exmandatario como sus hijos fueron absueltos de cargos de corrupción, lo cual provocó inmediatamente una ola de protestas en las ciudades egipcias. Tras conocer su condena, Mubarak fue trasladado en helicóptero a la prisión de Tora, en la periferia sur de El Cairo, donde sufrió una “crisis cardiaca aguda” cuando aterrizaba, según fuentes de seguridad citadas por la agencia EFE. Los servicios médicos lo atendieron de emergencia en la aeronave y posteriormente fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital penitenciario, donde se espera que pase su primera noche entre rejas desde que fue arrestado, en abril de 2011. Las fuentes dijeron que Mubarak protestó, lloró y se resistió a bajar del helicóptero que lo llevó a un hospital carcelario por primera vez desde su detención en abril de 2011. Hasta el comienzo del juicio, el 3 de agosto, Mubarak permaneció en un hospital común en el balneario de Sharm el Sheij, sobre el Mar Rojo. Según los agentes, insistió que lo llevaran al hospital militar en las afueras de El Cairo donde permaneció durante el juicio.