CHARLOTTE, Carolina del Norte (apro).- Al aceptar por segunda ocasión consecutiva la nominación presidencial del Partido Demócrata, Barack Obama pidió a los estadunidenses una segunda oportunidad para cumplir las promesas que hizo hace cuatro años y para culminar la reconstrucción económica de su país.
“No pretendo decir que el camino que ofrezco será fácil, nunca lo he hecho. Ustedes nunca me eligieron para decirles lo que querían escuchar, me eligieron para decirles la verdad; y la verdad es que tomará más de unos cuantos años resolver los retos que se han acumulado en las últimas décadas”, declaró Obama ante más de 20 mil personas que se dieron cita para aclamarlo en la Arena Time Warner de Charlotte.
“Se requerirá un esfuerzo común, responsabilidad compartida y de un tipo sólido de experimentación persistente; como la que buscó Franklin D. Roosevelt durante la única crisis económica más grave que la que nos aqueja hoy”, matizó Obama.
Ante un publico esperanzado y dispuesto a hacer lo necesario para asegurar cuatro años más de una Presidencia demócrata, Obama reconoció que su primer mandato no cumplió con las expectativas de todos los estadunidenses.
Sin justificarse por el incumplimiento de tantas promesas que hizo hace cuatro años, durante su primera campaña presidencial, el mandatario estadunidense argumentó que a él le toco heredar de los republicanos una nación en ruinas, con una economía en caída libre cuyos efectos en la población con menos recursos han sido devastadores.
Pero, acotó Obama ante un auditorio que no dejaba de ovacionarlo, “todos aquellos de nosotros que portamos el legado de este partido, debemos recordar que no hay un problema que no pueda ser remediado con otro programa gubernamental dictado por Washington”.
La Convención Nacional del Partido Demócrata, que llegó a su fin con la aceptación de Obama de su nominación para buscar la reelección, fue un acto político marcado nuevamente por las promesas de hacer lo que sea necesario para terminar un trabajo que está a medias.
Después de que el miércoles 5 por la noche el expresidente Bill Clinton expusiera con un lenguaje simple que Obama sólo busca darle la solución adecuada al desastre económico que dejó el mandatario republicano George W. Bush, y que han empeorado los legisladores republicanos del Congreso federal con su oposición irracional a las propuestas de la Casa Blanca, el presidente dio una lista de los objetivos que pretende alcanzar si lo reeligen.
Las nuevas promesas del presidente demócrata, las principales, se concentran exclusivamente al área económica:
Para el 2016 generar un millón de nuevos empleos en la industria manufacturera; duplicar las exportaciones para finales de 2014, y reducir en 50% las importaciones netas de petróleo para dentro de ocho años.
Además, fomentar en un plazo de una década la creación de unos 600 mil empleos en la industria del gas natural, y en el mismo periodo de tiempo reducir en más de 4 billones de dólares el déficit del país, y poner fin a los gastos de la nación en conflictos bélicos.
En materia educativa, Obama prometió frenar el aumento en el costo de las colegiaturas durante los próximos diez años, y también en una década reclutar a unos cien mil maestros, además de financiar el adiestramiento de dos millones de personas para que se integren a la fuerza laboral de los colegios comunitarios.
Entre la lista de nuevas promesas del mandatario demócrata también destaca su defensa a los programas sociales que proporcionan alimentos, medicinas, atención medica y fondos de jubilación para las personas económicamente menos favorecidas.
“Sepan esto, nuestros problemas se pueden resolver, nuestros retos se pueden cumplir. El camino que ofrezco puede ser difícil, pero nos lleva a un mejor lugar”, indicó Obama.
Acompañado de todos los líderes de su partido, de su esposa Michelle, y del vicepresidente Joe Biden, quien por aclamación fue nominado a la reelección, así como de Hill, la esposa de éste, Barack Obama se declaró listo y preparado para cumplir lo que una vez más promete, así como para asumir la responsabilidad que requerirá esa gigantesca labor.
“Les estoy pidiendo que se unan alrededor de una serie de objetivos a favor de su país, en manufacturas, energía, educación, seguridad nacional y reducción del déficit. Un plan que se pueda consumar y que nos lleve a la creación de nuevos empleos, de más oportunidades para que se reconstruya esta economía sobre bases fuertes.
“Esto es lo que podemos hacer en los próximos cuatro años y es por eso que estoy buscando un segundo periodo como presidente de Estados Unidos”, enfatizó Obama en medio de los aplausos de sus seguidores, quienes coreaban “¡Sí se puede, sí se puede!” y “¡Cuatro años más, cuatro años más!”.
La fiesta demócrata en Charlotte dio el banderazo oficial a la campaña presidencial en Estados Unidos, entre Barack Obama y Joe Biden, por los democratas, y Mitt Romney y Paul Ryan, por parte de los republicanos.
Con las encuestas sobre preferencia electoral marcando un empate técnico entre las dos duplas, los demócratas tienen poco más de seis semanas para convencer a los electores decepcionados por Obama que la opción republicana será contraproducente para el futuro y los intereses del país.
Funcionarios del mismo Partido Demócrata saben que el futuro de Obama en la Casa Blanca dependerá del resultado de las elecciones en ocho estados: Colorado, Nevada, Ohio, Florida, New Hampshire, Iowa, Wisconsin y Virginia.
Estas entidades, según los expertos, vivirán los comicios más cerrados de toda la contienda del martes 6 de noviembre.
Las tendencias señalan por el momento que Florida puede ser la clave de la cual dependen Obama y Romney.
“La decisión está en ustedes, el camino de la recuperación con nosotros, o el retroceso a los problemas de siempre”, concluyó Obama, al momento que del techo de la arena caían globos y confeti.
Sonriente y confiado en que ganara la reelección, al estrado de la arena se unieron a Obama su esposa Michelle, sus hijas; el vicepresidente Biden y su esposa junto a sus hijos, nueras y todos sus nietos.