Los negocios hoteleros de la iglesia católica
LONDRES (apro).- Habitaciones de lujo de más de 100 metros cuadrados, mayordomo las 24 horas al día, baños de mármol, terrazas privadas con jacuzzi y vistas panorámicas.
Todo parece una promoción turística de lujo para acaudalados viajeros.
Sin embargo, se trata de un desconocido negocio manejado por la Iglesia católica, que está usufructuando algunos de sus monasterios y edificios históricos más importantes del mundo como hoteles y spa de cinco estrellas para turistas con alto poder adquisitivo.
La Iglesia --que cuenta con más mil millones de fieles en todo el mundo y bajo el mando del Papa argentino Francisco quiere dar aires de renovación y cambios tras la salida de Benedicto XVI-- aprovecha esos negocios hoteleros para generarle al clero millones de dólares en ingresos anuales.
De acuerdo con una investigación de la BBC de Londres dada a conocer el 26 de septiembre, dicha institución usufructúa algunos de sus monasterios históricos y edificios de alto valor patrimonial en países como Perú, España, Francia, Italia y Puerto Rico, principalmente en edificios de gran belleza arquitectónica o que cuentan con imponentes vistas panorámicas.
Entre ellos se encuentra por ejemplo el Hotel Monasterio, localizado a una cuadra de la Plaza de Armas, en pleno centro de Cusco, en Perú. En ese predio se encontraba antiguamente el Seminario de San Antonio Abad, fundado en 1598 en las instalaciones del palacio inca Amaru Qhala.
El hotel de 126 habitaciones ofrece dormitorios por entre 500 y 2 mil dólares, además de todos los lujos para el viajero exclusivo, entre ellos baños de mármol y mayordomos a toda hora del día.
"Es administrado por la empresa hotelera Orient Express (la misma que maneja el conocido tren de lujo de Venecia a Constantinopla), pero como el lugar pertenece al Arzobispado de Cusco, existe un contrato de usufructo por 30 años que estipula que la compañía tiene que pagar un alquiler mensual, según la información proporcionada telefónicamente por el Arzobispado", informó la cadena británica en su informe, que generó malestar en las altas esferas del Clero católico en Roma.
Otro sitio de la Iglesia católica en Cuzco es el palacio Nazarenas, que funcionó como el Beaterio de las Nazarenas, en el siglo XVIII, y que era una construcción inca destinada a la enseñanza religiosa.
Actualmente se conoce como La Casa de las Sierpes, es un hotel de lujo y muchas comodidades, que ofrece habitaciones por un valor de entre 885 y 3 mil 35 dólares, dependiendo de los servicios extra, dormitorios en suites o vistas.
En Italia, por ejemplo, la Iglesia católica cuenta con el Convento di Amalfi Grand Hotel, en la exclusiva costa amalfitana, una de las zonas más costosas de toda la península.
El sitio, que fue un monasterio capuchino del siglo XII construido en un acantilado, incluye un claustro normando-árabe del siglo XIII de gran belleza arquitectónica e histórica. Las 53 habitaciones cuestan entre 490 y 2 mil 200 dólares por noche, aunque los precios pueden ser superiores dependiendo de los servicios adicionales.
En el caso de España, la BBC reveló que la Iglesia cuenta con el Monasterio de Boltaña, en Huesca, el cual era conocido como el Monasterio del Carmen en el siglo XVII, y que ahora ofrece habitaciones por entre 130 y 500 dólares la noche.
Según la emisora, se trata de "entidades legales autónomas. Las propiedades pertenecen (a la Iglesia) y puede hacer lo que quiera con ellas, venderlas o alquilarlas sin tener que informarle a nadie".
"Así que en muchos casos aprovechan el turismo para obtener dinero; muchos de los recintos tienen muy pocos residentes y otros están cerrados", agregó.
La investigación también destacó que debido a la gran variedad de órdenes y diócesis que existen, "es muy difícil saber cómo son manejadas estas edificaciones eclesiásticas y cuántas funcionan como hoteles de lujo, como posadas mucho más sencillas o qué tipos de fines comerciales buscan".
Robert Mickens, corresponsal en Roma del semanario católico británico The Tablet, declaró a la BBC que la Santa Sede cuenta en Ciudad del Vaticano y en el centro de Roma con palazzos (edificios) "y alquila los apartamentos, a veces a empleados por un precio menor al del mercado y, en otras ocasiones, a amigos de los obispos".
"Muchos de los inmuebles que tiene el Vaticano son propiedades que pasaron a su control porque personas sin herederos así lo estipularon en sus testamentos", agregó Mickens.
De acuerdo con una investigación previa de la BBC y del periódico inglés Daily Telegraph, elaborada en 2007, el Vaticano contaría con un cuarto de los edificios que se encuentran en el centro de Roma y sólo en 2006 añadió a su inventario inmobiliario 8 mil propiedades que heredó, muchas de ellas por valores que superan los varios millones de dólares.
En total, el valor de los inmuebles que posee la Iglesia católica superaría los 6 mil millones de dólares, según estimativos del Daily Telegraph.
El banco de Dios
Las revelaciones del informe dado a conocer en septiembre se conocen días antes de que el Instituto para Obras de Religión (IOR), más conocido como el Banco Vaticano y fundado en 1942 por el papa Pío XII, confirmó que en 2012 registró una utilidad neta de 86.6 millones de euros, cuadruplicando la de 2011, que fue de 20.3 millones.
Ello permitió al IOR contribuir con 54.7 millones de euros a la Santa Sede y destinar 31.9 millones a la reserva de riesgos operativos generales, según un balance anual 2012.
Ernest von Freyberg, presidente del instituto, explicó el lunes 1 que para los clientes del banco y el IOR, “el 2012 fue un año con óptimos resultados económicos”.
“Hemos aprovechado primero un alto nivel de tasas de interés sobre nuestro portafolio de títulos, en particular a inicios del año y luego del aumento del valor de mercado de estos títulos”, explicó el banquero, al destacar que “la política de inversión del IOR está pensada en primer lugar para garantizar la seguridad de los bienes que nos son confiados”.
“Nuestra atención se concentra sobre una gestión para conservar y una baja exposición al riesgo”, finalizó.
El IOR protege los depósitos y los bienes patrimoniales de sus clientes, invirtiendo en especial en títulos a tasa fija, títulos de Estado y depósitos a término en el mercado intercambiario. En promedio, menos de 6% de los activos es invertido en acciones y en fondos administrados externamente.
Von Freyberg explicó que además de proteger el patrimonio confiado al instituto, la misión de la entidad “es responder a las exigencias de nuestros clientes ofreciéndoles, a través de nuestros bancos correspondientes, servicios de pago rápidos, dedicados y eficientes en términos de costos”.
“Este servicio global es único en su tipo, consideradas las dimensiones de nuestro instituto”, sostuvo el financista.
Lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuánto gasta la Iglesia católica a escala mundial, aunque la revista inglesa The Economist publicó en 2012 una investigación que estimaba en más de 170 mil millones de dólares las erogaciones globales de 2010.
De acuerdo con ese informe, el portafolio de inversiones financieras del IOR supera los 2 mil 600 millones. Sólo en Italia sus intereses se extienden por el sistema bancario, aerolíneas, inmuebles, empresas públicas y hasta cinematografía.
"La Iglesia católica es la organización más grande del mundo y tiene una arquitectura financiera caótica. Por un lado es muy jerárquica, centrada en la autoridad del Papa, y por el otro totalmente descentralizada, con cada obispo a cargo de una diócesis que funciona como un virtual principado", indicó a la BBC el periodista Jason Berry, quien desde hace 25 años ha investigado el tema y publicó un libro sobre el tema: Las finanzas secretas de la iglesia.
"El Vaticano recibe contribuciones de las iglesias de los países desarrollados, pero suele ayudar económicamente a las naciones más pobres. Recientemente invirtió unos 250 mil dólares en Haití para la reconstrucción de una escuela", agregó Berry.
Un 60% de los fondos de la Iglesia católica proviene de Estados Unidos, seguido por Alemania, Italia y Francia en término de contribuciones, pero la caída a escala mundial del número de católicos practicantes está erosionando estos ingresos.
El usufructo de monasterios y edificios históricos de gran belleza podría ahora ayudar a la Iglesia a sumar dinero para sus arcas, que se han visto afectadas en los últimos años por lavado de dinero del Banco del Vaticano, las indemnizaciones por los escándalos sexuales y el número decreciente de creyentes y donaciones.