Paraguay y el regreso al Mercosur
MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de la elección este domingo del empresario tabacalero Horacio Cartes como nuevo presidente de Paraguay, José Mujica y Cristina Kirchner –presidentes respectivos de Uruguay y Argentina– le invitaron a participar en la próxima cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se llevará a cabo en junio en Montevideo.
Se trata de una forma de reintegrar al país en la alianza regional, de la cual estuvo suspendido por la destitución el 22 de junio pasado de Fernando Lugo, entonces presidente de Paraguay.
Acreditado con 45.91% de los sufragios por el Tribunal Superior de Justicia Electoral, Cartes, millonario de 56 años, entrará en funciones el próximo 15 de agosto.
El evento marcará el regreso al poder del Partido Colorado (PC), conservador, después de cinco años de alternancia liberal. El PC –fundado en 1887– gobernó el país durante las seis décadas que corrieron entre 1947 y 2008, incluso mientras el país vivía bajo la dictadura militar de Alfredo Stroessner, reeligido ocho veces fraudulentamente entre 1954 y 1989.
En entrevista con el diario conservador argentino La Nación publicada el domingo 21, el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, destacó que los miembros del Partido Colorado “han sostenido más de 35 años de dictadura, tuvieron en la cárcel a tantos inocentes y avalaron el deterioro de los derechos humanos. Entonces, si eventualmente ahora regresan al poder, sin duda que será un retroceso, porque sus prácticas políticas miran al pasado y no han cambiado mucho.”
Al frente de una coalición política de oposición, Alianza Patriótica para el Cambio, Fernando Lugo ganó las elecciones en abril de 2008. Por primera vez desde 1947, el Partido Colorado dejaba la silla presidencial a la oposición.
El Congreso paraguayo destituyó a Fernando Lugo el 22 de junio de 2012 por “mal desempeño de funciones” con 39 votos a favor, cuatro en contra y dos ausencias en un juicio polémico, pues Lugo tuvo apenas dos horas para defenderse ante la asamblea.
Enseguida asumió el poder su vicepresidente Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico, cuya legitimidad fue severamente rechazada por sus similares latinoamericanos.
“Los hechos de junio fueron el resultado de una gran conspiración. Ese juicio fue el epílogo de una reacción de la clase política tradicional, asociada a los grupos de poder de la oligarquía paraguaya y la derecha más tradicional de América que es la paraguaya. La justicia de la región pasa también por asumir la verdad de los acontecimientos del año pasado”, deploró Lugo en entrevista con La Nación.
De ahí los gobiernos de Uruguay, Argentina y Brasil excluyeron a Paraguay del órgano regional Mercosur y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Esta expulsión permitió a Venezuela integrarse al mercado común, ya que su adhesión estaba trabada por el gobierno paraguayo.
Paraguay tampoco fue invitado a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión Europea a finales de enero de este año.
Después del juicio que destituyó a Lugo, los mandatarios que juzgaban ilegítimo el gobierno de Federico Franco declararon que regresaría Paraguay a las instituciones interamericanas si previamente realizaba nuevas elecciones.
Según la agencia EFE, la Unasur, a través del jefe del Grupo de Alto Nivel para Paraguay, Salomón Lerner, validó el proceso electoral paraguayo. También reconocieron la victoria de Cartes los gobiernos de Venezuela, Argentina, Uruguay y Colombia. Esto debería permitir su adhesión de nuevo a la Unasur.
Horacio Cartes cursó estudios técnicos en Estados Unidos antes de regresar a Paraguay, en 1989. Fundó varias empresas y llegó a ser presidente del club de futbol La Libertad, que radica en Asunción. Hoy encabeza el Grupo Cartes, especializado en bebidas y tabaco.
Según el cable 10BUENOSAIRES5 que emitió la embajada estadunidense en Buenos Aires, Argentina, el 5 de enero de 2010 y que divulgó Wikileaks, la agencia antinarcóticos (DEA) se interesó en el empresario en 2009.
En el marco de la llamada operación “Corazón de Piedra”, la DEA investigó a Cartes al sospechar que, a través de sus empresas, blanqueaba dinero proveniente “incluso” del narcotráfico.
Según el periódico español El País, en 2004 las autoridades de Brasil lo investigaron dos veces, una por presunto envío ilegal de remesas hacia Paraguay, y otra por introducir cajas de cigarros de contrabando en el país vecino.
Cartes negó firmemente en 2011 tener “un centavo fuera de algo que escapa de los conocimientos de las instituciones de control”.
Con un PIB por persona promedio de 4 mil 497 dólares, uno de los índices de desigualdad en los ingresos –coeficiente de Gini– más altos del mundo y 6% de su población en situación de pobreza extrema, según datos de Naciones Unidas, Paraguay se encuentra en la 111 posición mundial del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En América Latina sólo Nicaragua, Guatemala y Honduras tienen peores IDH.