Argentina: El show del lavado
BUENOS AIRES (apro).- El Grupo Clarín, a través de su periodista estrella, Jorge Lanata, acusa a Lázaro Báez, un empresario muy allegado a Néstor y Cristina Kirchner, de sacar del país millonarias sumas de dinero con destino a paraísos fiscales.
La investigación periodística, denominada “La ruta del dinero K”, sostiene que Báez sacó de Argentina unos 55 millones de euros de manera ilegal en 2011. Asegura además que el empresario habría sido socio del expresidente Néstor Kirchner, fallecido en 2010.
A través de Austral Construcciones, Báez ha ganado importantes licitaciones para realizar obra pública en la provincia de Santa Cruz. Su carrera empresarial se inició en 1991, a partir de la asunción de Néstor Kirchner como gobernador de dicha provincia patagónica.
Los sacos y bolsos con billetes de 500 euros y de 100 dólares habrían llegado a Buenos Aires, provenientes de Santa Cruz, en aviones de una flota privada del propio Lázaro Báez, dice el informe. El dinero salía de Argentina en avionetas e ingresaba clandestinamente a Uruguay, se sostiene. Allí se depositaba en bancos que los transferían electrónicamente a las cuentas de unas 50 empresas creadas a tal efecto en Panamá, prosigue el informe. Desde el Caribe el dinero habría seguido su cauce hasta un banco privado en Suiza. En estas dos últimas etapas habría estado involucrado Martín Báez, uno de los dos hijos del empresario.
La denuncia ha causado un enorme revuelo político. Hasta el momento se elevaron seis denuncias penales, una de ellas ante la justicia suiza. Los entretelones del supuesto ilícito pasaron a engrosar rápidamente el circo mediático que en Argentina se alimenta de los famosos y de quienes pugnan para serlo. Con este mundillo de “la farándula” coqueteaban algunas de las fuentes y de los supuestos implicados en la operación que se denuncia. Esos programas tuvieron durante días un rating fabuloso con la presencia en vivo de algunos de los supuestos implicados.
Investigaciones posteriores de otros medios consideran improbable la metodología de lavado descripta. Invalidan la capacidad de los supuestos operadores –Fariña y Elaskar-- de sacar semejantes sumas de dinero.
El diario suizo Tages Anzeiger confirmó, sin embargo, la existencia de una cuenta a nombre de Martín Báez –hijo mayor de Lázaro-- en el banco privado Lombard Odier con sede en Ginebra. A esta cuenta –ahora cerrada-- habrían ingresado importantes sumas de dinero a comienzos de 2012, desde una empresa radicada en Panamá, cuyo titular sería el propio Martín Báez, según informó el periódico suizo el pasado 22 de abril.
El jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, habló de un “show mediático” y dijo no estar preocupado “en absoluto” por el escándalo avivado por la oposición y los grandes medios. El gobierno cree ver detrás de la denuncia un intento por generar un clima adverso a la reforma de la justicia impulsada por el Poder Ejecutivo.
El 25 de abril, el Congreso aprobó el paquete de seis leyes que modifican los requisitos para la designación y remoción de jueces, pone límite a la medidas cautelares de las corporaciones contra el Estado y crea nuevas cámaras de casación para aliviar el número de causas que llegan a la Corte Suprema.
Para todo el arco opositor y los grandes multimedios, la reforma es inconstitucional y tiene por objetivo someter a la justicia al poder político.
La Corte Suprema deberá decidir en breve sobre la constitucionalidad de dos artículos de la “ley de medios” aprobada en 2009 por el Parlamento, cuya aplicación efectiva limitaría severamente la posición monopólica del Grupo Clarín, su patrimonio e influencia.
Arrepentidos
Jorge Lanata es un periodista de alto perfil. En 1987 fundó el diario Página 12, medio que ganó un enorme prestigio con sus denuncias contra los crímenes impunes de la dictadura militar (1976-1983).
Página 12 reveló más tarde la trama de negocios vinculados a la privatización de las empresas públicas durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999). Otros medios, como Clarín y La Nación, se beneficiaron con la dictadura y se constituyeron como grandes conglomerados durante el menemismo.
Lanata es ahora el periodista estrella del Grupo Clarín, cuya trama de negocios e influencias supo desnudar en una investigación periodística presentada en 2009. La audiencia que antes lo admiraba ahora lo detesta. Y viceversa. El 14 de abril inició el nuevo ciclo de su programa televisivo Periodismo Para Todos (PPT) en el canal Trece. Su reportaje en capítulos continuó el pasado domingo 21 y promete ofrecer nuevas entregas. Su objetivo: demostrar que Lázaro Báez “es” en realidad Néstor Kirchner.
Los informes presentados alternaron entrevistas formales, cámaras ocultas, datos históricos, algunas actas y documentos. Sus protagonistas fueron dos autoproclamados arrepentidos, que afirmaron haber sido parte del supuesto circuito de blanqueo del dinero: Leonardo Fariña y Federico Elaskar.
Fariña es un joven contador público de alta exposición mediática. Frente a una cámara oculta, que por momentos lo toma y por otros lo pierde, dijo haber sido el cerebro de una enorme operación de lavado de dinero al servicio de Lázaro Báez. Aseguró haber manejado “la fortuna de un tipo de 5 mil millones de dólares”. Sostuvo que toda la estructura en torno a Báez la había armado Néstor Kirchner: “Yo te puedo asegurar que el tipo –por Kirchner-- manejaba todo”, sostuvo. Se reservó para sí mismo varios elogios: "Yo armé la red de lavado", proclamó. Dijo haber usado para eso los servicios de la financiera SGI, de Federico Elaskar.
El propio Elaskar, en sus entrevistas con la producción del programa, ratificó lo dicho por Fariña. Su testimonio respaldó los dichos de Fariña, dueño –por imagen y antecedentes– de una credibilidad limitada. “Fariña me pide el armado de estructuras donde puedan ellos recibir cierta cantidad de dinero y que salga del país. Armaron entre 45 y 50 sociedades”, dijo Elaskar. Sociedades ficticias, se entiende, creadas para canalizar las transacciones. “El dinero se iba a buscar (a Santa Cruz) en aviones, venía con bolsos, mochilas, depende la cantidad”, detalló Elaskar. Así se habrían enviado en 2011, según Elaskar, “decenas de millones de dólares y euros al extranjero a sociedades offshore que estaban vinculadas a Lázaro Báez y a sus hijos, Leandro y Martín”.
‘Offshore’
Los testimonios hablan, como se ve, de fuga de dinero físico. “Ese dinero, medido en kilos, habría ido a parar a cuentas en Suiza de empresas radicadas en paraísos fiscales”, dijo La Nación el pasado 19 de abril.
El propio periodista Lanata sostuvo que el dinero salía en sacos que solían romperse por el peso: “El dinero no se contaba, se pesaba”, dijo, provocando un gran impacto. En la televisión y la radio comenzaron a circular informes sobre lo que pesa un millón de dólares en billetes de 100 o 1 millón de euros en billetes de 500. El supuesto cerebro de la operación, Leonardo Fariña, le hizo un flaco favor a su credibilidad como experto en lavado y fuente confiable al asignarle al millón de dólares –en billetes de cien-- un peso de 1 kilo con 100 gramos. La teleaudiencia argentina se enteró poco después que en realidad el peso ronda los 11 kilogramos.
A Lanata le gustan las humoradas y por eso, en medio de uno de los bloques de su programa, se apagaron las luces del estudio, sonaron truenos, pudo verse algún relámpago. De pronto, se oyó una inconfundible voz en off que parecía provenir del cielo. Era el “espíritu” de Néstor Kirchner, que después de saludar al periodista le arrojó desde la altura un bolso lleno de “dólares”, ya que, debido al peso, según dijo, “la nube se le venía a pique”.
Lanata tomó algunos de los fajos y los arrojó hacia el público que presenciaba la grabación en el estudio.
Los paraísos fiscales elegidos para triangular las transferencias –había explicado el periodista anteriormente-- eran Panamá y Belice. El programa mostró la certificación de la constitución como sociedad de Teegan Inc, el 17 de enero de 2011, en Belice. Exhibió también una escritura de un notario de Panamá creando dicha sociedad a nombre de Martín Báez, el hijo mayor de Lázaro Báez. Pudo verse también el acta de la primera asamblea de la empresa y un escrito en el que aparece Martín Báez como el único poseedor de las acciones de la sociedad. Teegan Inc. era, según el periodista, una de las 50 sociedades que habrían sido utilizadas para la maniobra de lavado y fuga de capitales.
La investigación se completó con una entrevista al abogado panameño Miguel Antonio Bernal. Éste explicó de manera genérica la operatoria acostumbrada y además legal en Panamá. “En este país no sólo se lava, sino que se almidona y se plancha, 24 horas al día”, sostuvo el entrevistado. El dinero ingresa y luego sale por circuitos que ayudan a que se le pierda el rastro.
El nexo de las operaciones bancarias en Panamá habría sido el argentino Fabián Rossi, esposo de la actriz Iliana Calabró, sostuvo el informe. A través de Teegan Inc., por ejemplo, se habrían transferido cuantiosas sumas de dinero desde Panamá al banco privado suizo Lombard Odier. El programa confirmó esta información a través del citado artículo que publicó el periódico suizo Tages Anzeiger. Allí se revela la existencia de una cuenta en dicho banco a nombre de Martín Báez, a la que en 2012 habían ingresado desde Panamá grandes cantidades de dólares, de procedencia incierta, por lo que el banco habría decidido cerrarla.
Puntos flojos
Lázaro Báez es un empresario de bajísimo perfil. Creció a la sombra de Néstor Kirchner, quien lo promovió desde un oscuro puesto en el Banco de Santa Cruz a la gerencia general del mismo. A partir de entonces se modificó su perspectiva. Su empresa, Austral Construcciones, ganó licitaciones en la provincia de Santa Cruz para construir calles y rutas. Ha facturado, según palabras del propio Báez, mil 200 millones de pesos desde 2003 en adelante (220 millones de dólares, al cambio oficial). Tiene inversiones en el sector petrolero, es dueño de medios y hoteles y ha comprado grandes extensiones de tierra en la Patagonia.
La cara de Lázaro Báez era prácticamente desconocida hasta que en 2008 fue denunciado por supuesto enriquecimiento ilícito por la diputada opositora Elisa Carrió (Coalición Cívica). La causa quedó archivada por falta de pruebas. Báez volvió a sus negocios y su cara recuperó el anonimato.
Báez superó varias denuncias judiciales por evasión fiscal. Canceló la acción penal pagando la deuda impositiva. La diputada Elisa Carrió, que sindica a Báez como “el cajero del gobierno", presentó el 15 de abril una nueva denuncia en su contra, valiéndose como prueba del informe de Lanata. En 2012, durante uno de los puntos más álgidos del enfrentamiento entre el gobierno y el Grupo Clarín, la diputada se había sincerado: “En esta guerra, yo soy soldado de Clarín.”
El delito suele tener en la discreción un buen aliado. Cuesta creer que algún empresario poderoso, interesado en lavar dinero, confiara a Leonardo Fariña una operación como la que se denuncia. El muchacho es un viejo conocido de los programas y las revistas de chimes. Está casado con una modelo mediática. Atrajo hacia sí muchas miradas al haber comprado dos Ferraris en un mismo acto.
“El joven de aire jactancioso y peinado con rodete que convulsionó a la tevé y arrió dirigentes opositores a los tribunales saltó al olimpo de la fama bizarra en 2011, cuando desposó a la modelo Karina Jelinek”, escribió de él la Revista Veintitrés en su edición del 18 de abril. Le endilga al joven, que proviene de una familia de clase media, una “ostentación propia de herederos y/o nuevos ricos”.
Fariña da la impresión de vivir posando para alguna cámara. De hecho, para desmentir todo lo que había dicho sobre el empresario Báez y el lavado de dinero, concurrió a numerosos programas en el que ventilan chismes de los famosos. Dijo que la cámara oculta había sido pactada con el periodista Lanata. Dijo haber montado un show a pedido del conductor. “El quería ficción y yo le di ficción”.
También Federico Elaskar recorrió los sets televisivos para decir que había mentido. "La realidad es que acá nunca existió lavado de dinero. Mentí, pido perdón", sostuvo en una entrevista para el canal América.
Independientemente de la credibilidad de Elaskar y Fariña a la hora de denunciar o desmentir, la metodología descrita por ambos también arroja dudas. Lavar dinero a través de transferencias financieras es difícil, ya que todas quedan asentadas en el Banco Central. Lanata habló de dinero físico, millones de euros que llegaban a Buenos Aires, para trasladarse luego en avión privado hacia Montevideo. “La plata entraba a Uruguay y de ahí salía electrónicamente a cuentas en Suiza”, se sostuvo en su programa del 14 de abril. El propio Lanata abundó: “Uruguay es un país donde las restricciones bancarias son menores que en Argentina. Una persona que está al tanto de estas operaciones y que hizo muchas operaciones de este estilo me dijo ‘cuando llegás a un banco en Uruguay con 5 millones de dólares lo único que te preguntan es: ¿querés un café? Y nada más’”.
La reacción del presidente uruguayo, José Pepe Mujica, no se hizo esperar. “¿Que en Uruguay baje alguna avioneta con plata?.. Por favor. ¿Si no la droga de dónde viene? ¿De dónde viene? ¿Pasa por la Aduana y por los aeropuertos con los controles?”, se preguntó con ironía Mujica. Admitió así algún caso excepcional pero no que la operatoria tuviera sistema. “No hay nadie que pueda traer 5 millones de dólares, tomar un café y que no le pregunten nada. Al contrario”, comentó. “Pero como existe la garantía de la libertad de prensa, quienes manejan la supuesta libertad de prensa se permiten cierta licencia poética, que si funcionara en un estado de derecho no lo pueden decir”, agregó Mujica, según publicó el 23 de abril el diario La Nación.
Un juez y un fiscal uruguayos abrieron de todas formas una causa para determinar la existencia o no de la triangulación que se denuncia.
Al propio diario La Nación, opositor al gobierno, la metodología denunciada le parece poco factible. “Nadie toma depósitos en efectivo en la banca privada internacional”, explicó el diario en su edición del martes 23. Se controla el lavado de dinero “no sólo por el terrorismo, sino porque tras la crisis financiera internacional los gobiernos también fortalecieron sus controles para prevenir la evasión fiscal”, argumentó.
En la práctica, el dinero que se fuga no sale de Argentina, sino que se compensa la demanda de clientes que necesitan traer divisas al país y la de aquellos que quieren sacarlas. “En función de la oferta y demanda, se puede cobrar una comisión de 2 y de hasta 7% para fugar divisas”, se sostiene.
El mecanismo es explicado al diario por un operador que pidió no ser identificado: “Lo que se hace es decirle a algún cliente de banca privada que tiene sus dólares en el exterior y necesita traerlos, que los deposite en una cuenta afuera a nombre del cliente que está en la Argentina y quiere, por otro lado, sacar sus divisas –refiere el artículo mencionado–. Después acá, en el país, se le dan los dólares correspondientes. Pero el dinero físico no viaja”.
Para mover grandes sumas como las que se barajan en la denuncia se habría requerido la colaboración de una o dos entidades de primera línea, con una generosa cartera de clientes privados, para poder compensar en el exterior semejante fuga de divisas. Leonardo Fariña y Federico Elaskar, podrían haber actuado, a lo sumo, como brokers o intermediarios, cobrando una comisión.
Conexión suiza
El diario suizo Tages Anzeiger confirmó que “Báez, el empresario amigo de la familia presidencial de los Kirchner, estacionó dinero en Suiza”. En su edición del pasado 22 de abril, el periódico dijo tener copia del resumen de cuenta que así lo acredita.
El titular de la cuenta en el banco privado Lombard Odier con sede en Ginebra era, según el artículo, Martín Báez. “En marzo de 2011, poco después de la apertura de la cuenta, en la misma había 1.5 millones de dólares”, sostiene. “A comienzos de 2012 se transfirieron a la cuenta grandes montos en dólares, que evidentemente Báez no había anunciado al abrirla”, prosigue. “Obra en poder del Tages Anzeiger una transferencia desde un número de cuenta perteneciente a la empresa Teegan, una sociedad offshore registrada en Panamá”, sostiene.
Confrontado con esta información, el banco Lombard Odier le confirmó al periódico suizo que la cuenta había sido cerrada.
El Ministerio Público suizo confirmó que el empresario Lázaro Báez “no está sujeto a un proceso penal” por eventuales infracciones a las normativas de lavado de dinero. El organismo reveló que recibió una denuncia penal, por fax, que “se revisará” para determinar “la existencia” de presuntos “hechos constitutivos de un delito”, según publicó el viernes 19 el diario La Nación.
La denuncia en cuestión fue realizada por los diputados opositores Graciela Ocaña y Manuel Garrido. Pidieron al Ministerio Público helvético que impida cualquier movimiento de fondos a Báez y a personas vinculadas que pudieran operar en ese país.
Otro interrogante abierto está relacionado con la sociedad offshore a nombre de Martín Báez denunciada en el informe. Se trata, claramente de una sociedad nominada, constituida con acciones a nombre de su propietario. “Más que lavar dinero, lo que buscan es eludir la carga fiscal del país de origen”, dice la Revista Veintitrés en el artículo citado. “Cientos de empresas argentinas –como las periodísticas Clarín, La Nación o Perfil– constituyeron firmas de este tipo en paraísos fiscales para aliviar cargas impositivas o preservar sus ingresos en divisa extranjera.”
Las sociedades offshore innominadas, por el contrario, “le pertenecen a quien posea el paquete accionario de la sociedad, sin necesidad de que el dueño figure en el directorio. O sea: se mantiene fantasmal”, se explica en el artículo. “Este tipo de sociedades sí son utilizadas para encubrir patrimonio, evitar al fisco o encubrir operaciones ilícitas.” Quien lava dinero sucio difícilmente utiliza una sociedad que figura a su nombre o el de uno de sus familiares, concluye el artículo.