MÉXICO, D.F. (apro).- La Procuraduría de la Ética Pública de Costa Rica investigará a la presidenta Laura Chinchilla y dos de sus ministros por el uso de un avión privado para viajar a Perú el pasado fin de semana a la boda de uno de los hijos del vicepresidente Luis Liberman. Además del escándalo por aceptar una dádiva de la empresa petrolera canadiense THX, que le facilitó el avión para transportarse, la mandataria es cuestionada porque no notificó de su viaje al Congreso de su país, como lo marca la ley y lo aprovechó para entrevistarse con su par peruano Ollanta Humala. Con ella viajaban su marido, José María Rico, el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, y la responsable de Comercio Exterior, Anabel González, entre otros colaboradores y familiares. En un escueto comunicado, la Procuraduría costarricense afirmó que, una vez que finalice el proceso de investigación preliminar, se pronunciará sobre el caso. Chinchilla voló en el jet privado de la petrolera canadiense el sábado pasado, pero, según el diario costarricense La Nación, no es la primera vez que lo usa. Recordó que la nave es la misma que la llevó a Venezuela en marzo pasado, para asistir al funeral del presidente Hugo Chávez. De acuerdo con una cotización solicitada por el diario costarricense a una agencia de vuelos privados, el servicio que usó la presidenta costaría unos 30 millones de colones (728 mil pesos mexicanos). Diputados del Partido Acción Ciudadana, opositor al gobierno de, solicitaron que se investiguen a fondo las salidas del país de Chinchilla ya que en este caso, ni siquiera notificó al Congreso. Carmen Muños, jefa de la bancada del PAC, consideró que la presidenta violó la Ley de Enriquecimiento Ilícito al recibir una dádiva por parte de una empresa privada. Al respecto el ministro de comunicación, Francisco Chacón, afirmó que las contribuciones del sector privado al Ejecutivo no son algo nuevo y que donaciones como la de la empresa THX –que se limita a promover un “infructuoso” proyecto agrícola de palma aceitera—no son ilegales ni la empresa pretende solicitar favores a cambio. Chacón afirmó que los contactos pata el viaje a Perú los realizó la Dirección de Protocolo de Casa Presidencial, y negó que haya algún interés de la empresa por explotar gas natural en Costa Rica. Además sostuvo que no es necesario reportar el viaje como una regalía a la presidencia “porque es una colaboración” y porque “no hay ningún procedimiento específico” para hacerlo. En México el mismo caso Chinchilla no es la única que ha sido cuestionada por el uso de aviones privados. Cuando aún era candidato a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto fue señalado por el uso de aviones y helicópteros particulares para sus giras de campaña. El 17 de abril de 2012, el diario Reforma publicó que la empresa Eolo trasladaba a Peña Nieto a sus actos de campaña en un Bombardier Challenger o en un Dassault Falcon 50 con un costo de tres mil 500 dólares por hora para recorrer el país, mientras que en el DF viajaba en diferentes helicópteros con costos por hora promedio de 3 mil 800 dólares. Para su equipo de avanzada empleaba aviones Boeing 737 con capacidad para 90 personas con costo de renta de 12 mil dólares por hora. Peña Nieto no era el único, la candidata panista Josefina Vázquez Mota, rentaba un Learjet 45 con cupo máximo de ocho pasajeros a un costo de mil 550 dólares por hora. En precampaña, la panista voló a Perú y Argentina en un avión propiedad de Cemex, aunque miembros de su equipo de campaña señalaron entonces que el uso de esa aeronave era parte del “Programa Millas”, mediante el cual se dispone de una flota de aviones privados de empresarios que no son usados por ellos cotidianamente. En julio de 2012 El Universal reveló que el entonces presidente Felipe Calderón dejó autorizada la compra, para su sucesor, de un avión Boeing 787 con valor de 750 millones de dólares. De este tipo de avión sólo existe un prototipo por lo que Peña Nieto será el primer presidente en el mundo en usar uno.