WASHINGTON (apro).- Con 68 votos a favor y 32 en contra, el Senado aprobó el proyecto de ley S. 744 que plantea reformar las leyes de inmigración para regularizar el estatus de residencia y laboral de unos 11 millones de indocumentados.
En una sesión encabezada por el vicepresidente Joe Biden, quien constitucionalmente ostenta también el título del presidente del Senado, se llevó a cabo la histórica votación que avaló el primer proyecto de reforma migratoria integral desde 2007, cuando fracasó el último intento en este sentido.
“¡Sí se puede, sí se puede! (¡Yes we can, yes we can!)”, gritaron en la sala algunos de los espectadores que estaban en las galerías inmediatamente después de que se diera a conocer el resultado de la votación. Sin embargo, éstos fueron controlados luego de que Biden pidiera que los pusieran en orden.
La legislación, que ahora pasa al análisis y debate de la Cámara de Representantes, consiguió el visto bueno de la
mayoría de los senadores gracias al condicionamiento relacionado con el fortalecimiento de la seguridad y vigilancia en la frontera con México.
“Esta es una victoria para la ciudadanía, no para los políticos”, declaró el senador demócrata Bob Menéndez, uno de los principales promotores de la ley S.744.
En un acto bipartidario, Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, logró conseguir 14 votos de los republicanos para aprobar la medida.
La adopción republicana de la reforma migratoria integral se logró gracias a que este miércoles la Cámara alta había aprobado la enmienda 1183 que define los condicionamientos de seguridad fronteriza.
El proyecto de ley de reforma migratoria integral establece la regularización de residencia y laboral de unos 11 millones de indocumentados que no tengan antecedentes penales, aprendan a hablar inglés, paguen una multa por violar las leyes migratorias cuando ingresaron a Estados Unidos y cubran los costos del proceso de sus casos y adeudos en el pago de impuestos, dependiendo de sus fechas de inicio de labor.
Antes de comenzar el proceso de regularización, que tomará 10 años para obtener la residencia permanente y tres más para la ciudadanía estadunidense por naturalización, el proyecto de ley aprobado en el Senado pide acatar lo establecido en la enmienda de seguridad fronteriza.
El estatuto 1183 exige la construcción de mil 126 kilómetros más de muro en la frontera con México; contratar a 20 mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza para que ésta tenga un personal de 40 mil elementos; usar 18 aviones a control remoto (drones) que ayudan a la ubicación y detención de indocumentados, y uso de un sistema biométrico para rastrear a los extranjeros que ingresen con visado, con el fin de evitar que se queden más del tiempo que se les concede como visitantes.
La enmienda 1183 también destaca la necesidad de utilizar lo más nuevo en tecnología de vigilancia, detección y rastreo de personas y contrabando, como cámaras de fotografía y video de largo alcance, radares aéreos y terrestres, sensores y visores con capacidad de observación nocturna, entre otro equipo tecnológico.
El proyecto de ley de reforma migratoria prevé un presupuesto de unos 46 mil millones de dólares para cubrir los costos del condicionamiento de seguridad fronteriza.
Con la aprobación en el Senado de la S 744, el proyecto de ley pasa ahora a la consideración de la Cámara de Representantes, en donde la mayoría representativa republicana no está de acuerdo con la medida, conformada con 136 enmiendas que fueron definidas y refinadas por los senadores.
Según John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes y líder de los republicanos, sus colegas querrán conformar su propio proyecto de ley distinto al del Senado.
La mayoría republicana de la Cámara de Representantes quiere fortalecer aún más las medidas de seguridad fronteriza, tomando en cuenta que además consideran a la S 744 como una virtual amnistía para personas que violan las leyes de Estados Unidos.