Congelan cuentas a exadministrador de bienes de la Santa Sede
MÉXICO, D.F., (apro).- Las autoridades judiciales de la Santa Sede ordenaron bloquear todos los fondos que depositó en el Banco del Vaticano monseñor Nunzio Scarano, exadministrador de los bienes de la Santa Sede y actualmente preso por el presunto delito de lavado de dinero.
Esta medida fue dada a conocer hoy viernes por el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al revelar que el Tribunal del Estado Vaticano emitió el pasado 9 de julio una ordenanza para bloquear los recursos que monseñor Scarano tiene depositados en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido informalmente como Banco del Vaticano.
Lombardi adelantó que las investigaciones en torno a Scarano “pueden ser extendidas a otras personas”.
Y recordó que los actuales directivos del banco mantienen una “línea clara de tolerancia cero” hacia las actividades “ilegales o extrañas” que realizan quienes tienen recursos en esa institución.
Detalló que el banco puso en práctica una serie de procedimientos internos para combatir el lavado de dinero, como someterse a un monitoreo que realiza la consultora internacional Promontory Financial Group.
En una aeronave, monseñor Scarano introdujo ilegalmente a Italia 20 millones de euros en efectivo que planeaba depositar en sus cuentas del Banco del Vaticano. Intentaba evadir los controles fiscales apoyado por un corredor de bolsa y un exagente secreto. La operación fue descubierta. A Scarano se le arrestó el pasado 28 de junio.
El hecho provocó revuelo, ya que Scarano tenía un importante cargo en la Curia Romana; era miembro de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede, que administra los valiosos palacios y bienes inmuebles del Vaticano. Se le conocía como “monseñor 500”, pues solía hacer operaciones financieras con billetes de 500 euros.
Por otro lado, nuevamente sale a relucir el controvertido Banco del Vaticano, que en los últimos años ha estado envuelto en casos de corrupción y lavado de dinero. Ante esto, el Papa Francisco acaba de crear una comisión –integrada por cinco miembros— para que vigile sus transacciones financieras.