MÉXICO, D.F. (apro).- A cuatro días del asesinato de la exreina de belleza de Venezuela, Mónica Spear, y su esposo Thomas Henry Berry, las autoridades detuvieron a siete presuntos responsables del ataque: cuatro hombres, una mujer y dos menores de edad. Los dos adolescentes, de 15 y 17 años, fueron trasladados la mañana de este jueves al Circuito Judicial de Carabobo, extensión Puerto Cabello, a donde acudieron a la audiencia de presentación ante los fiscales segundo nacional y octavo del estado de Carabobo, Narda Sanabria y Wilmer Romero, respectivamente. El Ministerio Público informó en un comunicado que en las próximas horas presentará a los detenidos ante un tribunal de control del estado de Carabobo. Las siete personas fueron detenidas tras las primeras pesquisas del Ministerio Público y la policía científica, refiere la nota oficial, en la que se señala también que a los detenidos les incautaron “varias pertenencias de las víctimas". La noche del pasado lunes 6, la actriz de la cadena estadunidense Telemundo y su esposo fueron acribillados a balazos dentro de su automóvil, mientras que la hija de ambos, Maya, de cinco años, resultó herida en una pierna. De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, el vehículo de la pareja cayó en una emboscada con fines de robo, cuando se detuvo tras golpear un objeto colocado sobre la autopista de Puerto Cabello a Valencia, la tercera ciudad venezolana. Las víctimas fueron auxiliadas por una grúa que pasaba por el sitio, pero cuando inició el ataque los operadores huyeron hacia un puesto de policía, a kilómetro y medio, según la versión oficial. El doble asesinato se produjo en medio de una ola de violencia que azota a Venezuela y generó conmoción nacional, al punto de que el pasado miércoles 8, el oficialismo y la oposición, encabezada por Henrique Capriles, se unieron para impulsar un Plan de Pacificación para el país. En la reunión participaron un centenar de gobernadores y alcaldes de los municipios que soportan 80% de los delitos. Según datos oficiales de Venezuela, considerado uno de los países más violentos de Latinoamérica, cada año se registran 39 asesinatos por cada 100 mil habitantes, pero organizaciones no gubernamentales calculan la cifra en 79 por cada 100 mil. En 2012 se registraron 16 mil homicidios, la mayoría con armas de fuego y con víctimas y victimarios en su mayoría jóvenes.