Rebeldes toman Tikrit, la ciudad natal de Sadam Hussein

miércoles, 11 de junio de 2014 · 21:36
MÉXICO, D.F. (apro).- Tras la conquista de Mosul, los rebeldes yihaidistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL), liderados por Abu Bakr al Baghdadi, asumieron este miércoles el control de Tikrit, la ciudad natal del exdictador Sadam Hussein, ubicada a 140 kilómetros al norte de Bagdad. La ofensiva provocó que más de medio millón de habitantes huyeran de Mosul junto con los 30 mil militares, quienes ayer abandonaron sus bases ante el ataque de apenas 800 combatientes sunitas, reveló el diario The Guardian. Por separado, la agencia AFP precisó que una ola de atentados perpetrados hoy en Bagdad y en la ciudad santa Kerbalá, así como en la provincia de Basora –todos de obediencia chiíta– cobró la vida de al menos 37 personas. El ministro de asuntos exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglú, amenazó a los integrantes del EIIL de “las más severas represalias” en caso de que lleguen a lastimar a los 48 ciudadanos turcos que se encuentran varados en su consulado en Mosul. Luego de intensos combates y ataques aéreos, las fuerzas armadas iraquíes impidieron a los insurgentes entrar en la ciudad de Samarra, pero no lograron proteger a Baiji, sede de la principal refinería de petróleo del país, que cayó en manos de los rebeldes. El ministro de asuntos exteriores de Irak, Hochiar Zebarí, urgió a todos los jefes de tribus y dirigentes iraquíes a unirse ante el peligro “mortal” de la insurgencia armada sunita en el país. “La caída de una gran ciudad como Mosul y la huida de las fuerzas de seguridad revierte un carácter dramático”, sentenció el ministro, quien solicitó el apoyo del gobierno de la región autónoma de Kurdistán, aun cuando las relaciones entre Bagdad y Erbil –la capital kurda– se tensaron desde hace meses, debido a reivindicaciones territoriales y asuntos de poder. Kurdistán recibe un flujo continuo de árabes, kurdos y cristianos desde que inició el estado de sitio en Mosul, el pasado sábado 7. Según sus autoridades, la cifra de refugiados alcanzaría los 150 mil. Además, los kurdos aseguraron material militar proveniente de Mosul –para impedir que los integrantes del EIIL lo robaran– y dieron protección a miles de soldados iraquíes. El gobierno autónomo de Erbil preparó a sus 250 mil soldados, los llamados “peshmergas”, para “proteger a las zonas kurdas afuera de la administración del Kurdistán”, anunció hoy su ministro de asuntos exteriores. Varios países apoyaron de forma diplomática al gobierno iraquí: desde Estados Unidos y la Unión Europa hasta Irán, pasando por la Liga Árabe. Por su parte, el presidente de Siria, Bashar al-Asad, ofreció su colaboración para “erradicar el terrorismo, este enemigo común”, ya que EIIL forma parte activa de la rebelión en contra del régimen sirio. El EIIL controla una gran parte del territorio ubicado en el norte y el occidente de Irak, y encabeza una vasta coalición sunita que hizo posible mediante un sistema de alianzas con jefes de tribus y los religiosos moderados inconformes con el gobierno central, que reprimió a los sunitas durante sus primeros años en el poder. También controla las provincias sirias de Deir ez-Zhor y Rakka, y explota los pozos petróleos del sur de Siria. Su objetivo consiste en instaurar un Estado “puro”, estrictamente apegado a la “charia”, la ley islámica. No se sabe cuántos soldados forman parte del EIIL, pero se estima que en Oriente próximo la organización supera a al-Qaeda en el ámbito militar. Muchos europeos, estadunidenses, magrebís, caucasianos y originarios del Golfo Pérsico, atraídos por el Yihad, llegan a Siria e Irak para afiliarse con el EIIL, afirman los medios occidentales. Un personaje enigmático, Abu Bakr al Baghdadi, tomó el control del EIIL en 2010, a raíz del fallecimiento de su mentor, Abu Musad al-Zarkauí, quién se hizo famoso en Irak en 2004, cuando cortó la cabeza del hombre de negocios estadunidense Nicholas Berg. Según el periódico francés Le Monde, el yihadista quiere establecer su Estado empezando por destruir a sus enemigos más cercanos: los musulmanes opuestos al proyecto. En mayo de 2010, apenas nombrado jefe de la organización, realizó 60 ataques simultáneos en Irak y 110 personas murieron en un solo día. El EIIL cobró importancia en marzo de 2013, cuando se fusionó con el frente al-Nosra, filial de al-Qaeda en Siria. Según el periódico galo, el jefe de al-Qaeda, Aymán al-Zawahiri, se alarmó ante la creciente popularidad del EIIL entre los yihadistas y aspirantes a la guerra sagrada. Supo que tarde o temprano el poder del EIIL superaría al de su grupo. El divorcio finalmente ocurrió a finales de 2013, cuando el EIIL asesinó al mediador de al-Nosra en Siria, a raíz de fuertes divisiones internas. Según Le Monde, el EIIL se financia a través de secuestros de rehenes occidentales –una treintena entre finales de 2012 y el otoño de 2013--, así como de la extorsión de funcionarios iraquíes y robos de petróleo sirio. En los territorios capturados, al-Baghdadi trata de ganar el apoyo de las poblaciones. Les pide “soportar la situación algunos días” y previene que castigaría severamente cualquier robo. “Hasta la fecha los combatientes del EIIL no lastimaron a los religiosos… Cuando las tribus rechazaron alzar la bandera del EIIL en Faluyah, al-Baghdadi ordenó a sus soldados no alzarla y trató de cooptar a los combatientes de grupos armados de los clanes y de los religiosos”, aseveró The Guardian. En las provincias conquistadas, abundó, “administra las cortes, las escuelas y los servicios públicos. Su bandera blanca y negra flota sobre todas las instalaciones que controla. Y en la ciudad siria de Raqqa creó una autoridad de protección al consumidor que controla estándares en alimentos”.

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