Atentado suicida en Afganistán deja 89 muertos
MÉXICO, D.F. (apro).- Un rebelde suicida estalló hoy su coche-bomba cerca de un mercado en el pueblo de Urgun, en la provincia afgana de Paktika, y provocó la muerte a 89 personas y lesiones a 42 más que compraban alimentos para el Ramadán, reportó la AFP.
Este atentado suicida es uno de los más graves desde los inicios de este año, cuando el conflicto entre las fuerzas armadas afganas y los talibanes aumentó su intensidad.
Sin embargo, los talibanes desmintieron toda implicación en la explosión, informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés), reveló la semana pasada que los primeros seis meses de este año fueron los más terribles para los civiles afganos, especialmente para los niños y las mujeres.
Según el Reporte de Medio Año 2014, Protección de Civiles en Conflictos Armados –Afganistán–, entre el 1 de enero y el 30 de junio la UNAMA documentó 4 mil 853 víctimas civiles, entre las cuales mil 564 fallecieron.
Estas cifras representan un incremento de 17% y 24%, respectivamente, en comparación con el mismo periodo del año anterior, añade el informe.
Las víctimas, en su mayoría, resultaron heridas o muertas durante los combates terrestres que se libraron entre militares y talibanes.
Los aparatos explosivos representan la segunda causa principal de daños a los civiles, asevera el reporte, mientras que los atentados suicidas cobraron la vida a 156 civiles durante el primer semestre de 2014.
De acuerdo con la UNAMA, las fuerzas antigubernamentales provocaron 74% de las víctimas civiles, contra 9% por parte el ejército afgano.
En 12% de los casos resultó imposible atribuir una responsabilidad, mientras que 4% de las demás víctimas fallecieron o resultaron heridas debido a los explosivos clavados en la tierra, herencia de una guerra que desangra el país desde hace 12 años.
Todavía hoy, en Kabul, supuestos talibanes activaron una bomba a control remoto, mientras pasaba un autobús con trabajadores del gobierno. El hecho provocó la muerte de dos miembros del equipo de comunicación del presidente.
Proceso electoral
Afganistán se enfrenta a una guerra civil así como a graves divisiones étnicas entre Pastunes (entre 39 y 42% de la población), Tayikos (33-38%), Hazaras (8-10%), Uzbekos (6-9%), Aímakos (4%) y Turcomanos (2-3%).
Además, los candidatos a las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo los pasados 5 de abril y 14 de junio –bajo el patrocinio estadounidense--, pelean tres de los ocho millones de votos, situación que sacude más al país.
El pastun Ashraf Ghani, execonomista en el Banco Mundial, encabezó los comicios al acreditarse 56% de los votos el pasado 7 de julio. Pero su rival político, Abduláh Abduláh –tayiko de padre pastun--, denunció un fraude electoral.
Aseveró que Ghani benefició del apoyo logístico del presidente, Hamid Karzaí, en mandato desde 2002, cuando la invasión occidental dirigida por Estados Unidos derrotó al régimen de los talibanes.
El pasado 8 de julio, Abduláh Abduláh se proclamó ganador del escrutinio ante una masa que gritaba “muera Karzaí”, reportó entonces la AFP.
Los resultados definitivos de los comicios se darán a conocer el próximo 22 de julio. Al no encontrar un compromiso, los observadores extranjeros temen que Afganistán se hunda en un nuevo caos político y hasta étnico, mientras que las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se retirarán del país a finales de éste año.
“Cada boletín que fue introducido en las urnas será verificado”, declaró el sábado pasado el secretario de Estado John Kerry. El estadunidense insistió: “100% de los 8 millones de ellos”. En el mismo momento, un coche bomba dejaba a ocho personas sin vida en la provincia de Kandahar.