LONDRES (apro).- La Iglesia Anglicana, que cuenta con unos 77 millones de fieles en todo el mundo, dio un paso histórico: aprobó que las mujeres puedan ser obispos, tema controvertido que había amenazado con provocar un cisma en esa congregación.
Tal decisión pone fin a una tradición ininterrumpida de obispos varones heredada de los primeros cristianos hace más de 2 mil años.
Los delegados al Sínodo General del Anglicanismo, reunidos en los claustros de la antigua Universidad de York (norte de Inglaterra), sometieron a votación el pasado lunes 14 esa iniciativa, la cual previamente había recibido el apoyo público del arzobispo de Canterbury y jefe espiritual de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, y del propio primer ministro británico, David Cameron.
La legislación recibió los dos tercios necesarios en las tres Cámaras del Sínodo (Obispos, Clérigos y Laicos), con 37 obispos que votaron a favor, dos en contra, y una abstención, y 162 clérigos que decidieron votar a favor, 25 en contra, y cuatro que se abstuvieron.
En la Cámara de los Laicos, 152 delegados votaron a favor de la medida, 45 lo hicieron en contra, y cinco se abstuvieron.
A pesar de un pedido expreso del arzobispo de York, el doctor John Sentamu, para que se mantuviera la calma y la cautela tras conocerse el resultado de la votación, muchos delegados aplaudieron y gritaron "fantástico" en salón de audiencias de la Universidad, expresando un sentimiento de algarabía entre muchos sectores liberales del Anglicanismo, que aún persiguen la igualdad para los reverendos homosexuales.
En noviembre de 2012, una votación similar en el Sínodo General había terminado con una negativa por parte de los delegados para aprobar que las mujeres pudieran ser ordenadas obispos.
De todos modos, la legislación aprobada la semana pasada tiene algunas limitaciones. Una de ellas: las parroquias que no quieran una mujer obispo podrán optar por un obispo varón, en un proceso que deberá ser mediado por un árbitro independiente.
La decisión llega 20 años después de que la Iglesia Anglicana permitió a las mujeres oficiar reverendas. En la actualidad 25% de los reverendos protestantes en el anglicanismo son mujeres.
Durante el debate previo al voto, el arzobispo Welby garantizó a los grupos tradicionalistas de la Iglesia de Inglaterra que se respetarán las condiciones que estos interpusieron.
"Espero que con este voto la Iglesia Anglicana vuelva a florecer y se dejen atrás las diferencias al respecto", dijo el prelado.
Luego de la votación, Welby calificó la decisión de histórica, aunque admitió que algunos dentro de la Iglesia "tendrán problemas" para aceptarlo.
El ala más tradicionalista del anglicanismo, principalmente aquellos delegados provenientes de las diócesis de África, se opone tanto a la ordenación de obispos mujeres como de reverendos homosexuales, y ahora amenazaron con provocar una salida en masa hacia el Catolicismo y otros credos.
Según Welby, las modificaciones se producen "tras cambios culturales mayores" en la forma en que funciona la Iglesia Anglicana, "ya que ahora la gente está más dispuesta a hablarse de igual a igual de una forma más humana".
"Estoy encantado de que vamos a poder ordenar a mujeres obispos. Es algo que estaba personalmente interesado en que pasara y es enormemente importante", agregó.
Welby habló de la necesidad de "incluir a todos" dentro del anglicanismo, y de funcionar "más como una familia que como grupos partidarios".
La legislación será ahora debatida por el Comité Eclesiástico del Parlamento británico, antes de que el Sínodo vuelva a reunirse el 17 de noviembre para formalmente declarar que las mujeres podrán ser ordenadas como obispos.
Se esperan las primeras ordenaciones de mujeres obispos para noviembre o diciembre de este año.
Lorna Ashworth, integrante laica del Sínodo que votó en contra de la moción, sugirió que el camino a partir de ahora "no será nada fácil", en tanto que la jefa del grupo evangélico Reform, Susie Leafe, se mostró decepcionada por la medida y afirmó que es probable que algunas parroquias más tradicionalistas abandonen por completo la Iglesia de Inglaterra o rompan relaciones con sus obispos en caso de que sean mujeres.
"Al menos un cuarto de los integrantes de la Iglesia no aprueban este paquete de medidas, ya que no cumplen con sus creencias teológicas", agregó.
La Comunión Anglicana cuenta con la mayor congregación cristiana en Gran Bretaña y una presencia religiosa en más de 160 países.
Las mujeres obispos ya son ordenadas en un número de diócesis anglicanas, incluidas las de Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
Desde Roma, Giovanni Maria Vian el director del L'Osservatore Romano, el diario del Vaticano, calificó de "grave" que la Iglesia Anglicana tenga obispos mujeres, pues, dijo, “complica el camino ecuménico".
"El problema no es sólo con Roma sino también con las iglesias ortodoxas. Además la comunión anglicana está dividida en este terreno. Por ejemplo, los anglicanos del sur del mundo, que ahora ya son mayoría, son en gran parte contrarios a las mujeres obispos. Es una cuestión seria que representa un obstáculo en la vía del ecumenismo, pero es verdad que no es su final", declaró Vian al diario La Stampa.
"Se ha dado un evento grave que corre el riesgo de reflejarse de manera extremadamente negativa en el recorrido secular hacia la unidad de todos los cristianos", concluyó.
Lo cierto es que el Anglicanismo dio vuelta de página a una tradición histórica que llevará mayor igualdad a esa congregación, y que podría sentar las bases para una mayor aceptación hacia la ordenación de reverendos homosexuales y la bendición de parejas del mismo sexo.