MÉXICO, DF (apro).- Los últimos cinco años fueron los más cálidos recordados a escala global y 2015 será probablemente más caluroso que 2014, que sentó el precedente “pico” de temperatura de los que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tiene registro, de acuerdo con un informe que publicó hoy el organismo internacional. En lo que va del año en curso prácticamente todo el globo terráqueo y el mar registraron temperaturas en incremento, según la organización: China, gran parte de África y Australia vivieron periodos anormalmente calurosos; olas de calor pegaron a la India, Pakistán, Europa, África septentrional y Medio Oriente, mientras lluvias abundantes superaron en un día el promedio mensual de lluvias en regiones enteras del mundo. La OMM registró temperaturas mayores tanto en la tierra como en los océanos y asumió que fueron el resultado de la actividad humana, marcada por un nivel sin precedentes de gases de efecto invernadero en la atmósfera, y de un “intenso episodio” del fenómeno meteorológico El Niño. Con base en reportes científicos, la OMM observó que las temperaturas promedio registradas entre 2011 y 2015 superaron en 0.57 grados las del periodo 1961-1990, mientras 2014 superó 0.73 grados las temperaturas del periodo mencionado. Durante los últimos cuatro años, las emisiones de gases efecto invernadero –44% de los cuales permanecen en la atmósfera– se incrementaron de manera constante, observó la OMM. Así, año tras año el aire que respiramos se vuelve más cargado en dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno, los cuales retienen los rayos emitidos por el sol y calientan la atmósfera. Por primera vez en la historia reciente, en la primavera de 2015 la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera mundial superó las 400 partículas por millón. La región noroeste de México registró uno de los mayores aumentos de temperatura a escala global desde los 60, pues la diferencia entre la temperatura promedio de los últimos cinco años con el periodo 1961-1990 fue superior a un grado. En el mismo lapso, la costa ártica de Rusia ganó más de tres grados, el mayor incremento registrado por la Organización. Los glaciares siguieron su lento deshielo, al perder entre 600 y mil 100 milímetros cada año en el último lustro, una tendencia regular desde que arrancó el siglo XXI. En paralelo, la banquisa del Ártico continuó su declive en el mismo periodo hasta cubrir apenas 3.39 millones de kilómetros cuadrados en verano 2012 –el nivel más bajo registrado– y que Groenlandia se volvió siempre más líquida. La capa de hielo del Antártico, por su parte, se extendió en comparación con el periodo 1981-2010. Además, las temperaturas a 700 y 2 mil metros de profundidad como el nivel del mar se incrementaron en los últimos años. Como resultado, los océanos captan 90% de la energía acumulada en el sistema climático, recordó la OMM. En su informe documentó un “gran número de eventos climáticos y meteorológicos extremos” –inundaciones, sequías, huracanes u olas de calor– en el último quinquenio, junto con una serie de “anormalidades” climáticas como un periodo de dos semanas de temperaturas bajo cero grado en Europa central en 2012 o la sequía histórica que sufrió California el año pasado. El factor humano influyó principalmente en las olas de calor extremo, de acuerdo con la OMM. Sus conclusiones revelan que “la probabilidad del evento observado se incrementó 10 veces o más como resultado del cambio climático” provocado por las actividades humanas. Por el contrario, la OMM estimó que las evidencias de la responsabilidad del humano en los fenómenos extremos de precipitaciones –tanto elevadas como escasas– resultaron “menos consistentes”, aunque estudios demuestran que “en algunos casos” las temperaturas “anormales” registradas en la superficie del mar tienen repercusiones en las lluvias en otras partes del mundo. En 2015 el hoyo en la capa de ozono encima de Antártica alcanzó 26.9 millones de kilómetros cuadrados, lo que representó su quinta mayor superficie registrada.