MADRID (proceso.com.mx).- El Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe) acogerá a Osama Abdul Mohsen, el hombre cuya imagen dio la vuelta al mundo cuando trataba de cruzar un control policial en Hungría y cayó al suelo con su hijo pequeño, luego que la periodista húngara Petra László le asestó una zancadilla. Apoyado por la Cenafe, Osama Andul Mohsen llegará esta medianoche a la estación de Atocha, procedente de Alemania. El presidente de ese organismo, Miguel Ángel Galán, explicó que decidieron ayudar a Mohsen cuando se enteraron que había sido entrenador de un equipo en la primera división del fútbol en Siria. “Somos un centro de entrenadores y nos gusta ayudar a todos los que trabajan en esto”, dijo Galán al diario español El País. Mohsen llegó a Munich acompañado de su hijo Zaid, de siete años de edad, después de escapar de la guerra que azota a Siria desde 2011. En su país fue torturado por el régimen de Bachar el Asad y perseguido por el Estado Islámico. En Alemania se encontró con otro de sus hijos, Mohammed Al Ghadabe, de 18 años, quien emigró antes que ellos. A primera hora de este miércoles, los tres partieron en tren desde Alemania con un alumno de Cenafe, Mohammed Labrouzi, quien viajó previamente a Münich para ayudarles con el idioma, porque sólo hablan árabe y poco inglés. La esposa de Mohsen y dos de sus hijos permanecen en Turquía, pero la semana próxima, la Cenafe intentará traer a toda su familia a España. “Los tres están contentos de venir, pero Mohsen me ha repetido varias veces que por favor hagamos algo para traer también a su mujer y a sus niños, porque no quiere dejarlos ahí”, contó Labrouzi al diario. En cuanto Mohsen aprenda español, Cenafe se planteará ofrecerle un puesto como entrenador en su organización. “Haremos lo que podamos. De momento, hemos utilizado dinero de nuestra partida de publicidad para pagar un piso en Getafe (situada en la zona sur de esta capital) en el que podrán alojarse”, dijo Galán.