En despedida de Cuba, el Papa exalta los valores de la familia
MÉXICO, D.F. (apro).- En su última celebración religiosa de su viaje por Cuba, poco antes de partir a Estados Unidos, el Papa Francisco exaltó los valores de la familia, al señalar que esta institución protege a las personas de las sociedades “masificadas”, “rotas” y “divididas”.
En la catedral de Santiago de Cuba, el pontífice dijo en su homilía:
“La familia nos salva de dos fenómenos actuales: la fragmentación y la masificación. En ambos casos, las personas se transforman en individuos aislados fáciles de manipular y de gobernar. Sociedades divididas, rotas, separadas o altamente masificadas son consecuencia de la ruptura de los lazos familiares”.
Lo escuchaba una multitud de fieles que abarrotó el interior del recinto religioso, mientras que en las calles aledañas –en medio de fuertes medidas de seguridad– también se apiñaron miles de personas tratando de escuchar el mensaje del máximo líder católico.
En el altar, Bergoglio destacó la importancia de la “memoria” para afianzar la unidad familiar. Recomendó:
“Mirando hacia atrás: memoria. Memoria de aquellos que nos fueron trayendo a la vida y en especial a los abuelos. Un gran saludo a los abuelos. No descuidemos a los abuelos. Nuestros abuelos son la memoria viva”.
Pidió también velar por el futuro para darle continuidad a la institución de la familia:
“Y mirando hacia delante: los niños y jóvenes que son la fuerza de un pueblo. Un pueblo que cuida a sus abuelos y a sus chicos y jóvenes tiene el futuro asegurado”.
Señaló que la “casa” –como “espacio” de convivencia familiar— igual debe ser preservada:
“En muchas culturas hoy en día van desapareciendo estos espacios, van desapareciendo estos momentos familiares, poco a poco todo lleva a separarse, aislarse. Escasean momentos en común, para estar juntos, para estar en familia… la casa va quedando vacía, vacía de relaciones, vacía de contactos, vacía de encuentros”.
A pesar de las amenazas y dificultades que actualmente padecen estos núcleos –dijo el Papa–, no deben verse como un “problema”, sino como una “oportunidad” que debe protegerse.
Y recalcó, enfático:
“Cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas del mañana. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios de libertad y verdaderos centros de humanidad”.
Al concluir la misa en la catedral, Bergoglio se dirigió al aeropuerto internacional de Santiago. Ahí lo despidió el presidente de Cuba, Raúl Castro. Luego el pontífice partió para Washington.