CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este día abusos sistemáticos contra mujeres transgénero internadas en centros de detención migratoria en Estados Unidos. El reporte de HRW documentó 28 casos de mujeres transgénero, la mayoría originarias de México y Centroamérica, que entre 2011 y 2015 estuvieron detenidas en instalaciones de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (ICE, por sus siglas en inglés). La guatemalteca Nicoll Hernández-Polanco estuvo casi siete meses en un centro del ICE en Arizona, y dijo que ahí era blanco de constantes humillaciones de los celadores y sus compañeros, todos varones. “En algún momento intenté matarme por la situación que estaba pasando”, confesó entre sollozos. Sin embargo, ahora que está libre y obtuvo el asilo político, Nicoll quiere seguir abogado por sus compañeras que siguen retenidas por el ICE. Stacey Araujo, una mujer transgénero de El Salvador, sintetizó así su estancia de cuatro meses en la unidad gay del ICE en Santa Ana, California: “Es el peor infierno que a mis 26 años he vivido”. Los abusos en ese establecimiento, compartió, rebasaron las dos violaciones sexuales y la persecución que padeció en su país. Ella dejó ese sitio el 19 de enero anterior, luego de que un juez aprobó su solicitud de asilo político. De acuerdo con HRW, más de la mitad de las mujeres transgénero que entrevistó estuvieron detenidas en algún momento en centros para hombres, algo que incluso el ICE considera de alto riesgo. Otras denunciaron haber sido sometidas a extensos periodos de confinamiento debido a la imposición de rigurosas normas. Adam Frankel, coordinador del programa de derechos LGBT de HRW y autor del reporte, destacó que “si las autoridades no están en condiciones o no tienen la intención de adoptar todas las medidas necesarias para retener a las mujeres transgéneros en un ambiente que respete sus derechos humanos fundamentales, entonces no deberían de retenerlas”. HRW alertó que los abusos continúan a pesar de un cambio del gobierno federal en junio pasado que pretende ofrecer mejores condiciones a dicho grupo, que termina bajo su custodia ya sea por enfrentar un proceso de deportación o por solicitudes de asilo político desde una garita de entrada. El ICE respondió al reporte de HRW al sostener que utiliza la segregación como “último recurso”. También resaltó que no ha recibido quejas recientes sobre la atención médica, que incluye la terapia hormonal. “ICE está comprometido a proporcionar un ambiente seguro y respetuoso para todos los que están bajo nuestra custodia, incluyendo los que se identifican como transgénero”, justificó Virginia Kice, portavoz del ICE.