CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante una audiencia privada realizada en el Palacio Apostólico del Vaticano, el presidente de Bolivia Evo Morales defendió ante el Papa Francisco el uso de la coca al regalarle tres libros sobre esa planta. “Yo la tomo y me hace mucho bien, se la recomiendo, así aguanta toda la vida”, dijo el mandatario al pontífice, en el momento del intercambio de regalos en la biblioteca papal y mientras ponía en sus manos los tres escritos. Los títulos de los libros son “Coca, un biobanco”, “Coca, dieta citogénica”, “Coca, factor antiobesidad”, obras que Jorge Mario Bergoglio tomó en sus manos y agradeció, sin hacer ningún comentario. Morales también obsequió un busto de madera del líder indígena aymara Tupac Katari, descuartizado en 1781 por las autoridades españolas. Mientras le mostraban la escultura, el líder católico sólo escuchaba sin pronunciar opiniones. Por su parte, el Papa regaló a Evo Morales un medallón con la imagen de San Martín de Tours en el acto de quitarse una túnica y entregársela a un pobre, además de dos copias de textos suyos: la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” (“La alegría del amor”) y el libro entrevista “El nombre de Dios es misericordia”. Morales lo interrumpió en el acto al comentarle: “Yo vengo de un pueblo cuyo patrón es San Francisco de Asís, fui a un sindicato dedicado a San Francisco y ahora veo al papa Francisco”. El encuentro había iniciado con un saludo de ambos en la Sala del Troneto, la antecámara de la biblioteca papal. Allí el mandatario de Bolivia exclamó: “Ahh, hermano Papa. ¡Qué alegría verlo! Estoy muy contento”, antes de abrazar al obispo de Roma. Enseguida, ambos pasaron a la biblioteca, donde se sentaron ante un gran escritorio de madera donde tuvieron su encuentro cara a cara.