Alerta Unicef que 69 millones de niños pueden morir en 2030 por causas evitables

martes, 28 de junio de 2016 · 19:29
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la actualidad, los niños suman cerca de la mitad de los 900 millones de personas que viven con menos de 1.90 dólares al día –unos 38 pesos– en el mundo, según el informe anual del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Tales privaciones les dejan huellas irreversibles. Tan sólo en 2014, unos 160 millones de menores presentaban retraso en su crecimiento. Un año antes, en el 2013, el organismo registró que 124 millones de niños y adolescentes no iban a la escuela; además, dos de cada cinco dejaban la primaria sin haber aprendido a leer y escribir, y sin las nociones básicas de aritmética. El panorama empeora, pues según el informe de la Unicef, la prolongación excesiva de los conflictos bélicos en el mundo agrava el problema de la infancia: 250 millones de niños viven actualmente en países y zonas afectados por la violencia armada. Peor aún, millones más soportan los peores efectos de los desastres del clima y las crisis crónicas, situación que reduce sus oportunidades de ir a la escuela. Y el hecho de que no asistan a clases, “contribuye a perpetuar el ciclo de pobreza”, destacó la Unicef. El organismo internacional advirtió que, de continuar estas tendencias, 69 millones de niños menores de cinco años morirán en el año 2030 –fecha límite para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible– debido a causas “que en su mayoría se pueden evitar”. Más: 167 millones de menores vivirán en la pobreza y 750 millones de niñas se habrán casado para ese entonces y sus embarazos tendrán menos oportunidades de recibir atención médica en comparación con las embarazadas adultas. El organismo reconoció que ha habido progresos para salvar la vida de los pequeños, reducir la pobreza en la que viven y que asistan más a la escuela. Sin embargo, esos avances no se han hecho de manera equilibrada. El África subsahariana continúa como la zona más “desamparada” del planeta, donde 247 millones de menores –dos de cada tres—no tienen lo mínimo necesario para vivir, al grado de que tienen 12 veces más posibilidades de morir antes de cumplir el primer lustro que aquellos de los países desarrollados. Nacer para morir De acuerdo con el informe anual de la Unicef, el primer día de vida fue también el último para un millón de niños en el 2015. En ese año, la mortalidad infantil –particularmente en bebés de hasta un mes de nacidos— representó 45% del total. Dicha cifra significó un crecimiento proporcional de 5% desde el año 2000. Las principales causas de muerte son neumonía y diarrea, mismas que atacan en mayor medida en África meridional, Asia meridional y África occidental y central. El informe asegura que las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa más importante de muerte en las niñas de entre 15 y 19 años. Pero la desgracia no termina ahí, pues los bebés que nacen de madres menores de 20 años tienen 1.5 más probabilidades de morir durante los primeros 28 días de vida que los que nacen de madres mayores de esa edad. Según la Unicef este panorama podría evitarse si el mundo concentra sus esfuerzos en mejorar la situación de los niños más desfavorecidos. Advirtió que el panorama para los niños más pobres del mundo será “desolador” si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para resolver sus necesidades. “Cuando los niños sufren a causa de pobrezade una mala salud, de la desnutrición, del estrés, de la violencia, del abuso, de la negligencia, de la atención inadecuada o de la falta de oportunidades de aprendizaje, su capacidad para alcanzar su pleno potencial corre peligro”. Anthony Lake, director ejecutivo de la Unicef, concluyó: “Negar a cientos de millones de niños una buena oportunidad en la vida significa algo más que amenazar su futuro: al exacerbar los ciclos intergeneracionales de desventaja, se está poniendo en peligro el futuro de sus sociedades”.

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