Delinea Trump proyecto conservador y delirante de amenazas

jueves, 21 de julio de 2016 · 22:41
CLEVELAND, Ohio (apro).- Convertirse en la voz de la sociedad conservadora de Estados Unidos y dejar atrás al integracionismo global, prometió Donald Trump al Partido Republicano al aceptar formalmente la candidatura a la presidencia para las elecciones del martes 8 de noviembre. El discurso de aceptación de la candidatura que ofreció Trump al clausurar la Convención Nacional Republicana, llevada a cabo en Cleveland, Ohio, dio la impresión de ser una réplica de la doctrina del aislamiento, intervencionismo unilateral y de las guerras preventivas que caracterizo a la presidencia de George W. Bush. “La diferencia más importante entre nuestro plan y el de nuestros oponentes (los demócratas) es que el nuestro pondrá primero a Estados Unidos. El americanismo, no la globalización; será nuestro credo”, declaró Trump al postrarse como el candidato del Partido Republicano y el aspirante ideal para reemplazar a Barack Obama. Trump, en medio de aplausos y gritos de apoyo de los republicanos congregados en Cleveland para aclamarlo, delineó un proyecto de gobierno conservador y delirante de amenazas a otros países que no se acoplen a sus propuestas de intervención y unilateralismo. “Mi plan comenzará con garantizar la seguridad en casa, lo cual significa: vecindarios más seguros, fronteras más seguras y protección frente al terrorismo. No habrá prosperidad sin ley ni orden”, subrayó el candidato presidencial republicano. Enardecidos por las promesas que les hacía el multimillonario empresario y primer candidato que obtiene la nominación presidencial sin haber nunca tenido un puesto de elección popular, los republicanos aprobaban con sus aplausos cada una de las propuestas presentadas en Cleveland. “Soy su voz”, le dijo a los republicanos sin el menor atisbo de humildad. “A todos los estadunidenses, en todas las ciudades y pueblos; esta noche les hago esta promesa: Vamos a hacer a Estados Unidos fuerte, otra vez. Vamos a hacer a Estados Unidos orgulloso, otra vez. Vamos a hacer a Estados Unidos seguro, otra vez y, vamos a hacer a Estados Unidos grande, otra vez”, proclamó Trump en medio de la euforia de los republicanos. Olvidando la profunda división que provocó su candidatura en el Partido Republicano, especialmente entre sus líderes y figuras de mayor renombre y representativas de la corriente ideológica a la cual él no pertenece, Trump se presentó como el salvador de los estadunidenses. “Seremos un país generoso y cálido”, dijo el candidato presidencial. Hillary y Obama, responsables de los males en EU Su discurso, que en muchos aspectos dio la impresión que tomó como ejemplo a la doctrina Bush, se enfocó también a criticar a Hillary Rodham Clinton, la virtual candidata presidencial del Partido Demócrata, y al presidente Obama. A los dos, Trump los responsabilizó de todos los males que aquejan a Estados Unidos. Por ejemplo, de la violencia que impera en muchas ciudades del país, pero en especial en las que hay una mayor población de afroamericanos. Trump aseguró que el problema se debe a que el gobierno de Obama no ha defendido correctamente a los ciudadanos. “El crimen y la violencia que hoy afligen a nuestro país muy pronto terminara”, afirmó Trump. Para escenificar este problema, el candidato republicano habló del aumento de los homicidios en ciudades como Baltimore, Chicago y en la misma capital de los Estados Unidos; Washington, D.C. Nunca Trump en su discurso explicó cómo reduciría los niveles de violencia y los asesinatos. Eludió hablar de que esta violencia está generada por el racismo, la venta de armas y la impunidad para con los policías que sin justificación ejecutan a afroamericanos. Destacó el caso de la ejecución de cinco policías en Dallas, Texas, por parte de un afroamericano, quien, ante la falta de justicia para su gente, erróneamente quiso hacer justicia por su propia mano. Jamás Trump relacionó a la violencia que impera su país con las leyes que permiten la venta indiscriminada de armas y municiones, y mucho menos indicó que no tiene intención de modificarlas o regular con mayores condiciones a la industria de las armas. De los afroamericanos sólo dijo que cuatro de cada 10 de sus niños, viven en la pobreza. “El 58% de los jóvenes afroamericanos están desempleados”, matizó el candidato presidencial republicano. No habrá otra humillación para EU, dice En política exterior y con ese tono de arrogancia que lo caracteriza y que se adapta perfectamente al conservadurismo republicano, Trump presumió que de ganarle la presidencia a Clinton, nunca permitirá una humillación para los Estados Unidos. Para él, fue una humillación la negociación con Irán que obligó a este país a aceptar revisiones periódicas por parte de la ONU a sus proyectos de desarrollo nuclear con fines pacíficos y para el desarrollo económico. La decisión del presidente Obama de no intervenir militarmente en el conflicto de Siria, fue otra humillación para los Estados Unidos. “Estamos menos seguros y el mundo menos estable, desde que  Obama tomó la decisión de poner a Clinton a cargo de la política exterior”, subrayó el candidato presidencial republicano. Insistió en que su rival en las elecciones de noviembre cometió crímenes al no prevenir el ataque al consulado estadunidense en Benghazi, Libia, que le costó la vida a un embajador, entre otros estadunidenses. Y más cuando Clinton, utilizando un servidor personal de servicio de Internet, intercambió mensajes electrónicos con sus asesores sobre la política exterior en Libia. “Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucción y debilidad”, puntualizó Trump en su discurso. Sobre la seguridad en las fronteras de su país, el empresario y ahora candidato presidencial reiteró que si vence a Clinton amurallará la frontera con México. Con el muro detendrá el tráfico ilegal de personas, de drogas y a la violencia que generan. En materia económica y nuevamente sin dar detalles de sus planes para lograrlo, Trump dijo que su presidencia será una bonanza para todos. En este sentido, habló de su compañero de fórmula, Mike Pence, el gobernador de Indiana a quien escogió como candidato a la Vicepresidencia. “Él proveerá a Estados Unidos con el mismo éxito económico que le dio a Indiana”, matizó Trump. La lucha contra el terrorismo internacional será implacable bajo la presidencia de Trump, de acuerdo a lo que dijo él mismo en Cleveland. “Debemos abandonar la fracasada política de construir naciones y de cambio de regímenes que Clinton diseñó para Irak, Libia, Egipto y Siria. Vamos a trabajar con todos nuestros aliados que comparten nuestro objetivo de destruir al Estados Islámico y de borrar al terrorismo islámico”, resaltó Trump. La propuesta comercial del candidato republicano para generar empleos en Estados Unidos, fue la de regresar al proteccionismo. Revisará y renegociará todos los acuerdos comerciales, en especial el que tiene Estados Unidos con China y al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), promulgado en 1994 con Canadá y México. Si al renegociar los acuerdos comerciales no queda satisfecho con el resultado, el candidato presidencial republicano acotó que simplemente los abandonará. “Con estas nuevas políticas económicas, billones de dólares comenzarán a fluir en nuestro país”, aseguró Trump. La conclusión de la Convención Republicana fue una fiesta del conservadurismo improvisado de Trump. Al terminar su mensaje como candidato, Pence subió al pódium para felicitar al candidato presidencial, y luego los acompañaron los familiares de ambos. La escena, impensable hasta hace unos meses, confirmó que en Estados Unidos la elección del próximo mes de noviembre será la más atípica en la historia política del país.  

Comentarios