CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El expresidente estadunidense George H. W. Bush planea votar por la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, el próximo 8 de noviembre. De acuerdo con un reporte de la cadena CNN, que citó a fuentes cercanas a la familia Bush, el expresidente republicano reveló lo anterior ante miembros de la bipartidista Fundación Puntos de Luz, en lo que suponía era un encuentro privado en Kennebunkport, Maine. La primera revelación del apoyo de George H.W. Bush a Clinton y en repudio al aspirante republicano Donald Trump, provino de la heredera de otra de las más prominentes dinastías políticas de Estados Unidos, Kathleen Kennedy, hija de Robert Kennedy, según un despacho informativo de la agencia Notimex. “El expresidente (George H.W. Bush) me dijo que va a votar por Hillary” en las elecciones presidenciales del próximo 8 de noviembre, escribió en su página de la red social Facebook. George H.W. Bush, de 92 años de edad y presidente número 41 de Estados Unidos, se ha mantenido fuera del debate político desde que dejó la presidencia en 1993, luego de ser derrotado por William Clinton, esposo de Hillary Clinton. Sin embargo, no dejó pasar la oportunidad de revelar que votará por la exsecretaria de Estado, luego de que durante la campaña presidencial, Trump ridiculizó a Jeb Bush, exgobernador de Florida e hijo del expresidente Bush, como una persona carente de energía para ser comandante en jefe de Estados Unidos. Por otra parte, 375 científicos firmaron una carta abierta, difundida este miércoles en Internet, para protestar contra la postura del candidato presidencial republicano hacia el cambio climático. "Es profundamente preocupante que el nominado republicano para el cargo de presidente de Estados Unidos abogue por que Estados Unidos se retire del acuerdo climático de París", escribieron los científicos, entre ellos el astrofísico Stephan Hawking y 30 premios Nobel. Los firmantes de la carta abierta advirtieron que un rechazo al acuerdo suscrito a finales de 2015 en París enviaría una clara señal al mundo de que a Estados Unidos no le preocupan los problemas globales del cambio climático causado por el hombre. "Las consecuencias de una retirada serían graves y duraderas tanto para el clima del planeta como para la credibilidad de Estados Unidos", afirmaron los científicos.